Agencia Latina de Noticias de Medicina y Salud Pública
En un hospital del sur de Inglaterra se registró la muerte de más de 450 pacientes a casusa del suministro de fuertes dosis de calmantes opiodes. Según como lo informa el diario El País, las investigaciones han demostrado que la responsable de estos fallecimientos es una misma doctora. El escandaloso suceso que hasta ahora muestra resultados ocurrió entre los años 1989 y 2001. El artículo de El País dice que a lo largo de ese periodo, la doctora Jane Barton supervisó una “práctica institucionalizada de acortar vidas” que resultó en la muerte de 456 pacientes del hospital Gosport War Memorial (condado de Hampshire), según el veredicto de la investigación encabezada por el antiguo obispo de Liverpool, James Jones. Sus responsables sugieren asimismo que al menos otros dos centenares de enfermos vieron disminuida su esperanza de vida a consecuencia de esa actitud de “desprecio por la vida humana” que supuso el tratamiento con “dosis peligrosas” de diamorfina, un fuerte calmante de tipo opioide, sin que ello estuviera clínicamente justificado. El País también menciona que, el panel que dirige Jones se ha mostrado muy duro con las autoridades sanitarias y en especial con las del centro de Hampshire, habida cuenta de que varias enfermeras ya alertaron sobre los métodos de Barton hace más de cinco lustros. “El hospital pudo haber forzado una rectificación, pero decidió no hacer nada”, recalca el informe sobre el ostracismo con el que se toparon las enfermeras denunciantes en su día. Asimismo, en el informe mencionado por el diario El País, se hace hincapié en que a pesar de que los otros miembros del personal médico no estaban implicados en el tratamiento de los pacientes fallecidos, si sabían cómo estaban siendo administrados y no intervinieron en contra del mal uso del medicamento. Tal como se menciona en el diario EL País, la doctora Barton, de 69 años, está retirada desde que fuera objeto de acciones disciplinarias por el defectuoso cuidado de una docena de pacientes en Gosport, entre 1996 y 1999. No se adoptó entonces ninguna otra medida adicional contra ella. Sin embargo, se espera que tras los recientes resultados de las investigaciones las autoridades y la policía adscriban las responsabilidades penales y civiles correspondientes.