Empleada de clínica veterinaria es el primer caso de tularemia en Puerto Rico

Aunque esta paciente no reflejó otras complicaciones luego de tratamiento, sí puede ocurrir infección si no toma las medidas correctivas

Belinda Burgos Belinda Burgos
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Empleada de clínica veterinaria es el primer caso de tularemia en Puerto Rico

Una joven puertorriqueña de 19 años de edad fue víctima de la bacteria Francisella tularensis causandole infección, luego de estar expuesta a animales en su hogar y área de trabajo, convirtiéndose en el primer caso de tularemia reportado en la isla.

Esta enfermedad suele ocurrir en los Estados Unidos. Se trata de una bacteria que se alojada en conejos, ratas, roedores e, incluso, en animales domésticos, aunque de forma aislada. Los veterinarios y aquellas personas que trabajan en granjas, son la parte de la población con mayor riesgo de contagio. Esta podría ocurrir debido al trabajo con piel muerta de animales, ingesta de comida o agua contaminada, garrapatas o algún animal infectado y también debido al aerosol en laboratorios.

Este caso clínico llegó al Hospital San Lucas en Ponce, donde la doctora Marie Frances Ilarraza Lugo, residente de segundo año de pediatría, presentó el suceso y contó a MSP que la paciente trabajaba como técnica veterinaria al momento del contagio.

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Doctora Marie Frances Ilarraza Lugo, residente de segundo año de pediatría y parte de los autores del caso. Foto: suministrada por la Dra. Frances a la Revista de Medicina y Salud Pública. 

"Ella llegó porque llevaba dos semanas con presentación y dolor de un nódulo en el área submandibular del lado derecho, y de ese mismo ojo, estaba con conjuntivitis atípica, secreciones amarillas, edemas y ptosis. La paciente fue evaluada con una infectóloga fuera del hospital que piensa que es una masa maligna y ordena admisión, pero dentro de los diagnósticos diferenciales estaba la parte infecciosa -según su historial-, razón por la que se le ordena una serie de laboratorios", especificó Ilarraza Lugo, quien estudió en la Ponce Health Sciences University.

Ante el panorama, se trataron los síntomas como los de una bacteria llamada Bartonella; se le ordenó antibiótico durante cinco días y el alta al siguiente día. Sin embargo, transcurrida una semana, la joven comenzó a presentar fiebre y tos. "La mandamos a buscar para admisión porque llegan los títulos de Francisella tularensis positivos y se empieza el tratamiento, que es gentamicina intravenoso por siete días y respondió bien dándose nuevamente el alta, con seguimiento en oftalmología e infectología", agregó.

Presentaciones atípicas

La doctora indicó que las presentaciones más comunes son ulcerativas, pero el caso clínico mostró problema oculoglandular, el menos común. Sin embargo, precisó que en algunos casos pueden presentarse problemas respiratorios, meningitis o sarpullidos.

Recomendaciones para evitar infección

Aunque esta paciente no reflejó otras complicaciones luego de tratamiento, sí puede ocurrir infección si no toma las medidas correctivas. "Debe evitarse manejar animales muertos; si lo hace, usar guantes y ropa protectora. Mi recomendación ante estos casos es abundar en el historial, porque es algo que nos dio la alerta para hacer laboratorios y ver las presentaciones. Si hay una persona que se expuso, el tiempo de incubación es de cinco días, aunque puede darse hasta en veintiún días y debe visitar su médico", advirtió.

Periodista y MPH, Bachillerato en Periodismo y Prejurídico de la Universidad del Sagrado Corazón y graduada de la Maestría en Salud Pública, de la Escuela de Medicina San Juan Bautista, Jefa de Redacción con 11 años de experiencia y líder de Redacción de la Revista de Medicina y Salud Pública (MSP).

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