s pacientes con cáncer que toman estatinas después de haberse sometido a radioterapia tenían un riesgo significativamente menor de sufrir un ictus.
Los pacientes con cáncer que toman estatinas después de haberse sometido a radioterapia tenían un riesgo significativamente menor de sufrir un ictus.
Las estatinas, fármacos utilizados para reducir el colesterol, podrían evitar las complicaciones cardiovasculares asociadas a la radioterapia. De acuerdo con un estudio que se publica en «Journal of the American Heart Association», los pacientes con cáncer que toman estatinas después de haberse sometido a este tratamiento en el tórax, el cuello o la cabeza tenían un riesgo significativamente menor de sufrir un derrame cerebral o ictusy, posiblemente, otras complicaciones cardiovasculares
Este es el primer estudio grande que analiza si las estatinas reducen las complicaciones cardiovasculares en pacientes que reciben radioterapia para el cáncer de pecho, cabeza o cuello.
Los grandes avances en el tratamiento del cáncer, una enfermedad de la que cada año se diagnostican 4 millones nuevos casos en Europa, tienen en algunas ocasiones un ‘peaje’ en forma de efectos adversos importantes, como es la cardiotoxicidad.
Más de la mitad de los pacientes con cáncer son tratados con radioterapia, que utiliza altas dosis de radiación para destruir a las células cancerosas y reducir el tamaño de los tumores. Y, a pesar de que el tratamiento se ha vuelto más preciso y las tasas de supervivencia a largo plazo han mejorado, la radiación puede afectar a las células sanas cercanas y provocar efectos secundarios muchos años después.
Los efectos secundarios de la radioterapia más relevantes son: cicatrización o engrosamiento de las arterias y, con el tiempo, pueden conducir a obstrucciones o trombos que causan un infarto o un ictus. De hecho, los autores señalan que la enfermedad cardiovascular es la principal causa de enfermedad y muerte entre los supervivientes de cáncer.
Este trabajo analizó si la medicación con estatinas, que reduce la formación de placas que bloquean los vasos sanguíneos, podría reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular y cerebrovascular después de la radioterapia en el tórax, el cuello o la cabeza. Y los resultados mostraron que sí: el uso de estatinas se asoció con una reducción del 32% en el riesgo de accidente cerebrovascular.
Además, los investigadores observaron una fuerte tendencia hacia la reducción de los eventos cardiovasculares en general, como ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares, y de la mortalidad causada por esos eventos cardiovasculares.
"Las estatinas disminuyen los niveles de colesterol y tienen propiedades antiinflamatorias", señala dijo el autor del estudio Negar Mousavi, del Hospital Universitario McGuill de Montreal, (Canadá). Algunos estudios, añade, "han revelado los efectos beneficiosos de la terapia con estatinas en la reducción de los riesgos de enfermedad vascular en una variedad de poblaciones".
Los investigadores estudiaron datos de 5.718 pacientes mayores de 65 años que había sufrido un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular que habían recibido radioterapia para el cáncer de tórax, cabeza o cuello desde el 2000 a 2011. La mayoría (4.166 pacientes) tomaban estatinas y tenían una enfermedad cardiovascular subyacente.