Usan el virus de la rabia para cartografiar el cerebro

Científicos observan cómo el virus de la rabia salta de una neurona a otra, lo cual podría ser empleado para curar enfermedades del cerebro.

Isbelia Farías

    Usan el virus de la rabia para cartografiar el cerebro

    Desde la mordedura, el virus de la rabia salta de una neurona a otra hasta que llega a su meta final: el cerebro.

    Esta facultad que posee el virus ha sido aprovechada por virólogos y neurocientíficos para identificar cómo las neuronas envían señales. Así, un equipo ha trabajado para modificar genéticamente al virus, que este emita luz e infecte solo las neuronas de interés.  

    Cabe destacar que el virus de la rabia ha sido uno de los males más temidos en la historia de la humanidad.

    En 1804, se supo, gracias a los experimentos de Georg Gottfried Zinke (1771-1813), que el virus se acumulaba en la saliva del animal infectado. Se multiplicaba en la boca y esto estimulaba la secreción de saliva.

    El químico y bacteriólogo Louis Pasteur (1822-1895) descubrió que el virus de la rabia invade el encéfalo, lo cual no sucede por casualidad. Hoy se sabe que el virus manipula el cerebro del hospedador para garantizar el contagio y propagación.

    Actualmente, este virus mata a unas 60.000 personas al año, pero el miedo es menor que en otras épocas, pues hoy se cuenta con la vacunación y la cuarentena de los animales infectados.

    Ahora, los neurocientíficos podrían convertir este microbio es un beneficio para la humanidad, al ser usado como herramienta para hacer una cartografía del cerebro.

    Rastreo de circuitos cerebrales con el virus de la rabia

    Investigadores del Instituto Mortimer B. Zuckerman, quienes analizan el comportamiento de la mente y el cerebro, de la Universidad de Columbia, Nueva York, han desarrollado una novedosa herramienta para estudiar la actividad y circuito de las neuronas.  

    Esta iniciativa proviene del campo de la ingeniería molecular. De acuerdo con el coautor del estudio y director del Instituto, Thomas M. Jessell, “En el fondo, cada sensación, pensamiento y movimiento depende de cómo miles de millones de neuronas del cerebro se comunican a través de un complejo sistema de circuitos”.

    Jessell agrega: “En este estudio, hemos desarrollado una cepa de la rabia que mejora en gran medida nuestra capacidad para asignar estos circuitos, lo que puede dar una idea de cómo estos circuitos dirigen el comportamiento en la salud y en la enfermedad".

    La rabia no solo infecta las neuronas, por lo que los científicos trabajaron en crear una versión modificada y más segura del virus que pudiese viajar de célula a célula, en el cerebro, e iluminar el camino a medida que avanza, permitiendo que los científicos observen un mapa visual de las conexiones.

    Lo que se espera con este tipo de estudios es una cepa del virus que sea tan segura que puedan contar con ella para luchar contras las enfermedades del cerebro.

    Tal como afirma el investigador Andrew Murray: “Nuestro estudio también habla de un tema más amplio en la ciencia: que las herramientas científicas más revolucionarias no se originan en el laboratorio, sino que provienen de la propia naturaleza… La evolución ha inventado el virus de la rabia, todo lo que teníamos que hacer era cooperar con él".


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