En los últimos meses diferentes ensayos clínicos están arrojando resultados esperanzadores en inmunoterapia en cáncer de mama, para el subtipo triple negativo, que representa al 15% de los cánceres de mama.
Uno de estos estudios es el IMpassion130, un ensayo clínico fase III, cuyos resultados han sido presentados en el Congreso de San Antonio (Texas), el más importante a nivel mundial en cáncer de mama y en el que ha participado el Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (Geicam).
La doctora Ana Lluch, miembro del Comité Científico de Geicam, ha presentado este martes las conclusiones de dicho estudio que supone “un rayo de esperanza” para las pacientes con cáncer de mama triple negativo.
Inmunoterapia contra el receptor PD-L1
Este tipo de cáncer representa un grupo muy heterogéneo y falto de progresos comparables en los últimos años a los otros dos grandes grupos de tumores: el HER 2 positivo y los luminales (hormonales).
El estudio IMpassion130 demostró que añadir inmunoterapia con el anticuerpo monoclonal Atezolizumab como tratamiento inicial a la quimioterapia se traducía en un incremento significativo de la supervivencia frente a la quimioterapia sola al pasar de 15 a 25 meses en pacientes con cáncer de mama avanzado.
Este anticuerpo se dirige contra el receptor PD-L1 del tumor. “Por primera vez, somos capaces de confirmar que la terapia inmune es eficaz en el cáncer de mama triple negativo que exprese el receptor PD-L1”, algo que ocurre entre el 40 y el 45 % de los casos, por tanto aquellos pacientes que no expresen este receptor no se benefician de este fármaco.
Ahora intentarán llevar la inmunoterapia a la enfermedad inicial (los casos no avanzados) para ver cómo evoluciona y está abierto un ensayo clínico que aún no ha arrojado ningún resultado.
Pero Lluch ha destacado que, por primera vez, “somos capaces de confirmar que la terapia inmune es eficaz en el cáncer de mama triple negativo que exprese el receptor PD-L1”, y que representa entre el 40 y el 45 % de los casos triple negativo por lo que serán las que se beneficien de esta terapia.
Otro de las investigaciones en marcha es el estudio KEYNOTE , también en fase III, con otro fármaco inmunoterápico, el Pembrolizumab, también contra el receptor PD-L1 en combinación con quimioterapia.
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Según declaraciones de la doctora Lluch en un comunicado, “los estudios van revelando que entre las mujeres con tumores triple negativo las que más se benefician de este nuevo abordaje terapéutico son las que presentan enfermedad en ganglios linfáticos, las que tienen menos masa tumoral y las que han recibido pocos tratamientos previos”.
Por su parte, la directora general de Geicam, Eva Carrasco, ha presentado los datos de una de las investigaciones lideradas por este grupo español y que sugiere “un impacto favorable” en el subgrupo de pacientes con tumores triple negativos no basales del uso de la quimioterapia oral (Capecitabina) después del tratamiento estándar.
Otros avances en cáncer de mama
Además de los avances en el tratamiento del cáncer de mama triple negativo, la doctora Ana Lluch ha destacado las aportaciones de dos trabajos que han puesto de manifiesto que las pacientes con solo uno o dos ganglios afectados pueden controlarse con radioterapia sin necesidad de someterse a una linfadenectomía axilar (extracción de los ganglios linfáticos), que provoca importantes molestias en las afectadas.
También se ha referido a un estudio que demuestra que el ejercicio físico y una restricción de la ingesta calórica disminuyen el riesgo de recaída en ciertos tipos de tumores.
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En cuanto al cáncer de mama HER2 positivo (que tienen entre el 15 y el 20 % de las mujeres con cáncer de mama), uno de los principales avances se da en el caso de las pacientes con enfermedad residual tras un tratamiento previo a la cirugía.
Lluch ha explicado que en el 50-60 % de los casos, el tumor desaparece con un tratamiento neoadyuvante (previo a la cirugía), pero aún queda un 40 % con enfermedad residual.
En estos casos, se usa un anticuerpo conjugado con quimioterapia en un mismo fármaco, el T-DM1, que consigue un incremento de la supervivencia libre de enfermedad en estas pacientes y reduce en un 30 % el riesgo de recaída.
Carrasco ha explicado que las investigaciones en marcha se centran en identificar estrategias que ayuden a revertir la resistencia a las terapias, probar tratamientos personalizados y de precisión, así comoinmunoterapias en distintos subtipos tumorales.
El cáncer de mama es el más frecuente entre las mujeres españolas y una de cada ocho lo sufrirá a lo largo de su vida. Se calcula que en Europa la probabilidad de desarrollar un cáncer de mama antes de los 75 años es del 8 %.