Dr. Rafael Rodríguez, nuevo secretario del Departamento de Salud, es autor del estudio.
Datos revelados por primera vez evidencian una dramática incidencia de derrames cerebrales en Puerto Rico: 5 mil casos se registran por año, cifra de solo 29 hospitales del país, lo que se traduce a que esta realidad puede ser más alta si se cubren los casi 70 hospitales de la isla.
Esto es parte de los hallazgos del primer registro de accidentes cerebrovasculares (“strokes”) de Puerto Rico que destapó una realidad epidemiológica evidenciando su alta incidencia, la población a la que más afecta hoy día y la poca conciencia que existe sobre su manejo clínico que contribuye al aumento en su mortalidad, según indicó en exclusiva a la Revista de Medicina y Salud Pública (MSP), el neurocirujano endovascular, Dr. Rafael Rodríguez Mercado, de la Escuela de Medicina del Recinto de Ciencias Médicas (RCM).
Rodríguez Mercado es el nuevo ocupante de la silla de la secretaría del Departamento de Salud de Puerto Rico, según anunció el Dr. Ricardo Rosselló Nevares en conferencia de prensa.
El derrame cerebral representa un 49% de mortalidad en un 70% de los pacientes entre las de 55 a 84 años. Suministrada.[/caption]
El neurocirujano también figuró como rector del RCM bajo la administración del exgobernador Luis Fortuño y figuró como una figura medular en la aprobación del ahora gobernador electo como profesor de la Escuela de Medicina del RCM.
Los hallazgos surgen de casos registrados a partir del 2007. Entre los datos más significativos para la comunidad de neurocirujanos de la isla es que el derrame cerebral representa un 49% de mortalidad en 70% de los pacientes entre las edades de 55 a 84 años, según Rodríguez Mercado.
Esta realidad continuará emergiendo en Puerto Rico, pues los datos que se han recopilado hasta ahora datan entre los años 2007 y 2012, y la meta de los especialistas es lograr documentar la epidemiología de los infartos cerebrales hasta el año en curso.
Suministrada.
“Los accidentes cerebrovasculares afectan más a las mujeres que a los hombres porque luego de la menopausia la protección hormonal sobre el derrame cerebral disminuye”, agregó el también exrector del RCM entre el 2009-2013.
Entre las condiciones que más presentan estos pacientes se encuentran la diabetes, hipertensión, hiperlipidemia, historial familiar de diabetes, uso del alcohol y el cigarrillo, entre otros.
“Lo más triste es que solo un 22% de los pacientes bajo la Reforma de Salud fueron atendidos con los servicios médicos de “stroke” en los dos centros médicos de la isla que los ofrecen (Centro Médico y Hospital Hima San Pablo), el otro tipo de pacientes que fueron atendidos tenían planes médicos privados en un 70%. Esto es lamentable porque casi el 80% de los pacientes de la isla tienen el plan de salud del gobierno”, declaró el especialista.
“No es un panorama alentador porque no sabemos cómo están siendo tratados los demás pacientes cubiertos bajo Mi Salud. Esto también crea un problema socioeconómico mayor porque si el paciente que sufre un derrame cerebral es el proveedor de la casa, entonces crea un problema económico en su núcleo familiar”, formuló.
Más allá, de los 5 mil casos que se registran de pacientes con derrames cerebral cada año en el país, solo el 9.2% recibe tratamiento anticoagulante, lo que quiere decir es que el resto podría no estar recibiendo el manejo clínico apropiado en medio de un accidente cerebrovascular.
Esto podría contribuir a la alta incidencia de la mortalidad y morbilidad de los ataques cerebrales en Puerto Rico, que figuran como parte de las consecuencias de no prevenir enfermedades cardiovasculares o no tratarlas a tiempo.
“No existen programas de prevención. En Centro Médico vemos entre 9 a 10 pacientes diariamente con derrames cerebrales (tanto isquémico como hemorrágicos) fuera de la ventana de terapia que se debe implementar una vez se detecta el “stroke”. Esto debe ser entre las primeras siete horas a partir del derrame cerebral. Esto se puede comprar con un ataque al corazón”, afirmó.
“Los problemas del habla, problemas visuales, problemas de movilidad en un lado de un cuerpo fungen como banderas rojas para sospechar de un derrame cerebral”, apuntó.
Cabe destacar que en Puerto Rico solo existen tres neurólogos especialistas en derrames y tres neurólogos endovasculares, lo que hace este panorama se torne más complicado ante el aumento continuo de la incidencia de derrames cerebrales, según Rodríguez Mercado.
“Necesitamos hacer frente a esta situación. Esto emana de una misma enfermedad cardiovascular que se puede controlar. Lo más sorprendente es que los accidentes cerebrovasculares son los eventos que más fácil se pueden prevenir controlando las enfermedades crónicas. Necesitamos modelos de prevención”, demandó.