Puerto Rico es el primer país donde se investiga la participación de beta amiloide en condiciones como el Alzhéimer.
Por años, la literatura médica ha relacionado la aparición y desarrollo del Alzhéimer con una acumulación presuntamente anormal de la proteína beta amiloide en el cerebro, debido a su contribución en la desestabilización cerebral, al crear placas seniles insolubles entre las células del cerebro.
Sin embargo, en una conversación que sostuvo la Revista de Medicina y Salud Pública con el Dr. Mikhail Inyushin, profesor de la Universidad Central del Caribe (UCC) en Bayamón, el investigador ofreció lo que pudiera convertirse en una nueva propuesta de hipótesis mediante datos recolectados de su más reciente investigación llevada a cabo en la isla.
“Nosotros estamos entre científicos que creen que el beta amiloide no es la causa del Alzhéimer, sino una respuesta del organismo a esa condición, y entre quienes creen que sí es la causa. Se ha demostrado que el beta amiloide es un antibiótico natural que se produce para combatir virus y bacterias presentes en el organismo”, explicó.
Un estudio publicado en la revista Nature Neuroscience comprobó que el beta amiloide es esencial para el correcto funcionamiento del cerebro, y que al eliminarlo por completo podrían presentarse problemas en la capacidad de aprendizaje y memorización, así como una mayor acumulación de placas en la enfermedad de Alzhéimer.
Aún con estos datos, las investigaciones dirigidas a buscar una cura para esta condición, se centraron en la disminución de los niveles de beta amiloide en el cerebro.
“Anteriormente, para curar el Alzhéimer usaron algo para disminuir los niveles de beta amiloide, pero no funcionó. Y ahora entendemos por qué”, reconoció el científico. “Se llegó a pensar que el beta amiloide causaba esta enfermedad. Esta investigación (de la cual formo parte) ofrece una nueva ruta para poder curar, entendiendo que el beta amiloide no es la causa”.
Los primeros estudios liderados por el Dr. Inyushin se realizaron en la piel, aplicando inflamación local y evaluando la respuesta de los beta amiloides. Adicionalmente, se pudo evidenciar la respuesta de estos péptidos además en presencia de células cancerosas, y el resultado, en la mayoría de los experimentos, fue similar: “El beta amiloide se acumula cerca de estas zonas de inflamación”.
Igualmente, durante el mes diciembre, el equipo del Dr. Inyushin inició su trabajo científico en modelos experimentales del corazón. “Provocamos un infarto de miocardio experimental, y miramos si en esa zona de infarto también se acumula en beta amiloide, y la respuesta es sí. Vemos mucho (la acumulación de esta proteína) en esa área de infarto”.
Como respuesta a estos experimentos, podríamos presumir que esta proteína actúa en cualquier parte del cuerpo como una respuesta inmunitaria normal, pues en una condición neurodegenerativa como lo es el Párkinson, el beta amiloide también cumple un papel importante.
“La verdad es que aún tenemos mucho camino por recorrer en este estudio. Por lo general, somos entre 5 y 8 personas, entre estudiantes y científicos puertorriqueños trabajando sobre este tema”, informó.
La investigación se está llevando a cabo en Puerto Rico, siendo este el país precursor del proyecto con el cual se pretende identificar los principales factores que contribuyen al desarrollo del Alzhéimer, y otras condiciones neurodegenerativas, para poder dar pie a la búsqueda de una cura segura y efectiva para los pacientes.
Incidencia del alzhéimer en Puerto Rico
Actualmente, se estima que cerca de 60 mil personas padecen esta condición en la isla y, desafortunadamente, ocupa el cuarto lugar en una de las causas más comunes de decesos en ese país.
El 55% de los pacientes diagnosticados con alzhéimer, tiene más de 85 años, y cerca del 65% de estas personas, son mujeres, según cifras publicadas por el Departamento de Salud de Puerto Rico.