Hay tres factores importantes que pueden desencadenar esta reacción cutánea: la menstruación, el embarazo y la menopausia.
Las imperfecciones son frecuentes en la etapa de desarrollo, y constantemente escuchamos que en algunas ocasiones están relacionadas con los cambios hormonales, de ahí que nos preguntemos a qué se debe la relación directa con la piel, causando el acné.
Una vez se supera la pubertad, los cambios hormonales de los hombres cesan mayormente con el paso de los años, aunque en las mujeres se siguen produciendo grandes alteraciones, lo que nos hace más propensas a padecer acné que los hombres. Además, hay tres factores importantes que pueden desencadenar esta reacción cutánea: la menstruación, el embarazo y la menopausia.
Acné en el ciclo menstrual
Los niveles hormonales tienen diferentes altibajos a lo largo del mes, afectando la piel. El ciclo menstrual suele durar 28 días (comienza el primer día del período y termina el día anterior a que comience el sangrado nuevamente) y cada día es distinto desde el punto de vista hormonal:
Las dos hormonas que libera la hipófisis - hormona estimulante del folículo (FSH) y hormona luteinizante (LH) - controlan la función de los ovarios y su producción de hormonas. Llegados a este punto, el estrógeno (una hormona que promueve las características femeninas) es dominante sobre la progesterona (una hormona que ayuda a preparar el cuerpo de cara a la concepción y al embarazo).
Los niveles de progesterona aumentan y esta hormona se convierte en la dominante. Resulta significativo para la piel, ya que este aumento estimula la producción de sebo. Los niveles de estrógenos caen. Poco antes de que comience el sangrado, tanto el estrógeno como la progesterona están en su nivel más bajo. En este punto, la testosterona (que siempre está presente en la mujer, aunque en cantidades menores que en el hombre) presenta realmente un nivel superior que las hormonas femeninas, causando una producción de sebo aún mayor.
El acné premenstrual suele brotar entre los días séptimo y décimo antes del período, es decir, en torno a los días 18 a 21. Durante el período en sí, el estado de la piel suele mejorar.
Acné en el embarazo
El embarazo es otro momento en que las hormonas fluctúan y las mujeres presentan mayores niveles de andrógenos (hormonas masculinas), lo que puede desencadenar el acné.
Más de la mitad de las mujeres embarazadas sufre problemas de acné durante el embarazo, al menos ocasionalmente. De las que ya son propensas al acné, es más probable que éste se les presente durante el embarazo, aunque algunas mujeres que nunca han sufrido acné antes, la sufren justo en el embarazo por primera vez.
Los niveles hormonales están en su valor máximo durante el primer trimestre (los tres primeros meses del embarazo) y algunos expertos sugieren que si no sufre ninguna erupción inusual durante los tres primeros meses del embarazo, es improbable que los vaya a sufrir en los meses sucesivos (aunque no hay ninguna prueba concluyente que respalde esta afirmación). De hecho, el acné del embarazo puede aparecer por primera vez en cualquier etapa del embarazo y/o después del parto.
Por otro lado, algunas mujeres de piel propensa a presentar imperfecciones también indican que su piel mejora durante el embarazo.
Acné en la menopausia
Muchas mujeres sufren problemas de la piel cuando entran en la menopausia: sequedad, erupciones, mayor sensibilidad e incluso imperfecciones y granos. Al igual que ocurre con el ciclo menstrual y el embarazo, algunos de estos problemas también pueden deberse a fluctuaciones hormonales.
Cuando comienza la menopausia, el cuerpo de la mujer sufre profundos cambios. Las hormonas denominadas estrógeno y progesterona se producen en cantidades cada vez menores y esto puede causar diversos síntomas, entre ellos los siguientes: sofocos, ciclos menstruales irregulares y problemas dérmicos.
Las células de la piel pierden su capacidad para almacenar el agua con el paso del tiempo y la piel tarda más en renovarse por sí misma y en curar. Se vuelve más fina y menos elástica y como resultado se convierte en más sensible, más seca y más susceptible de presentar imperfecciones.
Vía: Eucerin