Experta enfatiza que la dieta debe personalizarse para optimizar el control glucémico y el rendimiento en pacientes con diabetes.

La alimentación es clave para la energía, el control glucémico y el rendimiento. Durante el evento Warm Up 5K por la Diabetes, organizado por la Asociación Puertorriqueña de Diabetes con cobertura de la revista Medicina y Salud Pública, La Lcda. Cinthia Santiago explicó cómo estructurar la dieta para apoyar la actividad física y el manejo diario de la diabetes.
La especialista fue clara en que la alimentación no puede responder a recetas iguales para todos, sino a las metas, preferencias y condiciones de cada paciente.
“No es lo que yo te diga como nutricionista; es lo que el paciente quiere. A veces se cree que es lo mismo para todos, y no. Todo es importante”.
Señaló que una buena nutrición contribuye no solo al control de peso, sino también al equilibrio de los lípidos en sangre y la regulación del metabolismo a largo plazo, elementos fundamentales en personas con riesgo o diagnóstico de diabetes.
Santiago Díaz desmitificó la idea de que los carbohidratos deben eliminarse para controlar la glucosa: “No puedo sacar los carbohidratos y vivir solo de proteínas o vegetales; esa no es la manera correcta para manejar los niveles de azúcar”.
Explicó que la clave está en el tipo y la cantidad consumida: “Puedo comer arroz blanco sin problema, pero ¿qué cantidad me sirvo en esa comida? Eso es lo más importante”.
Recomendó priorizar carbohidratos de origen integral y alimentos con mayor contenido de fibra, como frutas enteras y vegetales frescos, congelados o enlatados, que ayudan a reducir picos de glucosa y mejorar la digestión.
La nutricionista hizo hincapié en la importancia de aprender a leer etiquetas y elegir alimentos que ofrezcan un aporte real de fibra:
“Un cereal integral debe tener al menos tres gramos de fibra por porción. La recomendación diaria es de 25 a 30 gramos provenientes de alimentos naturales”.
Recordó que la fibra contribuye al control de colesterol, glucosa, tránsito intestinal y sensación de saciedad.
Durante la actividad, la especialista también respondió preguntas sobre preparaciones comunes como la maicena y la avena, destacando que la calidad del alimento depende de su forma de procesamiento:
“Mientras más molida sea la avena, menos efecto tiene en términos de fibra y saciedad”.
Añadió que su consumo puede complementarse con semillas, almendras o pequeñas porciones de proteína para evitar fluctuaciones bruscas de glucosa.
La nutricionista insistió en que más cantidad no es necesariamente mejor:
“No necesitamos un pedazo de carne de 10 o 12 onzas. Una porción segura está entre tres y cuatro onzas”.
Recomendó preferir proteínas bajas en grasa y grasas saludables como semillas, nueces y aceites 100% vegetales:“Lo importante es la cantidad y la calidad del aceite que se escoja”.
El control de peso, añadió, está estrechamente asociado al control de glucosa y a la disminución de complicaciones a corto y largo plazo.
Santiago Díaz subrayó que muchas personas subestiman la importancia de beber suficiente agua:“La hidratación previene la fatiga y regula la glucosa. Una persona que no bebe agua puede tener descontrol del azúcar en sangre”.
Aclaró que cuando habla de hidratación, se refiere principalmente a agua, no a bebidas procesadas o azucaradas.
Para la experta, el movimiento diario es un elemento indispensable:
“La combinación de nutrición adecuada con actividad física mejora significativamente la acción de la insulina”.
Las nuevas recomendaciones sugieren entre 150 y 300 minutos de ejercicio moderado a la semana, con entrenamiento de resistencia al menos dos o tres días, siempre ajustado a la condición física y supervisado cuando sea necesario.
Además, insistió en evitar el sedentarismo prolongado:“Si llevamos mucho tiempo sentados, levantémonos, caminemos, aunque sea diez minutos, para reactivar el cuerpo”.
La nutricionista recordó que medirse los niveles de glucosa de forma regular es indispensable para entender cómo responde el cuerpo a los alimentos y medicamentos: “Con dos mediciones al día podemos evaluar cómo seguimos, pero el médico puede recomendar más”.
Finalmente, destacó la importancia de la educación continua, el acompañamiento profesional y la toma de decisiones informadas: “Una nutrición adecuada que se ajuste a mis necesidades y actividad física conforme mi cuerpo lo permita es fundamental para ver beneficios reales”.
La especialista cerró agradeciendo el espacio y resaltando que la salud metabólica depende de constancia, disciplina y conocimientos accesibles para todos.