Ante la poca información que hay en la literatura médica sobre el SARS-CoV-2, se estima que la probabilidad de transmisión de este nuevo virus de la madre contagiada con COVID-19 al recién nacido es mínima.
Diana Castañeda
Agencia Latina de Noticias de Medicina y Salud Pública
Ante la poca información que hay en la literatura médica sobre el SARS-CoV-2, se estima que la probabilidad de transmisión de este nuevo coronavirus de la madre contagiada, al recién nacido es mínima.
Así lo confirmó, la neonatóloga Inés García quien durante entrevista con la Revista Medicina y Salud Pública (MSP) mencionó además que, la infección a los neonatos ocurre principalmente a través de gotas respiratorias durante el período postnatal, cuando los neonatos están expuestos a madres u otros cuidadores positivos por COVID-19.
“Lo más importante es saber cómo nosotros protegemos a los bebés nacidos durante la pandemia, porque cuando comienzan estas infecciones y algunas mujeres en estado de embarazo pueden estar vulnerables, así que en ocasiones podemos tomar decisiones que afecten al niño por considerarse que el COVID-19 se transmite desde la mamá al bebé al momento de nacer”, manifiesta la galena.
La evidencia actual sugiere que las infecciones por SARS-CoV-2 en neonatos son poco frecuentes. Si los recién nacidos se contagian, la mayoría tienen infecciones asintomáticas o enfermedades leves (es decir, no requieren apoyo respiratorio) y se recuperan. Es decir, los neonatos con afecciones médicas subyacentes y bebés prematuros (<37 semanas de edad gestacional) pueden tener un mayor riesgo de padecer una enfermedad grave a causa de este nuevo virus.
“Lo primero que se debe hacer es evitar separar al bebé de la madre, como se ha determinado en algunos protocolos. Sabemos que este virus se contagia a través de aerosoles. Por lo tanto, si la mamá es COVID-19 positivo y el bebé nace, ya sea por parto normal o cesárea, se deben mantener los protocolos de salubridad como la mascarilla”, asegura García.
Entre tanto, se recomienda realizar pruebas para todos los bebés nacidos de madres con COVID-19 sospechosos o confirmados, independientemente de si hay signos de infección en el neonato.
A su vez, la neonatóloga recomienda que el diagnóstico debe confirmarse mediante pruebas de ácido ribonucleico SARS-CoV-2 mediante la reacción en cadena de la polimerasa de transcripción inversa (RT-PCR). La detección de ARN SARS-CoV-2 se puede obtener utilizando muestras de nasofaringe, orofaringe o hisopo nasal. No se sugiere realizar pruebas serológicas para diagnosticar la infección aguda en neonatos.
Tanto los neonatos sintomáticos como los asintomáticos nacidos de madres con COVID-19 sospechosos o confirmados, independientemente de los síntomas de la madre, deben realizarse pruebas aproximadamente a las 24 horas de edad. Si los resultados iniciales de la prueba son negativos o no están disponibles, las pruebas deben repetirse a las 48 horas de edad.
Las tasas de infección por SARS-CoV-2 en neonatos no parecen verse afectadas por el modo de parto, el método de alimentación del lactante o el contacto con una madre con sospecha o confirmación de infección por SARS-CoV-2. Todos los neonatos nacidos de madres con infección sospechosa o confirmada deben considerarse como sospechosos de infección por SARS-CoV-2 cuando no se disponga de resultados de la prueba.
En general, las madres con sospecha o confirmación de infección por SARS-CoV-2 y sus neonatos deben aislarse de otras madres y neonatos sanos y cuidarse de acuerdo con las prácticas recomendadas de prevención y control de infecciones para el parto de rutina. Si un neonato no permanece en la habitación de la madre, las instalaciones deben considerar la capacidad y los recursos de la institución, así como el riesgo potencial de transmisión del SARS-CoV-2 a otros neonatos de alto riesgo al determinar dónde debe aislarse el neonato.
En cuanto a la lactancia, la doctora Inés García aclara que se debe evitar aislar a los lactantes con sospecha o confirmación de infección por SARS-CoV-2 en una Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (NICU) a menos que la condición clínica del neonato justifique la admisión al NICU, pero siempre dar prioridad a la lactancia materna para el recién nacido.