Para los científicos y especialistas, no existía ninguna duda respecto a la formación fetal y por consiguiente, al crecimiento de los órganos del cuerpo humano
Agencia Latina de Noticias Medicina y Salud Pública
Para los científicos y especialistas, no existía ninguna duda respecto a la formación fetal y por consiguiente, al crecimiento de cada órgano del cuerpo humano. Cada uno tiene una forma y unas características específicas que le permiten cumplir con sus funciones desde el nacimiento. Pero, un inesperado hallazgo plantea nuevos desafíos para la comunidad médica, especialmente en genética.
El descubrimiento fue realizado por investigadores de Rutgers, perteneciente a la Universidad Estatal de Nueva Jersey (Estados Unidos), quienes al hacer un estudio sobre el crecimiento y la formación de las alas de la mosca de la fruta, notaron que la manipulación realizada sobre las células -con el fin de modificar la manera de la división celular- no afecta de ninguna manera la forma final del órgano; en este caso, el ala. Los detalles del estudio se dieron a conocer en 'Current Biology'.
Desde hace mucho tiempo, los científicos atribuían la forma de la mosca de la fruta ('Drosophila') a la manera en la que se dividían las células, responsables del proceso de formación de este órgano. Sin embargo, lo que comprueba este estudio es que era una concepción errada. De acuerdo con la publicación original, las tensiones en todo el tejido que dictan la disposición general de las células podrían servir como modelo para un ala sin especificar el comportamiento de cada célula.
Creemos que comprender cómo se controla la forma de las alas también puede ayudarnos a entender cómo se controla la forma normal de muchos órganos humanos", explicó a infosalus.com el autor principal, Kenneth D. Irvine, investigador principal del Instituto Waksman de Microbiología y profesor Distinguido en el Departamento de Biología Molecular y Bioquímica en la Escuela de Artes y Ciencias.
Con este descubrimiento, los científicos planean seguir en la misma línea investigativa, ya que ahora el mismo equipo está concentrado en buscar los mecanismos o medios que permiten a cada órgano mantener su forma. Por ahora, su atención se centra en un grupo de genes -hallados en este modelo animal y seres humanos- que son necesarios para la forma de los órganos. Sin embargo, todavía no se comprende su función.
Al identificar los genes que influyen en la forma de los órganos, los científicos podrían detectar alteraciones en esos genes antes de que los síntomas de una enfermedad se vuelvan evidentes --señaló el investigador a infosalus.com--. Si se diagnostica una enfermedad antes de que aparezcan los síntomas, las personas podrían comenzar un plan de tratamiento para mejorar los síntomas en una etapa más temprana".