Un grupo de investigadores de la Universidad Central del Caribe en Bayamón, Puerto Rico están evaluando cómo la proteína alfa-cristalina -presente en el lente ocular de los vertebrados, aunque también se encuentra expresada en otros tejidos- podría incidir en la transparencia de las células, una característica que permitiría dar transparencia a las neuronas del cerebro, brindando mayor facilidad a los científicos para el estudio de las patologías cerebrales. Esto corresponde a la transparencia de tejidos 'in vivo'.
Ingerny Polanco
Agencia Latina de Noticias de Medicina y Salud Pública
Un grupo de investigadores de la Universidad Central del Caribe en Bayamón, Puerto Rico están evaluando cómo la proteína alfa-cristalina -presente en el lente ocular de los vertebrados, aunque también se encuentra expresada en otros tejidos- podría incidir en la transparencia de las células, una característica que permitiría dar transparencia a las neuronas del cerebro, brindando mayor facilidad a los científicos para el estudio de las patologías cerebrales. Esto corresponde a la transparencia de tejidos 'in vivo'.
“Con esta investigación nosotros intentamos aplicar esta proteína en células que no son transparentes, de modo que podamos realizar experimentos con neuronas en cultivo y luego de la aplicación del gen de alfa cristalina adquieran esta característica. En ese sentido, la idea es hacer un ratón transgénico que pueda tener alfa cristalina en las neuronas de su cerebro para hacerlo transparente. Esto debido a que en la actualidad hay nuevas técnicas que estudian el cerebro, como es el caso de la optogenética, sin embargo, el problema es que las células cerebrales son más opacas, lo que dificulta el estudio del mismo. Además, da la oportunidad de penetrar dentro de este órgano con mayor profundidad en caso de requerirse”,
explicó el Dr. Mikhail Inyushin, uno de los investigadores principales del estudio.
Según explica el galeno, la transparencia de tejidos 'in vivo', en el espectro de luz visible, es beneficiosa para muchas aplicaciones de investigación que utilizan métodos ópticos, ya sea que impliquen imágenes ópticas de las células o su actividad, intervención óptica para afectar a las células o su actividad en el interior de los tejidos, como el caso del tejido cerebral.
“La visión clásica es que un tejido es transparente si no absorbe ni dispersa la luz y, por lo tanto, la absorción y la dispersión son los elementos clave que deben controlarse para alcanzar la transparencia necesaria. Esta revisión se centra en los últimos enfoques genéticos y químicos para la decoloración de los pigmentos de los tejidos de modo que se reduzca la absorción de luz visible y los métodos para reducir la dispersión en los tejidos vivos”,
manifestó el investigador.
El especialista asegura que el hecho de tener el cerebro transparente da mucha ventaja para para técnicas como la optogenética, la cual es muy prometedora para comprender mejor los traumas y las enfermedades neurodegenerativas. Por ejemplo, sería de gran impacto para el estudio del glioblastoma, que es un tipo de cáncer agresivo que se genera en el cerebro o la médula espinal.
Estos se forman a partir de células denominadas «astrocitos» que proporcionan apoyo a las neuronas. Además, puntualiza que el glioblastoma puede ocurrir a cualquier edad, pero es más frecuente en adultos mayores. Puede provocar dolores de cabeza que empeoran, náuseas, vómitos y convulsiones.
“Pero, es importante destacar que aplica para todo tipo de estudios y estimular algunas células dentro del cerebro”,
concluyó el Dr. Inyushin.