La investigación muestra que el consumo regular del chile está relacionado con una reducción del riesgo de muerte por causas cardíacas y cerebrovasculares.
Servicios Combinados MSP
Poner un punto picante a tus platos con guindilla o chile es un gesto que puede ser beneficioso para el corazón. De acuerdo con un nuevo estudio, publicado en Journal of the American College of Cardiology, tomar este alimento picante reduce el riesgo de muerte por un infarto o ictus. La investigación, realizada en veintitrés mil personas, muestra que el consumo regular de esta especia está relacionado con una reducción del riesgo de fallecimiento por causas cardíacas y cerebrovasculares.
En concreto, las personas que lo consumen regularmente tienen un riesgo de mortalidad reducido en un 23% en comparación con aquellos a quienes no les gusta. El estudio ha sido realizado por el Departamento de Epidemiología y Prevención de I.R.C.C.S. Neuromed en Pozzilli, Italia, en colaboración con el Departamento de Oncología y Medicina Molecular del Istituto Superiore di Sanità en Roma, la Universidad de Insubria en Varese y el Cardiocentro Mediterráneo en Nápoles.
La investigación examinó a 22.811 ciudadanos de la región de Molise, en Italia, que participaron en el estudio Moli-sani. Después de hacer un seguimiento de su estado de salud durante un período promedio de aproximadamente 8 años, y teniendo en cuenta con sus hábitos alimenticios, los investigadores de Neuromed observaron que, en personas que regularmente consumen guindilla (4 veces a la semana o más), el riesgo de morir por un ataque cardíaco se veía reducido en un 40%. La reducción del riesgo de fallecimiento por causas cerebrovasculares fue aún mayor, en más de la mitad.
"Un hecho interesante es que la protección contra el riesgo de mortalidad era independiente del tipo de dieta que la gente seguía. En otras palabras, alguien puede seguir una dieta mediterránea saludable, otra persona puede comer menos saludable, pero para todos ellos la guindilla tiene un efecto protector",
explica Marialaura Bonaccio, epidemióloga del Neuromed y primera autora de la publicación a ABC.
El estudio Moli-sani es el primero en explorar las propiedades de esta especia en relación con el riesgo de muerte en una población europea y mediterránea.
"La guindilla es un componente fundamental de nuestra cultura alimentaria. A lo largo de los siglos, las propiedades beneficiosas de todo tipo se han asociado con su consumo, fundamentalmente sobre la base de anécdotas o tradiciones, cuando no magia. Es importante ahora que la investigación lo trate como un tema serio, aportando rigor y evidencia científica. Y ahora, como ya se observó en China y en los Estados Unidos, sabemos que las diversas plantas de las especies de pimiento, aunque se consumen de diferentes maneras en todo el mundo, pueden ejercer una acción protectora para nuestra salud",
comenta Licia Iacoviello, directora del Departamento de Epidemiología y Prevención del IRCCS Neuromed y profesora de Higiene y Salud Pública en la Università dell'Insubria de Varese.
Ahora serán necesarias nuevas investigaciones para comprender los mecanismos bioquímicos a través de los cuales la guindilla y sus «parientes» (todos unidos por la presencia de una sustancia llamada capsaicina), dispersos en todos los rincones del mundo, actúan. Por el momento, los amantes de la comida picante tienen una razón más para mantener su hábito.