Según el Ministerio de Salud, en España uno de cada tres adultos fuma de manera diaria, 52.000 personas mueren cada año por causas relacionadas a esta adicción, 7 millones de defunciones anuales en todo el mundo y las cifras aumentan a los 1,1 millones de consumidores, esto evidencian los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Un grupo de científicos Alemanes de la Universidad Técnica de Dortmund (Alemania) ha logrado mediante una técnica de edición genética denominada CRISPR, eliminar casi en su totalidad la presencia de nicotina en las plantas de tabaco, con esta técnica es posible modificar seis de los principales genes responsables de este compuesto hasta llevarlo a niveles muy cercanos a cero. Para poder llegar a este resultado los científicos han partido de una cepa que tiene 16 miligramos de nicotina por gramo de tabaco seco y la han reducido a 0,04 miligramos un 99,7 menos de dicha sustancia.
Felix Stehle, líder del grupo de Genética Aplicada en la universidad teutona, considera que la cantidad a la que han llegado es casi indetectable y cree que con la misma cantidad será posible fabricar cigarrillos modificados genéticamente para que las personas puedan ir superando su adicción al tabaco y es que precisamente la nicotina es la sustancia responsable de esta adicción, pues es la que causa dependencia y como si no fuera suficiente, es tan tóxica que suministrada por vía intravenosa podría causar la muerte de un ser humano.
Sobre el cerebro la nicotina actúa cambiando la plasticidad neuronal, libera dopamina y propicia que aunque el cuerpo sienta que no quiere fumar, necesita consumirlo.
"Claro que podría ser una herramienta para que las personas dejen de fumar, solo que aún queda mucho por comprobar. Hay que hacer ensayos clínicos con grupos amplios, más estudios, comprobaciones... Es una puerta más que se abre, pero hay que ver dónde lleva"
dice Javier Ayesta, profesor de Farmacología y Trastornos Adictivos de la Universidad de Cantabria.
Javier Ayesta destaca que durante 2016 y 2017 los resultados que arrojaron algunos artículos científicos sorprendieron, porque precisamente demostraban que el desarrollo de cigarrillos con solo 0,4 miligramos ayudaban a personas con enfermedades mentales a dejar de fumar, frente a los cigarrillos habituales que cuentan con 1 y 2 miligramos de nicotina.
No obstante, la comunidad científica y médica aún no tiene tan claro que la eliminación de los cigarrillos facilite la desaparición del tabaquismo, teniendo en cuenta que es una comunidad muy cauta a la hora de analizar nuevas soluciones para acabar con el lento envenenamiento que produce el tabaco. sin embargo conservan la confianza de que la vía que están abriendo los investigadores alemanes pueda tener futuro.
La Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos —principal organismo del país en el campo de alimentación y medicamentos— considera que la reducción de la sustancia adictiva es una opción interesante y atractiva para reducir el tabaquismo.
De hecho, la misma FDA está concentrando todos sus esfuerzos recientes en intentar que la industria tabaquera reduzca el porcentaje por gramo de tabaco. Una noción que también apoya la OMS.
Sin embargo es importante resaltar que aunque se reduce el componente adictivo, esto no es proporcional a que los daños a la salud también se reduzcan, pues por ejemplo no tendría sentido este tipo de método para quienes hasta ahora empiezan, pues aunque no sean adictivos, siguen teniendo componentes tóxicos que a estas personas terminará afectando.
Seguramente si el tabaco no existiera y alguien lo quisiera introducir en el mercado hoy, nadie lo haría. Es una droga legal que tiene muchísimos efectos negativos en la salud, insiste el responsable del CNPT.
"Hay que ser prudentes con estos estudios, pero parece que la ausencia de nicotina sí podría ayudar a algunos fumadores a ir dejándolo"
afirma Francisco Lozano, médico estomatólogo, experto en cáncer y presidente del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT).
Marcos García Rueda, Responsable de la Unidad de Tabaquismo del Hospital Regional de Málaga, insiste en que un posible desarrollo de cigarrillos sin nicotina será muy difícil debido a los grandes intereses económicos existentes en la industria.
"No van a querer hacer un producto que no genere adicción. Ahí está su negocio", dice el especialista, que entiende que la única fórmula para que se aceptara sería "una acción global" que limitara el mercado. "Aunque la mejor política, sin duda, sería prohibir la fabricación del tabaco", resalta el médico. "Lástima que, por ahora, eso sea una utopía", añade.
Mientras se desarrollan nuevos estudios que puedan verificar la posibilidad de reducir el tabaquismo a través de plantas sin nicotina, García Rueda cree que es hora de que los gobiernos apuesten decididamente por políticas "más realistas". La más eficaz hasta ahora ha sido aumentar el precio del tabaco.
No obstante por el momento la industria tabacalera ha sabido sortear las prohibiciones y nuevas normativas gracias a sus grupos de presión y no han dejado que su negocio se vea afectado, así eso implique hacer publicidad más “light” que haga sentir a los consumidores que está fumando un cigarrillo menos dañino.
Una última apreciación que sugieren los interesados en seguir haciendo frente a esta situación es que el gobierno financie los tratamientos para dejar de fumar y que estos sean gratuitos.