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La producción acelerada de un sin número de fármacos de para atacar diversas manifestaciones de la diabetes ha logrado controlar la condición y sus efectos efectivamente. Empero, el alto costo de los medicamentos limita su uso, afectando a largo plazo la salud de sus pacientes.
De acuerdo a un artículo publicado en la
Revista Puertorriqueña de Medicina y Salud Pública (MSP) por la doctora Margarita Ramírez Vick, directora de Endocrinología del Departamento de Medicina del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico, apenas 20 años atrás, solo se contaba con la
insulina
como terapia inyectable y las
sulfonilureas
como terapia oral para tratar la diabetes.
“Hoy día tenemos sobre seis clases de
hipoglucemiantes (
fármaco que posee la capacidad de disminuir los niveles de glucosa en sangre)
orales y tres clases en inyectable, incluyendo la
insulina
”, indicó la Galeno.
El medicamento más conocido para tratar la Diabetes Tipo 2 es el
metformin
, dirigida al control de la glucosa primordialmente, pero beneficioso para la reducción en incidencia de cáncer y eventos cardiovasculares, entre otros.
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“Su efecto secundario más común es el que relacionada el tracto gastrointestinal aunque se puede lograr tolerancia adversa con el uso continuo del medicamento”, aclaró la Dra. Ramírez Vick.
Durante la última década han surgido tres clases de hipoglucemiantes esenciales para la terapia farmacológica dirigida a combatir la Diabetes Tipo 2, combinada con
metformin.
Los mismos se caracterizan por poseer una baja incidencia de hipoglucemia si se compara con la insulina y las sulfonilureas.
“Primero llegaron las incretinas dirigidas a preservar la célula beta del páncreas e incluyen a los análogos de GLP-1 y los inhibidores de la enzima DPP4”, comentó.
La Dra. Ramírez Vick aclaró que las terapias no deben combinarse por actuar a través del mismo mecanismo y que dos de sus efectos secundarios son gastrointestinales, aunque el más peligroso, pero no común, es la pancreatitis.
Al presente los análogos GLP-1 aprobados por el Food and Drug Administration (FDA, por sus siglas en inglés) son:
Byetta (exenatide de corta duración); Bydureon (exenatide de larga duración); Victoza (liraglutide); Tanzeum (albiglutide); y Trulicity (dulaglutide).
De todos ellos, hasta este momento, solo
Victoza
ha demostrado una reducción en riesgo cardiovascular.
Mientras que los inhibidores DPP-4, aprobados por el FDA, son sitagliptina (Januvia); saxagliptina (Onglyza); linagliptina (Tradjenta); y Alogliptina (Nesina). Cuyas combinaciones suceden con metformin, Janumet, Kombiglyze, Jentadueto y Kazano, respectivamente. Estos medicamentos se han asociado a una artritis severa e incapacitante que resuelve con descontinuar el medicamento. Además, saxagliptina y alogliptina se han visto relacionados a aumento en fallo cardíaco congestivo.
Finalmente, dijo que, entre las terapias más recientes, los inhibidores de los receptores de SGLT-2, causan un aumento en la filtración de la glucosa del riñón provocando una baja de peso como en la presión sanguínea.
Los aprobados en este renglón son: canagliflozin (Invokana), dapagliflozin (Farxiga) y empagliflozin (Jardiance), y, sus respectivas combinaciones con metformina, Invokamet, Xigduo y Synjardy.
Entre el listado de las nuevas insulinas se incluye la inhalada de acción rápida (Afrezza). La misma está condicionada a los fumadores y pacientes con condiciones respiratorias. Aunque fue aprobada en el 2013, no ha tenido mucho arraigo en la comunidad. Otra de las insulinas es
Glargine
, de larga duración; y
Lantus,
similar a la anterior, pero con una menor incidencia de hipoglicemia nocturna.
“Casi al mismo tiempo sale al mercado
Ryzodeg
, una combinación de
deglude
con
aspart,
y es de rápida acción. Y otra es, la
isulina Humulin R U 500 kwilpen
, una super concentrada, contienen 100 unidades por mililitro. Y se utiliza en pacientes con resistencia a insulina que requieren grandes dosificaciones”, finiquitó.
En un futuro cercano se espera que lleguen al mercado varias combinaciones de insulina con análogos de GLP-1. Actualmente hay dos sometidos a la FDA,
IDegLira
, que es una mezcla de
Tresiba y Victoza, e IGlarLixi
, la combinación de
glargine
con
lixisenatide
, el cuál es un GLP-1 que aún no ha sido aprobado en los Estados Unidos.
Otro análogo de GLP-1 que se espera sea sometido al FDA durante este año es el
semaglutide
, el cual se administra de forma subcutánea una vez en semana, y aparenta tener un efecto positivo en el riesgo cardiovascular. Este medicamento también se está estudiando en forma oral y sería el primer GLP-1 que vendría en tabletas.
Entre los inhibidores de DPP-4, se encuentra bajo revisión por el FDA
omarigliptin
que se diferencia de los demás en ser una tableta que se toma una vez en semana. Por otro lado, se está estudiando un inhibidor dual de los receptores de SGLT-1 y SGLT-2 llamado
sotagliflozin
que aumenta aún más la excreción de glucosa en comparación con los que inhiben solo SGLT-2.
Busque en este enlace la infografía sobre la realidad de la diabetes en Puerto Rico.