La población pediátrica con la enfermedad tiene mayor riesgo de padecer problemas digestivos que los adultos.
La celiaquía o enfermedad celíaca no tiene cura y se caracteriza por la reacción del sistema inmunológico ante el consumo de gluten, una proteína que se encuentra en múltiples alimentos e ingredientes como el trigo, la cebada y el centeno.
La reacción inmunitaria se desencadena en el intestino delgado y con el tiempo daña el revestimiento del intestino, impidiendo que se absorban los nutrientes necesarios y provocando lo que se conoce como una malabsorción. En la población infantil, la malabsorción puede afectar el crecimiento y desarrollo.
Al respecto, la Dra. Eileen Lugo Pérez, gastroenteróloga pediátrica del Hospital de la Concepción, quien tiene una amplia trayectoria en las enfermedades gastrointestinales de niños puertorriqueños, explicó que en esta condición, “el sistema inmunológico está atacando las vellosidades que recubren el intestino y absorben los nutrientes, por eso, los pacientes pueden presentar estreñimiento, pérdida de peso, diarrea y erupciones en la piel”.
También enfatizó en la importancia de primero evaluar al infante mediante estudios de sangre, para buscar anticuerpos contra el gluten o alguna proteína de revestimiento del intestino y confirmar que padezca la enfermedad. Si el resultado no es positivo, la especialista indicó que se debe hacer una endoscopia para llegar al diagnóstico indicado.
Además, de ello, se puede tomar una muestra del intestino delgado para verla en un microscopio, el proceso es conocido como biopsia
Panorama actual en Puerto Rico
En cuanto a la prevalencia de esta condición, cabe mencionar que investigadores de la Ponce Health Science University, encontraron una incidencia del 3.3 % de la enfermedad celíaca en el sur de la Isla. El estudio incluyó una población global de 400 pacientes de 0 a 21 años en una clínica privada al sur de Puerto Rico.
Además de la enfermedad celíaca, los investigadores encontraron que la sensibilidad al gluten no celíaca obtuvo un puntaje de 2.2 y la alergia al gluten alcanzó el 6.3 % y los pacientes presentaron enfermedades relacionadas con la gastritis y duodenitis crónica. El dolor abdominal predominó como síntoma principal.
Otros síntomas no relacionados con el sistema digestivo, que pueden presentar los pacientes pediátricos y adultos, son: anemia, generalmente por deficiencia de hierro; pérdida de densidad ósea; reblandecimiento óseo; erupción cutánea con picazón y ampollas; úlceras en la boca; dolores de cabeza; dolor articular y disminución del funcionamiento del bazo.
De acuerdo con la gastroenteróloga pediátrica, el manejo de esta condición se basa en la adecuada alimentación. “El tratamiento para las condiciones celíacas es mayormente una dieta libre de gluten y eso permite que el intestino mejore”.
Además del trigo, los alimentos que contienen gluten incluyen la cebada, el trigo bulgur, trigo candeal, crema de trigo, harina de Graham, malta, centeno, sémola y escanda. Por lo general, los nutricionistas y dietistas le indican al paciente y a sus cuidadores las principales recomendaciones para planear una dieta saludable libre de gluten.
Según Mayo Clinic, para la mayoría de las personas con enfermedad celíaca, una alimentación sin gluten permitirá que el intestino delgado sane. En el caso de los niños, esto suele llevar de tres a seis meses y para los adultos, la curación completa puede tomar varios años.
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