Para la Dra. Carmen Cabrera la urología es más que resolver problemas, es poder ayudar a sus pacientes y continuar el proceso con ellos.
La Dra. Carmen Cabrera Beauchamp una de las primeras mujeres médicas en practicar urología en Puerto Rico, en exclusiva para la Revista Medicina y Salud Pública, dio a conocer que la llevó a escoger esta especialidad y lo que la motiva día a día en su profesión y en su vida personal.
A pesar de ser de una familia donde la mayoría eran abogados, la Dra. Cabrera tenía un interés muy fuerte por las ciencias, especialmente por la medicina, donde encontró una carrera que le permitía ayudar a las personas.
Su camino hacia la urología fue guiado primero por la rotación en cirugía, etapa donde conoció a un colega que ya estaba aceptado en la residencia de urología y el cual le permitió conocer esta especialidad entusiasmándole y mostrándole que esa era la carrera que ella quería.
"Esa era la carrera que yo quería, porque no solamente resuelves problemas, sino que a diferencia de algunas especialidades tú tienes una continuidad, los pacientes siguen la gran parte del tiempo contigo", dijo la Dra. Cabrera.
"El paciente tiene que seguir un seguimiento continuo con el urólogo y eso me llamó muchísimo la atención, porque te permitía evaluar pacientes y a la misma vez hacer múltiples procedimientos quirúrgicos" complementa la especialista.
La Dra. Cabrera es la cuarta mujer graduada en urología en la isla, lo que en ocasiones le ha hecho sentir un pequeño peso y presión, ya que "es una carrera que estaba dominada por hombres, donde uno tenía que demostrar que uno podía hacer el mismo trabajo, trabajar más, pero siempre teniendo en cuenta que uno le iba a abrir camino a otras mujeres".
Según nos da a conocer la Dra. Cabrera, actualmente las mujeres se están haciendo más presente en el campo de la urología no solo en Puerto Rico, sino que también en Estados Unidos, donde la solicitud de residencia de urología es liderada por mujeres y en las convenciones de urólogos se evidencia más mujeres.
Al ser una especialidad donde predominan los hombres, la Dra. Cabrera evidenció en gran parte de su carrera machismo y estigma, especialmente por parte de los pacientes.
"Para un paciente que una mujer lo fuera a atender era como un tabú", dijo la Dra. Cabrera.
Pese a ello la Dra. Cabrera nos cuenta que ella logró sobrellevarlo por medio del respeto y profesionalismo, tanto de ella para sus compañeros y pacientes como de ellos hacia ella.
"Yo creo que si uno mantiene un profesionalismo y discute las diferencias con los demás pares de uno con respeto, quizás no se consigan los resultados inmediatamente, pero tarde o temprano se consiguen", manifestó la especialista.
Desde sus inicios en la medicina la Dra. Cabrera ha tenido un apoyo y aceptación por parte de su familia, desde sus padres hasta su pareja e hijos.
La adaptación a los tiempos tanto de ella como de su esposo, quien era cirujano general y la división de tareas entre ellos, le permitió a la Doctora estar presente en la vida de sus hijos como madre y poder estar en la escuela, actividades y educarlos junto a su esposo, quien fue su gran apoyo.
La Dra. Cabrera resalta de esta especialidad que le ha permitido ayudar a muchas personas y tratarlas en un sin número de condiciones, también resalta el poder entrenar residentes y profesionales de la salud que salgan adecuadamente entrenados.
"Me satisface, porque durante todos estos años he tenido la oportunidad de graduar unos excelentes urólogos y urólogas" dijo la Dra. Cabrera.
La Dra. Cabrera recomienda a aquellas mujeres médicas que quieran especializarse en urología que roten por la especialidad, ya sea en tercer o cuarto año, para ver si les gusta y va acorde con la percepción que tienen de esta.
También recomienda que se eduquen y que "nunca digan que no van a conseguir algo, siempre perseveren, porque todo lo que uno quiera lograr, lo puede lograr si uno se organiza y se prepara".
