Investigadores del Centro de Investigación Médica Aplicada de la Universidad de Navarra (CIMA) y del Centro Oncológico MD Anderson en la Universidad de Texas, liderados por la experta en tumores sólidos Marta Alonso, han demostrado que la administración del adenovirus Delta 24-RGD (el virus del resfriado) aumenta la supervivencia y el efecto antitumoral en modelos animales de gliomas.
Los buenos resultados logrados, publicados en la revista Nature Communications, han dado lugar al desarrollo de un ensayo clínico en la Clínica Universidad de Navarra para confirmar estos resultados en pacientes.
Los gliomas son los tumores cerebrales pediátricos más agresivos. Debido a su localización tienen muy mal pronóstico, por lo que urge encontrar tratamientos eficaces para los pacientes. “Nuestro trabajo se basa en el uso de virus oncolíticos, que tiene dos modificaciones específicas: permiten que se replique específicamente en células cancerosas y aumentan la potencia para infectar estas células cancerosas”, explica Alonso.
En concreto, los científicos han probado el virus Delta 24-RGD en líneas tumorales derivadas de pacientes con tumores de glioma difuso de tronco y de glioma de alto grado pediátrico. Según explica la Naiara Martínez Vélez, primera autora del estudio, “analizamos la expresión de los receptores que estos virus necesitan para infectar las células, su replicación y el poder antitumoral in vitro y obtuvimos muy buenos resultados. Posteriormente confirmamos estos datos en modelos in vivo inmunodeprimidos”.
Un ensayo clínico anterior, realizado por Juan Fueyo y Candelaria Gómez-Manzano, en el MD Anderson demostró la eficacia del virus oncolítico en gliomas de alto grado de adultos. “Vieron que había un alto porcentaje de infiltración de linfocitos en el tumor después de la administración del virus, en concordancia con el mecanismo de acción de los virus oncolíticos. Es decir, el virus no solo tiene un potencial antitumoral, sino también desencadena una respuesta inmune en el organismo”, señala Martínez Vélez.
Los investigadores de la Universidad de Navarra repitieron este procedimiento en modelos de glioma difuso de tronco y comprobaron que aumenta la eficacia terapéutica. “Por un lado, mejora la supervivencia y, por otro, se obtiene un efecto antitumoral. Nuestros datos indican que el virus desencadena la respuesta inmune y es capaz de reconocer las células tumorales y rechazarlas”, aseguran.
El siguiente paso es confirmar estos resultados en el ensayo clínico que ya se ha iniciado en la Clínica Universidad de Navarra, y que combina inmunoterapia y radioterapia. “Además, en el laboratorio del Cima estamos desarrollado nuevos virus, armados con moléculas inmunoestimuladoras, que potencian esta respuesta inmune para mejorar la respuesta antitumoral”, comenta Alonso.
El trabajo dirigido en el Cima y la Clínica Universidad de Navarra, cuyos autores pertenecen al Instituto de Investigación Sanitaria de Navarra (IdiSNA) y al CIBER de Cáncer (CIBERONC), se ha realizado en colaboración con investigadores de Estados Unidos, Reino Unido y Francia.