Médicos se enfrentan a una paniculitis pancreática y eritema nodoso en la isla

Secuelas de una pancreatitis aguda pone en relieve la existencia de estas raras complicaciones.

Medicina y Salud Pública

    Médicos se enfrentan a una paniculitis pancreática y eritema nodoso en la isla

    Una pancreatitis aguda con paniculitis pancreática y eritema nodoso marca un nuevo territorio en la historia de los precedentes médicos en Puerto Rico, pues el caso demuestra que este tipo de complicaciones raras a causa de un historial previo de pancreatitis aguda ocurren en la isla.

    El equipo médico autor del caso clínico que enfrentó el manejo clínico de estas raras condiciones no documentadas en la isla lo son:la Dra. Pilar Vasquez; Dra. America Robles; la Dra. Ivonne Robles y la Dra. Glorilee Delgado, Dra. Pilar Vasquez, del Recinto de Ciencias Médicas (RCM).

    La paniculitis se trata de una rara complicación que surge de un proceso inflamatorio que provoca la formación de nódulos subcutáneos en distintas partes del cuerpo, especialmente en miembros inferiores, siendo el eritema nodoso uno de los tipos nódulos dolorosos que provocan distintas lesiones de piel.

    “No se sabe mucho de la condición ni mundialmente ni en Puerto Rico. De lo poco que se sabe de la condición (paniculitis pancreática) es que puede estar asociada a una pancreatitis crónica en la vida del paciente o alguna malignidad en el páncreas. Nuestro caso es uno de los pocos diagnosticados en la isla y queremos que nuestro estudio le sirva a la comunidad médica identificar a otros casos como este”, señaló la Dra. Delgado, del programa de residencia de Medicina de Familia del RCM.

    La paciente con 32 años de edad tenía historial previo de pancreatitis aguda, accesos en el páncreas que contenían a su vez unos seudoquistes y se veía agudamente enferma. Además, tenía unas ulceraciones en el área del abdomen que secretaban un fluído aceitoso color amarillo y verdoso que al ser palpados, le causaban mucho dolor.

    Además, la paciente presentó síntomas de fiebre, dolor abdominal, náuseas, escalofríos, entre otros.

    Estudios radiológicos y CT Scan a nivel abdominal y pélvico reflejaron que la paciente tenía unos nódulos subcutáneos que medían entre 2 a 3 centímetros y unas celulitis en la pared interior abdominal.

    Los médicos proceden a administrar antibiótico por vena, pero al tercer día la paciente comenzó a presentar los mismos síntomas de un principio incluyendo fiebre, náuseas, vómitos y dolor abdominal en el área del estómago (área epigástrica).

    Laboratorios en sangre mostraron que las enzimas del páncreas (amilasa y lipasa) estaban elevadas y resultados de nuevos estudios radiológicos reflejaron una segunda pancreatitis aguda en la vida de la paciente.

    Ya en sala de operaciones le tomaron muestras de biopsias que luego fueron analizadas por patólogos y que indicaron que se trataba de paniculitis pancreática y de eritema nodoso.

    Este panorama a pesar de que es atendido por la comunidad médica, pone sobre el tintero la necesidad de investigar las posibles etiologías de estas condiciones y a su vez, auscultar el tratamiento adecuado y prevención de las mismas.

    “Las ulceraciones en el estómago eran recurrentes y la vida de la paciente por la recurrencia de las hospitalizaciones que duran un mes y dos meses. Tampoco respondió como se suponía con el tratamiento que se administra cuando ocurren las pancreatitis agudas. La paciente se ha tratado con antibióticos por vena, esteroides por vena y limpieza del área de los nódulos”, detalló Delgado.

    “En cuanto al eritema nodoso en el área del abdomen si no es en las piernas, se convierten en una condición crónica que provoca frecuentes hospitalizaciones. Se debe buscar alternativas médicas para evitar la recurrencia de hospitalizaciones en estos pacientes y que no se afecte su vida social, laboral, de estudios y hasta familiar. También para que el sistema de salud no incurra en altos costos de esta condición”, señaló.

    De paso, Delgado recomendó el que los médicos y/o científicos del país pudieran levantar datos epidemiológicos sobre este tipo de complicaciones para tener un panorama más claro sobre su realidad en Puerto Rico y los costos de sus tratamientos.

    “La comunidad médica debe conocer más sobre esta condición y estar pendientes a los signos y síntomas de este tipo de complicación no común, sobretodo los médicos primarios. Lo más importante como equipo médico de este caso que se pueda crear un estudio científico que documente sobretodo la incidencia, prevalencia, causas de estas condiciones en Puerto Rico y si existe algún método de prevención, tratamiento y cura específica de estas dos afecciones”, abundó la Dra. Delgado.

    Este caso ganó el primer lugar en la categoría de casos clínicos en la convención de la Academia de Médicos de Familia.

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