Rector del Recinto de Ciencias Médicas (RCM) aspira a reforzar la labor científica de la institución

Establece que se debe agilizar procesos para subvencionar las investigaciones del recinto.

Medicina y Salud Pública

    El brindarle más herramientas a los científicos del Recinto de Ciencias Médicas (RCM) de manera que puedan agilizar el proceso burocrático que conseguir las subvenciones y apoyos para sus proyectos investigativos es una de las prioridades del rector de la institución, Noel Aymat Santana, según una entrevista exclusiva con la Revista Puertorriqueña de Medicina y Salud Pública (MSP).

    El doctor Aymat, dentista pediátrico y odontólogo de profesión, relató cómo fusiona sus responsabilidades administrativas con la labor científica del recinto, de manera que pueda continuar creando camino para la pronta creación de un Decanato de Investigación que sirva como la voz de los más 400 científicos de la isla que aporten al avance de la medicina y tratamiento de enfermedades en el país.

    En un aparte, el también abogado respondió alguna de nuestras preguntas en torno a su gestión en el RCM:

    ¿Cuáles han sido sus principales retos una vez asumió el cargo como rector en el 2014?

    El recinto como tal es bien complejo. Tiene la parte docente, pero en la parte de investigación es muy fuerte. Tener un Centro de Primates, un Instituto de Neurobiología, son áreas de mucha complejidad administrativa, más tiene la parte de servicios porque nosotros tenemos estas conexiones con entidades clínicas donde le damos servicios a pacientes porque son los sitios donde nuestros estudiantes practican y tenemos algunas que no son de la UPR (Universidad de Puerto Rico) pero que tenemos acuerdos colaborativos con el Centro Médico que es nuestro vecino.

    Así que quizás la parte compleja administrativa es un reto y también el hecho de ser Rector del recinto y estar tan ligado al tema de la salud, usualmente al gobierno le interesa que el rector esté en la junta de directores de casi todos los hospitales públicos del país.

    Tengo que hacer un balance entre mis funciones en el recinto y como miembro de la junta de diferentes hospitales como lo es el Cardiovascular, ASEM, Hospital de Trauma, el Hospital de Carolina, Centro de Diabetes y que en esas entidades aportamos desde el punto de vista académico.

    ¿Cómo se ha relacionado como dentista pediátrico con las otras especialidades médicas del recinto?

    Es bien interesante porque cada área tiene una particularidad. Tu tienes la particularidad dental y entonces de momento estás trabajando con otra ramas como por ejemplo, los patólogos del habla, que tienes que empaparte de esa disciplina porque en un mes nosotros tenemos una visita de acreditación y yo estaré ahí junto con la decana y el director de ese programa y uno tiene que conocerlo todo bien qué es lo que hace ese profesional, con qué lo hace, cómo es su área académica.

    No es lo mismo un Departamento de Cirugía que un Departamento de Medicina, donde tienen sus propias características bien particulares. El hecho también de ser abogado me ha ayudado mucho también a complementar la parte de ciencia clínica con las regulaciones de la parte administrativa. También tengo un grado en odontología.

    ¿Cuál es el legado que le gustaría dejar?

    Quiero dejar un Recinto de Ciencias Médicas bien fuerte en el área de investigación. Y eso no lo hago yo sólo. Tengo mucha gente que está ayudándonos en ese esfuerzo. Que no se vea que es el gobierno quien le da a la universidad, si no que la universidad le da al país aportando servicios y conocimientos.

    ¿Cuál ha sido el proyecto más controvertible del gobierno que ha tenido influencia en el recinto?

    Yo he procurado que cuando presentamos opiniones ante la legislatura por parte del recinto, no sea sólo mi propia opinión. Por ejemplo en el proyecto radicado hace un tiempo sobre la “muerte digna” en el gobierno para pacientes terminales en Puerto Rico, las opiniones del recinto fueron unánimes en el comité.

    Nosotros integramos las recomendaciones de diferentes sectores como por ejemplo, el del médico clínico que maneja ese paciente hasta el otro extremo de la moneda que es el director de nuestro Instituto de Bioética, que es un sacerdote jesuita y que tiene su propia visión.

    ¿Cómo reforzará el área investigativa del recinto?

    Según el insumo que recogimos de nuestros investigadores, lo que le dificulta a ellos a hacer más proyectos son muchas veces las cosas administrativas. Los contables, lo financiero, la gente de Recursos Humanos, este aparato administrativo que le de el apoyo a ellos para ellos poder establecer el proyecto y hacer su investigación.

    Tenemos que diseñar una estructura administrativa más ágil y menos burocrática al sistema y que responda a sus necesidades. Nosotros queremos crear un Decanato de Investigación. Ahora mismo hay nueve decanos, los de las seis escuelas del recinto y los tres de apoyo que son el de Administración, Asuntos Académicos y el del Estudiante. Queremos entonces un decano adicional de investigación, para que también sea parte de la junta administrativa que se reúne una ves al mes para hablar de las normas del recinto. No hay un decano de investigación siendo la investigación la primera meta estratégica de este recinto. Hay unos 400 investigadores entre todos más o menos.

    El centro del Decanato de Investigación lo aprobamos ya en enero de este año y se llama CRECER. Lo que faltaría sería unos trámites para la creación de decanatos y estamos en ese proceso.

    Como rector, ¿cuál ha sido la decisión más difícil que ha tenido que tomar?

    Tremenda pregunta. Todos los días se toman decisiones, algunas más difíciles que otras. Yo creo que aunque la decisión sea difícil, para mí es prioridad tomar una decísón con toda la información posible para uno correr el menor riesgo de equivocarse. Pienso que aún faltan decisiones bien difíciles en los próximos años en cuanto a los retos de presupuesto. Sabemos la situación mundial de economía donde tenemos que todo el mundo hacer nuestros ajustes.

    Pero la situación actual del gobierno, donde también anuncia más impuestos que pueden encarecer los servicios médicos a los pacientes, ¿no afectará el presupuesto de la universidad?

    El gobierno nos aporta un 9.6 por ciento ($900 millones aproximadamente) de los recaudos. Hasta ahora el gobierno nos ha dicho que esa fórmula no va a cambiar, pero ahora mismo está congelada. En la medida fiscal del año pasado la decisión que se tomó fue que aunque el recaudo aumente, no esperaremos un aumento. Eso nos da cierta estabilidad a la universidad de saber que por lo menos contamos con equis cantidad, aunque siempre nos gustaría aumentar la cantidad de presupuesto para hacer más cosas.

    ¿En qué áreas el recinto ha tenido que reducir presupuesto?

    Donde más difícil se nos ha hecho es en la contratación de personal. Por ejemplo, donde habían dos secretarias, ahora hay una. Hemos tenido que ahorrar en energía eléctrica, estamos haciendo diferentes iniciativas para bajar el consumo de energía. Hemos bajado ya $1 millón en la factura de luz del año pasado. La factura era de $8 millones. Todavía estamos en proyecto para reducir más la factura.

    ¿En qué áreas de investigación han despuntado?

    En el área del cáncer, tenemos el Centro Comprensivo de Cáncer de la Universidad de Puerto Rico. En el área de farmacología y desarrollo de productos para el tratamiento de enfermedades es un área que ha aportado mucho y que aún puede aportar mucho más como por ejemplo, tres investigadores de nosotros desarrollaron una patente, descubrieron una molécula que tiene un beneficio para prevenir la metástasis de cáncer de seno. Eso eventualmente se desarrollará como un producto farmacológico y mejorará la calidad de vida de mujeres afectadas por el cáncer de seno.

    ¿Cuál ha sido el avance científico más prominente en cuanto a la salud dental de los puertorriqueños?

    Una de las cosas que nosotros le hemos dado bien fuerte en medicina dental es en el cáncer oral y diabetes. Puerto Rico es uno de los sitios con más cáncer oral en todo el hemisferio por razones que no todos conocemos. El diagnóstico temprano es fundamental.

    Hemos tenido investigaciones que han arrojado la relación entre el Virus del Papiloma Humano con el cáncer oral. Las personas infectadas con el Virus de Papiloma Humano tienen una tendencia más alta de desarrollar cáncer oral. Tenemos campañas fuertes para la vacunación del virus de papiloma.

    En el paciente diabético, se es más propenso a desarrollar condiciones de las encías. Se ha estado trabajando la parte preventiva. También se está buscando la predisposición genética que causa la condición de labio leporino en niños.

    ¿Cuál ha sido la trayectoria de la Escuela de Odontología?

    La primera escuela que nació en el recinto es la Escuela de Medicina. Más adelante se forma la Escuela de Odontología en colaboración con la Universidad de Columbia en Nueva York, para el 1960. Fue una iniciativa de mucha gente el que se pudiera crear ambas escuelas.

    El presidente de la universidad era Don Jaime Benítez y cuando eso ocurre, mucha gente no conoce la historia de que el gobierno no creía en la idea de una escuela de medicina en Puerto Rico porque pensaban que era un proyecto muy caro. Ahora tenemos cuatro escuelas de medicinas incluyendo la de nosotros. Don Jaime convence al gobierno para conseguir los recursos para la escuela de medicina y todavía después del primer año la Legislatura fue a la escuela con la intención de encontrar fallas que pudieran determinar cerrar la escuela y se encontraron con todo contrario. También Don Jaime abogó por la Escuela de Odontología.

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