Pese a que la Hepatitis C es una enfermedad conquistada, el alto número de pacientes con el virus, la poca adherencia al tratamiento y la evaluación tardía de la condición hepática ha provocado que los gastroenterólogos locales tengan que idear estrategias que eviten que el hígado desarrolle cirrosis o hasta carcinoma hepatocelular.
Sin embargo, Puerto Rico cuenta con el Programa de Trasplante del Hospital Auxilio Mutuo donde se han salvado la vida de más de 150 pacientes con enfermedad terminal hepática, aunque no todas las complicaciones cirróticas permite la admisión de un nuevo órgano como única opción para salvar la vida de estos pacientes.
Esta es la realidad clínica descrita por el Dr. Iván Antúnez González, gastroenterólogo del Hospital Auxilio Mutuo en entrevista con la Revista de Medicina y Salud Pública (MSP), ante su actual encomienda como especialista de crear la conciencia necesaria para que se detecte a tiempo a los pacientes con complicaciones hepáticas.
El especialista también forma parte del Programa de Trasplante de Hígado de la institución hospitalaria y funge como actual presidente de la Asociación Puertorriqueña de Gastroenterólogos en la isla.
En Puerto Rico existe un grupo significativo de pacientes con problemas hepáticos que han desarrollado complicaciones cirróticas, tratándose del desarrollo de una inflamación crónicamente en el hígado y donde el tejido normal del órgano va cicatrizando y se reemplaza por tejido fibrótico.
“La causa más común de trasplante de hígado sigue siendo el virus de la Hepatitis C, donde tenemos una prevalencia alta de paciente con enfermedad de hígado crónico aunque no tengamos los números exacto para señalar la incidencia actualmente. Pero, si no atendemos a estos pacientes, un grupo significativo continuará enfrentando complicaciones cirróticas, y si no pueden ser trasplantados, fallecerán”, explicó el gastroenterólogo a MSP en primera instancia.
“El costo adicional al tratamiento del paciente con enfermedad hepática es uno alto al igual que el procedimiento del trasplante de hígado. Por eso se debe ser riguroso y tener la seriedad en el tratamiento de este tipo de complicaciones”, añadió.
Antúnez González afirmó de paso que la población que enfrenta complicaciones debido a su enfermedad hepática están a mayor riesgo de desarrollar carcinoma hepatocelular (cáncer de hígado), razón por la que es imperativo detectarlas y manejarlas agresivamente en etapas tempranas.
“Como las complicaciones cirróticas han aumentado hoy día, también con ella aumenta la incidencia del cáncer hepatocelular. O sea, no solo estamos bregando con los pacientes que presentan las complicaciones asociadas a la cirrosis sino que también, trabajamos para prevenir este tipo de cáncer hepático que podría surgir y que no responde a tratamiento de quimioterapias usuales”, señaló.
“Ahora lo que vemos es el pico de pacientes con Hepatitis C que estaban contagiados hace 30 y 40 años presentando este tipo de complicación asociada a cirrosis y que también ha desarrollado carcinoma hepatocelular. Muchas veces es retante porque los pacientes llegan con tumores ya grandes, no es mucho lo que podemos hacer. La clave es tratar a tiempo los pacientes con Hepatitis C y prevenir la cirrosis”, recomendó.
El reto clínico al que se enfrenta la clase médica del país es la incidencia de la condición de hígado graso, considerado por el gastroenterólogo como uno “letal”, porque también provocará complicaciones cirróticas, tomando en cuenta que esta afección es parte del denominado síndrome metabólico en la isla.
Un estudio realizado por investigadores en Salud Pública del Recinto de Ciencias Médicas (RCM) reveló que el síndrome metabólico impera en la región de San Juan, especialmente en hombres entre las edades de 50 a 59 años (62.6%) y en mujeres entre los 70 a 79 años (65.2%).
“Esto es parte del síndrome metabólico, en pacientes con obesidad. Será la nueva epidemia. Necesitamos que los médicos hagan los referidos tempranos. Nuestra meta final es que ningún paciente en Puerto Rico con complicaciones de hígado tenga que ser trasplantado, donde no todo el mundo cualifica y se trata de un procedimiento costoso. Si el paciente no es candidato, lamentablemente fallecerá”, finiquitó Antúnez González.