Es tiempo de hacer algo con ola de depresión en la Isla

La depresión también está matizada por el problema de adicción a drogas y alcohol en la Puerto Rico.

Luis Penchi

    Es tiempo de hacer algo con ola de depresión en la Isla

    Puerto Rico ha enfrentado en los últimos seis años  eventos dramáticos  de características destructivas que han provocado una crisis de salud pública en medio de una ola depresiva generalizada.

    El país sufrió  los estragos del huracán María de los que aun no se recupera porque el periodo de reconstrucción de nuestra infraestructura física no ha terminado. En el 2020 una ola de terremotos asoló el sur del país y cientos de personas perdieron sus casas, mientras que miles de estudiantes y maestros se quedaron sin escuela. Después de estos dos dramáticos impactos, llegó la pandemia del COVID 19 y se impusieron mandatos de aislamiento con el cierre de planteles educativos, centros de trabajo y oficinas profesionales.

    Todo esto ha dejado una huella profunda en la Isla, provocando un severo problema de salud mental. Los números están allí. En el 2022 se reportaron 225 mil llamadas de auxilio en la línea PAS, que es el proyecto desarrollado por el gobierno para atender con premura el requerido de ayuda de personas en crisis. De esas 13 mil personas presentaron síntomas depresivos con ideas suicidas. Solo en la mitad del 2023 ya se habían reportado 203, mil llamadas con 10 mil incidencias de conducta suicida.

    La Doctora Monserrate Allende directora de PAS dijo que en el 2022 el promedio de llamadas fue de 24 mil al mes, pero para el 2023 se elevó de manera preocupante a 35 mil. La Doctora Karen Martínez, experta en salud mental de niños y adolescentes y directora del Programa de Psiquiatría de la Escuela de Medicina de Río Piedras, opinó que sobre todo en menores de edad, el año que acaba de concluir ha marcado el periodo de ajuste de los menores de edad luego de un proceso de dramático trauma.

    Martínez se refirió al análisis y reporte de pediatras del sur que dijeron a la Revista de Medicina y Salud Pública que durante la pandemia, la mitad de los niños  atendidos llegaban a sus oficinas con síntomas de depresión. "Esta tendencia ha continuado como un efecto de los problemas de los últimos años" opina por su parte la especialista que reconoció que existe una alerta en la Academia de Psiquiatría Americana con respecto a este problema local.

    Martínez también entrevistada por MSP recordó que ha sido solo en el año  2023 que los menores de edad han regresado a la rutina normal y esto sigue generando estrés y conductas de alto riesgo. "Los pediatras tienen que prepararse para atender esta crisis que sigue y que se ve afectada por la interacción masiva de los menores con las redes sociales. "Se está creando entre muchos sectores de la niñez  y la juventud , un sentido de desesperanza debido a la continua información  sobre guerras, cambio climático y violencia", abundó.

    Por su parte la presidenta de la Asociación de Psicología de Puerto Rico llamó  la atención sobre recientes casos de suicidio infantil en la Isla al final del 2023. En los últimos meses se reportaron los suicidios casi consecutivos de menores de 9, 12 y 15 años en la Isla. "Por regla general los niños  no se suicidan así que  estamos en medio de una crisis", dijo a MSP la Doctora Patricia Landers.

    En tanto el psiquiatra Edgardo Prieto llamó la atención a la alta prevalencia que se está dando en la depresión ,mayor en la Isla. El Doctor Prieto dijo que el 20 por ciento de los pacientes deprimidos alcanzan el nivel de depresión mayor. Esta es una condición que se diagnostica cuando el paciente pasa más de dos semanas con períodos de tristeza, falta o aumento súbito y desmedido del apetito, poca concentración, falta de ánimo para hacer las cosas que rutinariamente ejerce e ideativa de muerte o suicidio.

    La mayoría de las veces, la depresión mayor requiere medicación pero solo en casos incapacitantes y que revisten peligrosidad se requiere hospitalización. Muchos de los casos de depresión están matizados por la incidencia de disturbios químicos en el cerebro, que implican la falta de transmisión adecuada de unas neuronas a otras. En algunas ocasiones se trata de una predisposición genética lo que genera esta enfermedad, apuntó el especialista al subrayar que la depresión mayor puede afectar el sistema gastro intestinal, provoca trastornos cardiovasculares, disturbios inmunológicos y problemas dermatológicos.

    Prieto destacó que la prevalencia de la depresión mayor es el doble entre mujeres sobre hombres. La proporción de intentos suicidas entre las mujeres está en un rango de 3 a 1 sobre los hombres. Pero los hombres logran el suicidio tres veces más que las mujeres.

    El galeno explicó que la depresión es común en pacientes diabéticos. con hipotiroidismo y Lupus y afecta a personas con fibromialgia. Durante la pandemia, agregó, muchos pacientes con COVID también se deprimen.

    Pero la depresión también está matizada por el problema de adicción a drogas y alcohol en la isla, estimó el Doctor Prieto. La causa mas frecuente de muertes entre los alcohólicos, destaco, no es la cirrosis hepática, sino el suicidio

    Más recientemente el país ha observado también lo que parece ser un comportamiento criminal entre adultos mayores que podría estar relacionado con la depresión. En Yabucoa un anciano de 73 años se suicidó tras matar a su esposa, ejecutar a un hijo de ésta y herir gravemente a otras dos personas. En Toa Alta iniciando este año,un hombre de 62 años  se privó de la vida después de matar a su compañera, al hijo de esta y herir a dos vecinos.De hecho ese fue el primer feminicidio íntimo del 2024. Estos incidentes han provocado la admisión de las autoridades de que escasean los servicios de salud mental para personas de estas edades.

    Con este cuadro y tras declaraciones del Doctor Carlos Díaz, presidente del Colegio Médico de Puerto Rico de que hay un descontrol en el problema de salud mental, es claro que los esfuerzos que se están haciendo ante el apabullante asunto, no son suficientes.

    En mi humilde punto de vista, el gobierno debe elaborar una estrategia más agresiva que rebase los esfuerzos de la línea PAS. Las universidades y la academia deben estudiar a fondo esta delicada realidad, las organizaciones médicas, las iglesias, los grupos comunitarios y el liderato político y cívico tienen que aunar esfuerzos para combatir esta epidemia. En el día mundial de la lucha contra la depresión, hay que decirlo...HAY QUE HACER MÁS.... Es cuestión de vida o muerte.


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