Esta investigación abre una nueva vía para el tratamiento de ciertas enfermedades neurodegenerativas, como la esclerosis múltiple
Un subconjunto de las células madre en los folículos pilosos tiene el potencial de regenerar el recubrimiento que aísla las neuronas en ratones. Lo he visto el equipo de Thomas Hornyak, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland (EE.UU.), en una investigación que se publica en «PLOS Genetics» que abre una nueva vía para el tratamiento de ciertas enfermedades neurodegenerativas, como la esclerosis múltiple.
En el sistema nervioso, las células gliales cubren las neuronas con un aislamiento graso llamado mielina, lo que aumenta la velocidad a la que pueden viajar los impulsos nerviosos
El cabello y la piel adquieren distintos tonos de rojo, marrón, negro y amarillo debido a los pigmentos producidos por las células llamadas melanocitos. Los melanocitos se originan embriónicamente a partir de células llamadas células de la cresta neural, que son células que también pueden dar lugar a neuronas y sus células gliales de soporte.
Anteriormente, Hornyak y sus colegas identificaron dos focos diferentes de células madre que crean melanocitos dentro de los folículos pilosos maduros. En este estudio, muestran que los dos grupos de células madre de melanocitos se pueden identificar y separar en función de si están recubiertas con una glicoproteína llamada CD34, una molécula de superficie que está presente en otros tipos de células madre, incluidas las células madre de la sangre.
En el sistema nervioso, las células gliales cubren las neuronas con un aislamiento graso llamado mielina, lo que aumenta la velocidad a la que pueden viajar los impulsos nerviosos
Usando folículos pilosos de ratones, los investigadores aislaron las dos poblaciones de células madre de melanocitos y las cultivaron. Se sorprendieron al descubrir que las células que llevan CD34 se convierten en células gliales.
En el sistema nervioso, las células gliales cubren las neuronas con un aislamiento graso llamado mielina, lo que aumenta la velocidad a la que pueden viajar los impulsos nerviosos. Además, los investigadores descubrieron que las células madre positivas para CD34 podían regenerar la mielina en las neuronas, tanto en cultivos celulares como cuando se inyectaban en ratones portadores de un defecto genético que les impedía formar vainas de mielina.
Los nuevos hallazgos sugieren que estas células madre de melanocito CD34 positivo en el folículo piloso retienen algunas de sus capacidades anteriores. De esta forma, si existen poblaciones similares en los folículos pilosos humanos, potencialmente podrían aprovecharse para desarrollar nuevos tratamientos para lesiones nerviosas y para enfermedades desmielinizantes, como la esclerosis múltiple.
«En el futuro, planeamos continuar nuestra investigación en esta área al determinar si estas células pueden mejorar la recuperación funcional de la lesión neuronal -señala Thomas Hornyak, -, y aprovechar la información de todo el genoma que hemos descrito en el estudio actual para identificar células similares en la piel humana».