La literatura médica refiere que la mayor parte de las queilitis se dan en el labio inferior.
Por lo general, a los procesos inflamatorios en los labios que no son específicos y se caracterizan por la descamación, erosión y fisuraciones, se les denomina queilitis; lesiones en forma de pequeñas grietas dolorosas en la boca.
Existen varios tipos de queilitis: angular, eccematosa, actínica, glandular, granulomatosa y de células plasmáticas. Los síntomas más comunes incluyen eritema, sequedad, descamación, presencia de fisuras, inflamación, picazón y ardor.
Varias causas pueden generar estos síntomas de descamación y grietas en los labios, por lo que para diferentes expertos, prestar importancia a los cambios en la apariencia de esta zona permite identificar alguna patología más grave o el agente causante de la afección.
De acuerdo con el Manual de Merck, MDS, la queilitis es en el fondo una forma de inflamación que afecta a los labios y que puede hacer que se agrieten o se descamen y se tornen rojizos y/o dolorosos. Cuando se produce específicamente en las comisuras, recibe el nombre de queilitis angular.
Agentes que desencadenan la queilitis
La causa más común es la irritación por agentes externos. Por ejemplo, la radiación solar o ciertas sustancias pueden provocar agrietamiento en los labios, si entran en contacto con la frágil piel de esta parte del cuerpo.
Sin embargo, la queilitis puede estar provocada por diferentes enfermedades. Entre ellas, es común en las infecciones por ciertos patógenos como Staphylococcus aureus o Candida. Según la literatura médica, Staphylococcus aureus es la más peligrosa de todas los estafilococos. Estas bacterias grampositivas en forma de esfera a menudo causan infecciones en la piel.
Ciertas alergias y problemas de naturaleza inmunológica también pueden causar este síntoma. Asimismo, en algunos casos puede deberse a carencias nutricionales, por ejemplo de hierro o de vitamina B2.
Otras posibles causas están relacionadas con llevar una dentadura postiza que no separa adecuadamente las mandíbulas o tener los dientes desgastados en exceso, lo que se traduce en menos espacio entre los dientes superiores y los inferiores.
No obstante, si el síntoma se vuelve persistente en los labios, lo más recomendable es consultar con el médico para descartar otras condiciones en el caso de que el agrietamiento de los labios esté acompañado de otras manifestaciones.
¿Cómo tratar los labios agrietados?
Usualmente, las infecciones se tratan con medicamentos aplicados en las comisuras de los labios. La carencia de vitamina B2 y la carencia de hierro se pueden tratar tomando complementos dietéticos.
Debido a que otras formas de queilitis suelen afectar la superficie exterior de los labios y el borde de los labios con la piel, el tratamiento consiste en vaselina aplicada a los labios y eliminación o tratamiento de las afecciones subyacentes.
En el caso de las dentaduras postizas, la terapia consiste en retirarlas para ayudar a reducir los pliegues en las comisuras de los labios, o restablecer el tamaño dental adecuado mediante dentaduras postizas parciales, coronas o implantes.
Cabe aclarar que será necesario tratar la causa de fondo, sin embargo, las molestias se pueden aliviar aplicando vaselina o productos similares sobre la superficie de los labios. En muchos casos, este método también logra proteger la piel de varios agentes irritantes externos.
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