Ajustar carbohidratos, fibra y proteína según cada paciente es vital para optimizar el control glucémico

Experta enfatiza que la dieta debe personalizarse para optimizar el control glucémico y el rendimiento en pacientes con diabetes.

Laura Guio

    Ajustar carbohidratos, fibra y proteína según cada paciente es vital para optimizar el control glucémico

    La alimentación es clave para la energía, el control glucémico y el rendimiento. Durante el evento Warm Up 5K por la Diabetes, organizado por la Asociación Puertorriqueña de Diabetes con cobertura de la revista Medicina y Salud Pública, La Lcda. Cinthia Santiago explicó cómo estructurar la dieta para apoyar la actividad física y el manejo diario de la diabetes.

    La especialista fue clara en que la alimentación no puede responder a recetas iguales para todos, sino a las metas, preferencias y condiciones de cada paciente.

    “No es lo que yo te diga como nutricionista; es lo que el paciente quiere. A veces se cree que es lo mismo para todos, y no. Todo es importante”.

    Señaló que una buena nutrición contribuye no solo al control de peso, sino también al equilibrio de los lípidos en sangre y la regulación del metabolismo a largo plazo, elementos fundamentales en personas con riesgo o diagnóstico de diabetes.

    Carbohidratos: Necesarios pero en porciones adecuadas

    Santiago Díaz desmitificó la idea de que los carbohidratos deben eliminarse para controlar la glucosa: “No puedo sacar los carbohidratos y vivir solo de proteínas o vegetales; esa no es la manera correcta para manejar los niveles de azúcar”.

    Explicó que la clave está en el tipo y la cantidad consumida: “Puedo comer arroz blanco sin problema, pero ¿qué cantidad me sirvo en esa comida? Eso es lo más importante”.

    Recomendó priorizar carbohidratos de origen integral y alimentos con mayor contenido de fibra, como frutas enteras y vegetales frescos, congelados o enlatados, que ayudan a reducir picos de glucosa y mejorar la digestión.

    Fibra: Herramienta clave para el control metabólico

    La nutricionista hizo hincapié en la importancia de aprender a leer etiquetas y elegir alimentos que ofrezcan un aporte real de fibra:

    “Un cereal integral debe tener al menos tres gramos de fibra por porción. La recomendación diaria es de 25 a 30 gramos provenientes de alimentos naturales”.

    Recordó que la fibra contribuye al control de colesterol, glucosa, tránsito intestinal y sensación de saciedad.

    Elegir equipos nutricionales adecuados

    Durante la actividad, la especialista también respondió preguntas sobre preparaciones comunes como la maicena y la avena, destacando que la calidad del alimento depende de su forma de procesamiento:

    “Mientras más molida sea la avena, menos efecto tiene en términos de fibra y saciedad”.

    Añadió que su consumo puede complementarse con semillas, almendras o pequeñas porciones de proteína para evitar fluctuaciones bruscas de glucosa.

    Proteínas magras y grasas saludables

    La nutricionista insistió en que más cantidad no es necesariamente mejor:

    “No necesitamos un pedazo de carne de 10 o 12 onzas. Una porción segura está entre tres y cuatro onzas”.

    Recomendó preferir proteínas bajas en grasa y grasas saludables como semillas, nueces y aceites 100% vegetales:“Lo importante es la cantidad y la calidad del aceite que se escoja”.

    El control de peso, añadió, está estrechamente asociado al control de glucosa y a la disminución de complicaciones a corto y largo plazo.

    Hidratación: Una aliada en el manejo de la glucosa

    Santiago Díaz subrayó que muchas personas subestiman la importancia de beber suficiente agua:“La hidratación previene la fatiga y regula la glucosa. Una persona que no bebe agua puede tener descontrol del azúcar en sangre”.

    Aclaró que cuando habla de hidratación, se refiere principalmente a agua, no a bebidas procesadas o azucaradas.

    La actividad física amplifica los beneficios de una buena alimentación

    Para la experta, el movimiento diario es un elemento indispensable:

    “La combinación de nutrición adecuada con actividad física mejora significativamente la acción de la insulina”.

    Las nuevas recomendaciones sugieren entre 150 y 300 minutos de ejercicio moderado a la semana, con entrenamiento de resistencia al menos dos o tres días, siempre ajustado a la condición física y supervisado cuando sea necesario.

    Además, insistió en evitar el sedentarismo prolongado:“Si llevamos mucho tiempo sentados, levantémonos, caminemos, aunque sea diez minutos, para reactivar el cuerpo”.

    Monitoreo diario y educación continua

    La nutricionista recordó que medirse los niveles de glucosa de forma regular es indispensable para entender cómo responde el cuerpo a los alimentos y medicamentos: “Con dos mediciones al día podemos evaluar cómo seguimos, pero el médico puede recomendar más”.

    Finalmente, destacó la importancia de la educación continua, el acompañamiento profesional y la toma de decisiones informadas: “Una nutrición adecuada que se ajuste a mis necesidades y actividad física conforme mi cuerpo lo permita es fundamental para ver beneficios reales”.

    La especialista cerró agradeciendo el espacio y resaltando que la salud metabólica depende de constancia, disciplina y conocimientos accesibles para todos.


    Más noticias de Endocrinología-Diabetes