Estudio sugiere que la evaluación de la función cognitiva puede ser predictora de ictus

Un nuevo estudio revela que la evaluación de la función cognitiva puede predecir si una persona padecerá de ictus.

Isbelia Farías

    Estudio sugiere que la evaluación de la función cognitiva puede ser predictora de ictus

    Un estudio publicado en Research Square concluyó que la evaluación de la función cognitiva puede ser útil para predecir la hipertensión arterial. Es el primer estudio que analiza la relación entre el alta domiciliaria y el deterioro cognitivo general en pacientes con accidente cerebrovascular.

    Además, destaca que el deterioro cognitivo es un síntoma común en los pacientes con accidentes cerebrovasculares.

    De igual modo, se ha reportado que el deterioro cognitivo posterior al accidente cerebrovascular está asociado con dependencia y mayores costos de atención.

    El estudio en cuestión incluyó a 1.229 personas convalecientes que habían experimentado un primer accidente cerebrovascular subagudo.

    El ictus, una enfermedad mortal

    Se ha de destacar que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, las enfermedades cerebrovasculares son la segunda causa de muerte en el mundo, seguida de las enfermedades cardíacas.

    Pero, no solo es una enfermedad de alta mortalidad, sino que los pacientes, tras sufrirla, sufren importantes secuelas que limitan su autonomía en la vida diaria.

    En el caso del ictus, este es producido como consecuencia de una alteración en la circulación cerebral, lo cual ocasiona un déficit transitorio o definitivo del funcionamiento de una o varias áreas del encéfalo.

    Entre los factores de riesgo se encuentra la edad, el sexo, los antecedentes familiares, el haber sufrido un accidente cerebrovascular previamente, entre otros.

    No obstante, algunos factores de riesgo sí se pueden corregir, tales como el tabaquismo, el consumo excesivo del alcohol, la diabetes, el consumo de drogas, la hipertensión arterial, los niveles elevados de colesterol, la obesidad, la vida sedentaria, entre otros.

    Ahora, con este nuevo estudio, es más factible poder identificar si una persona lo padecerá, la única limitación es que el ensayo se hizo en una sola instalación, por lo que no se ha replicado.

    Fuente consultada aquí.


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