Los avances y descubrimientos que continuamente se anuncian en el campo de la oncología – como también en otras ramas de la medicina – representa un gran reto para los profesionales de la salud.
Giovanny Vega
Agencia Latina de Noticias de Medicina y Salud Pública
Los avances y descubrimientos que continuamente se anuncian en el campo de la oncología – como también en otras ramas de la medicina – representa un gran reto para los profesionales de la salud.
Las enfermeras oncólogas en específico tienen la responsabilidad de continuar educándose en su ámbito laboral para estar siempre al día con los nuevos tratamientos que pudiesen ayudar a sus pacientes a elevar su calidad de vida, como en el caso de la innovadora inmunoterapia para combatir el cáncer de piel tipo melanoma.
“Las enfermeras oncólogas están muy bien formadas para preparar y administrar inmunoterapias, así como intervenir con el paciente en todos los aspectos. Estas nuevas terapias cambian día a día y nuestro primer aviso son los representantes médicos que nos orientan antes de que llegue la literatura”, reconoció Militza Negrón, quien cuenta con 24 años de experiencia en el campo de la salud.
Las enfermeras oncólogas deben contar con una sólida formación científica, humana y ética, siendo capaces de brindar cuidados integrales y especializados al paciente, teniendo siempre en cuenta a la familia.
En su faceta laboral, estas profesionales de la salud identifican cambios en el paciente a lo largo de la inmunoterapia y lo mantienen en observación, evalúan enzimas hepáticas, pancreáticas y niveles de TSH, documenta cada acción realizada y efectúa evaluaciones físicas, entre otros.
Sin embargo, en muchos casos esa labor va más allá del ámbito profesional. Las enfermeras oncólogas cuidan al paciente, lo que implica que deben fortalecerlo emocional y físicamente para continuar con sus tratamientos cuando la ansiedad y el estrés dicen presente.
Además, educan al paciente sobre el régimen, el tratamiento y sus posibles efectos secundarios; orientan a sus familiares y refieren al paciente – de ser necesario – a un psicólogo o trabajador social.
En general, el personal de enfermería oncológica juega un papel importante en el bienestar de los pacientes durante el tratamiento. Esta responsabilidad conlleva que las enfermeras estén altamente capacitadas y a la vanguardia de las nuevas terapias para proveer un servicio que dirija al paciente a gozar de una mejor calidad de vida.
Por fortuna, en los últimos años la participación de la enfermería en ensayos clínicos ha ido en aumento y se ha comenzado a conversar sobre su importante desempeño.