La hipocalcemia e hiponatremia fue provocada por un raro carcinoma de paratiroides.
Agencia Latina de Noticias de Medicina y Salud PúblicaUn raro caso de un carcinoma de paratiroides que provocó un agudo daño renal en una paciente podría figurar entre los primeros registrados en la literatura donde los médicos decidieron combinar la hemodiálisis y la "normal saline" de 3% (un tipo de normal salina) para librar a la mujer de un edema cerebral.Este fue el panorama clínico de una paciente que se presentó con debilidad generalizada a la sala de emergencias del Hospital Damas de Ponce donde médicos encontraron que la mujer tenía un carcinoma de la glándula paratiroides.Este raro tumor en dicha glándula (que regula el calcio del cuerpo) tiene una incidencia de 0.015 por cada 100 mil habitantes en los Estados Unidos, según las estadísticas.Los autores del caso, que podría sentar un precedente en la medicina puertorriqueña, fue atendido por los nefrólogos Luis Ortiz Heredia y Felix Perez Ramos, de Southeast Renal Group Nephrology en conjunto con la doctora Keyla Dávila Marcano de medicina interna del Hospital Damas de Ponce.Los desórdenes de electrolitos como la hipercalciemia (nivel alto de calcio en sangre), provocado por el tumor de carcinoma de la glándula paratiroides, aumentaba a su vez el riesgo de que la paciente desarrollara una diabetes insípidos nefrogénica, aseguró la doctora Dávila Marcano a la Revista de Medicina y Salud Pública (MSP). “Esta condición provoca que el paciente orine extremadamente y como consecuencia, desarrolló fallo renal e uremia (síntomas neurológicos que figuran como criterios para hemodiálisis)”, sostuvo. El equipo médico identificó una novel alternativa para evitar contra todo pronóstico el riesgo de que la paciente desarrollara la edema cerebral o la acumulación de líquidos en las células del cerebro. “Lo interesante además fue que esta paciente tenía un sodio de 186, más alto que el dializado, lo que representaba un riesgo ante una baja súbita de sodio que podía provocar el edema cerebral”, explicó Dávila Marcano.“Lo que hicimos en este caso fue algo que, a nuestro conocimiento, nunca se había realizado; le dimos hemodiálisis con una infusión de salina al 3% durante y después de la hemodiálisis. De esta forma logramos que el sodio bajara de 8-10 miliequivalentes al dia, bajamos el calcio a niveles normales y el paciente recobró conciencia”, sostuvo por su parte el doctor Félix Pérez Ramos, nefrólogo intervencional. A pesar del complicado cuadro clínico, la paciente pudo recuperarse. “Actualmente la paciente está viva y recibiendo hemodiálisis. Este caso puede servir de herramienta para otros nefrólogos aquí en Puerto Rico o en otra parte del mundo donde los recursos son limitados y los pacientes se presentan con cuadros médicos complejos”, concluyó Pérez Ramos. El caso prontamente se presentará en el American College of Chest Physicians Toronto, Canada octubre de este año.