950 enfermeros se han contagiado con COVID-19 en 10 meses en Puerto Rico

Los profesionales de enfermería han sufrido los embates de la pandemia. El repunte en el número de casos positivos atenta contra los que se mantienen en primera línea de servicio al paciente

Medicina y Salud Pública

    950 enfermeros se han contagiado con COVID-19 en 10 meses en Puerto Rico

    Yizeth Arellano
    Agencia Latina de Noticias Medicina y Salud Pública

    El representante del Colegio de Enfermería Práctica Licenciada de Puerto Rico, Julio Irson Ramos, indicó que la pandemia los ha enfrentado a vivir con fatiga, cansancio, largas jornadas de trabajo y sus iguales comienzan a sentir las consecuencias. 

    “Tenemos fatiga, tenemos cansancio, tenemos una jornada laboral increíble, enorme. Así que la gente está comenzando a enfermarse porque uno de los principales enemigos del sistema inmunológico es el cansancio. Se nos están enfermando.” explicó el licenciado Ramos. 

    Los profesionales de enfermería han sufrido los embates de la pandemia. El repunte en el número de casos positivos atenta contra los que se mantienen en primera línea de servicio al paciente, de manera física y psicológica. 

    “Nosotros estamos bien expuestos porque somos la primera línea de defensa, somos los individuos que recibimos al paciente una vez el paramédico lo trae o el familiar lo trae, desde una sala de emergencia, o es traído desde la oficina de un médico privado, a través de una admisión directa” relató Ramos. 

    El personal de enfermería cumple una función medular en cuanto a la dinámica en los centros de salud se refiere y están expuestos en gran medida por las acciones que realizan.  Son los encargados de ejecutar todos los cuidados, reciben todas las órdenes de los médicos y asisten a los doctores en el momento de una entubación, mientras trabajan en equipo junto a los médicos terapistas respiratorios y los anestesistas o enfermeros anestesiólogos. 

    Los equipos de protección 

    El número de enfermeros contagiados aumenta y muy cercano a mil, reconocen que la lentitud en la dotación de los equipos necesarios para su protección fue un elemento clave en la propagación del virus en los centros hospitalarios. 

    “Al inicio de la pandemia los profesionales de la salud y los profesionales de enfermería enfrentamos una gran dificultad para conseguir estos equipos, por eso fue una gran cantidad de los que se expusieron. Luego de que el gobierno a través de una inyección de dinero, los hospitales recibieron una inyección de 150 millones de dólares. En Puerto Rico tenemos solamente un grupo reducido de hospitales públicos y la mayoría sobre 70 hospitales privados", aseveró Ramos. 

    Sumado a la lentitud de la dotación de equipos de protección hay otros elementos importantes a considerar, y que afectan a este sector salubrista del país, como por ejemplo: las jornadas de trabajo, la asistencia psicológica y el reclutamiento o la suma de nuevos enfermeros a los centros de salud. 

    Largas horas de trabajo 

    Los cambios producto de las medidas tomadas para prevenir el contagio por coronavirus, se vieron reflejados en la asistencia de pacientes a consultas y el ingreso económico percibido por los centros de salud que los llevó a reducir su personal. 

    “Al inicio de la pandemia se dio la situación de que algunos de los hospitales tuvimos cesantia de personal, osea se redujo la plantilla del personal. Se supone que esta inyección de dinero de los 150 millones nos iba a ayudar a volver a traer a estas personas. Puesto que en los hospitales de momento se quedaron vacíos y no estaban teniendo encuentro médico lo que hacía era que no generaba ingreso para el hospital y se tomaron las decisiones administrativas.” detalló Ramos. 

    Sin embargo, la realidad es que los centros de salud, en especial los que atienden pacientes de covid tuvieron que cubrir la demanda con un menor número de enfermeros.

    “Tenemos muchos hospitales que han adoptado que se lleven jornadas laborales de 12 horas y eso también es canson, se convierte en abusivo. Pero, obviamente se le presenta el plan de trabajo a los empleados y si así ellos lo deciden ya es completamente distinto `, narró el licenciado. 

    A pesar de que los centros de salud se doten de los equipos necesarios, la falta de personal de relevo, hace que el cansancio se convierta en un enemigo silente para quienes ejercen esta labor de entrega y compromiso. 

    “Puede resultar que la institución pueda querer y tener la mejor de las voluntades de poder darnos las herramientas pero, el cansancio va a estar allí. Y lo podemos mitigar, pero, nosotros necesitamos también que se logre reclutamiento, que los nuevos colegas entiendan que esto es responsabilidad de todos, y que si todos nos protegemos pues no nos vamos a contagiar” enfatizó Ramos. 

    El miedo al contagio es el limitante número uno que se interpone para que esta dificil realidad cambie. “Hay instituciones que han querido comenzar un nuevo reclutamiento, pero obviamente por la pandemia, ellos me llaman y me dicen que aunque están tratando de conseguir enfermeros y enfermeras práctica pero no se nos hace posible. Lo hemos puesto en la página del colegio, hemos hecho todo lo humanamente posible pero la realidad es que la gente no quiere exponerse. La gente no se quiere contagiar” aseguró. 

    Los días pasan, los números aumentan y mientras los enfermeros esperan que sus pares se puedan sumar a su labor hacen un llamado a los pacientes. 

    “Es importante que todos los pacientes se protejan pese a que hayan estado contagiados o estén en un rastreo de contactos para establecer si o no se contagiaron porque nos van a ayudar a protegernos a nosotros. Ese virus no va a salir fuera de sus mascarillas. Lo que significa que no va a exponer al personal de enfermería.” agregó. 

    El uso de la mascarilla en lugares cerrados es de vital importancia, y el licenciado Ramos explicó que esto se debe a los sistemas de ventilación vigentes en los centros de salud. 

    “En la mayoría de los hospitales no tenemos el sistema donde se refresca el aire, sino que tenemos aire circulante y estos aerosoles van a provocar que el virus quede suspendido en el aire y de alguna manera u otra el personal lo pueda entrar a su sistema. porque obviamente no hay un sistema de aire que saque el aire contaminado y deje solamente el aire limpio” detalló Ramos. 

    La ayuda es insuficiente 

    El licenciado Ramos explicó que existe una línea de atención para los enfermeros y personal de la salud que requiera asistencia en estos momentos ya que no todos los centros cuentan con un servicio de apoyo psicológico para sus empleados. . “Hay muy pocos hospitales que tienen clínicas de empleados o salud ocupacional. Sin embargo, nosotros tenemos La Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción mejor conocida como ASSMCA, y abrió una división para mitigar el cansancio, la fatiga, el estrés, la quemazón, para ayudar a la ciudadanía” puntualizó. 

    Sin embargo, la realidad es que, los servicios disponibles no son efectivos para los profesionales de la salud.  “Esto no ha sido tan efectivo porque obviamente nosotros tenemos una población demasiado afectada. Nosotros estamos en cuatro paredes dando servicio. Y la realidad es que, nosotros necesitamos que nuestros empleadores en algún momento dado se ocupen del hecho de que puedan traer personas para que nos ayuden a alcanzar ese balance.”concluyó Ramos.

    El aumento de contagios sigue asechando al personal médico al día de hoy 950 enfermeros han tenido COVID-19.

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