Tratamiento sistémico para la dermatitis atópica alivia síntomas de depresión, indica nuevo estudio

La terapia que recibieron los participantes de la investigación incluyó dupilumab, metotrexato y ciclosporina.

Luisa Ochoa

    Tratamiento sistémico para la dermatitis atópica alivia síntomas de depresión, indica nuevo estudio

    De acuerdo con un estudio prospectivo de cohortes clínicas presentado en el Congreso Anual de la Sociedad Internacional de Dermatitis Atópica, el tratamiento sistémico de la dermatitis atópica, además de aliviar los síntomas de la piel, también mejora el estado de ánimo de los pacientes. 

    Seguimiento de pacientes a los 6 y 12 meses de tratamiento

    El estudio utilizó datos recientes de un registro nacional de Suecia llevado a cabo vía internet, que incluye a pacientes con dermatitis atópica que recibieron tratamiento sistémico entre junio de 2017 y agosto de 2021.  Cabe mencionar que los participantes recibieron seguimiento a los 6 y 12 meses para el criterio de valoración primario y los síntomas depresivos, utilizando la Escala de Depresión de Montgomery-Åsberg.

    Los criterios de valoración secundarios incluyeron: Índice de área y gravedad del eccema; escala de gravedad de eccema orientada al paciente; Índice de Calidad de Vida en Dermatología; y la Escala analógica visual/escala de calificación numérica de prurito.

    Al respecto, la Dra. Lina Ivert, de la Unidad de Dermatología y Venereología en el Departamento de Medicina del Karolinska Institutet, en Estocolmo, Suecia e investigadora del estudio, afirmó que, “estudios aleatorizados y controlados de fase 3 han demostrado que el tratamiento sistémico de la dermatitis atópica reduce los síntomas depresivos, pero queda por demostrar si esto es cierto en cohortes del mundo real”.

    Gran porcentaje de pacientes tenían depresión moderada y leve

    Al inicio de la investigación, 120 pacientes de mediana de edad comenzaron tratamiento con dupilumab, metotrexato o ciclosporina. Aunque cerca de la mitad no tenían depresión al inicio, la depresión leve estaba presente en un 29,2 %, la depresión moderada en un 20 % y la grave en un 4,2 %.

    Principales resultados

    Por otro lado, entre 59 pacientes con datos de seguimiento de 6 meses (48 con dupilumab, 10 con metotrexato, 1 con ciclosporina), todos los síntomas depresivos mejoraron significativamente en la Escala de Depresión de Montgomery-Åsberg y la reducción del sueño fue lo que más mejoró. 

    De manera similar, las puntuaciones generales de MADRS-S mejoraron, al igual que las puntuaciones del índice de área y gravedad del eccema, la escala de gravedad de eccema orientada al paciente, el índice de calidad de vida en dermatología y puntajes de prurito.

    El análisis también encontró una asociación entre la puntuación de la Escala de Depresión de Montgomery-Åsberg y todos los criterios de valoración secundarios. Además, todas estas mejoras siguieron siendo significativas entre los 36 pacientes con datos de seguimiento de 12 meses.

    Sobre ello, la Dra. Ivert destacó que, “la mediana de reducción de la escala de Montgomery-Åsberg para la evaluación de la depresión también se mantuvo cuando excluimos a 8 pacientes que tomaban antidepresivos durante el periodo de estudio, por lo que estos resultados no pueden explicarse por la medicación psiquiátrica”.

    También agregó que tres pacientes con ideación suicida grave mejoraron en el ítem de suicidio de la escala de Montgomery-Åsberg a menos de 2 puntos. “Entonces, este estudio nos enseñó a observar la puntuación del ítem de suicidio y no solo la puntuación total de la escala”.

    Hallazgos diferentes en pacientes que recibieron determinados medicamentos

    Al comparar a los pacientes tratados con dupilumab con los tratados con metotrexato, el análisis mostró que, aunque las puntuaciones iniciales de la escala de Montgomery-Åsberg no diferían significativamente entre ellas, hubo una reducción significativa a los 6 meses en el grupo de dupilumab, pero no en el grupo de metotrexato.

    Con relación a estos hallazgos, la Dra. Marissa Joseph, dermatóloga pediátrica de la Universidad de Toronto, indicó que “los efectos en la salud mental de las afecciones inflamatorias de la piel como la dermatitis atópica son bien conocidos, pero si se exploran o no en la interacción médico-paciente es un escenario completamente diferente”.

    La especialista también mencionó que hay limitaciones de tiempo, “a veces se necesita profundizar un poco, pero explorar esos tipos de síntomas es algo que debemos hacer más y la gravedad de la enfermedad y las razones para el tratamiento no son solo lo que uno puede ver”.

    Fuente consultada aquí.

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