La FDA emitió una autorización de uso de emergencia, según el juicio clínico del médico para enfermos de moderados a severos.
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Con Información de El Nuevo Día
La FDA emitió una autorización de uso de emergencia, según el juicio clínico del médico para enfermos de moderados a severos.
A raíz de la autorización de la Administración de Drogas y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) para el uso de emergencia de la hidroxicloroquina en pacientes con COVID-19, en Puerto Rico, se ha comenzado a utilizar este tratamiento en casos muy específicos con resultados positivos hasta el momento, revelaron dos miembros del “Task Force” médico del gobierno.
La hidroxicloroquina es un medicamento que, desde hace décadas se usa contra la malaria y enfermedades autoinmunes, como la artritis reumatoide y el lupus eritematoso sistémico, y desde hace semanas el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, la ha promocionado para tratar la enfermedad, lo que lo convirtió en blanco de críticas porque provocó una escasez del medicamento que solo se debe usar en casos muy específicos y con una observación médica constante.
La decana de la Escuela de Farmacia del Recinto de Ciencias Médicas (RCM), Wanda T. Maldonado Dávila, y el infectólogo Humberto Guiot, quienes forman parte del equipo de trabajo creado por la gobernadora Wanda Vázquez Garced para controlar el virus, revelaron que en Puerto Rico se creó un protocolo para el uso de potenciales tratamientos que incluye la hidroxicloroquina en algunos casos, con cuadros de moderados a severos.
“La hidroxicloroquina se está utilizando para algunos casos de acuerdo con dos criterios: la evidencia (de sus beneficios) que se ha recopilado de forma anecdótica en otros países con pacientes infectados con COVID-19 y, segundo, por la autorización de emergencia para el uso de hidroxicloroquina emitida por la FDA”, explicó la decana.
Maldonado Dávila añadió que el propósito es brindar algún tipo de tratamiento que pueda mejorar la condición de los pacientes. “Se va a utilizar de emergencia, ya que todavía no hay estudios randomizados ni controlados, pero hay cierta evidencia de los países que sí lo han utilizado y que puede ser de beneficio”, abundó.
De forma similar se expresó el doctor Guiot, infectólogo de la Escuela de Medicina del RCM y quien aclaró que todavía no hay ningún medicamento que haya sido comprobado como 100% efectivo en contra del virus.
“Tampoco hay data de ensayos clínicos, pero hay un estudio que se hizo en Francia y otro en China donde se usó la combinación de hidroxicloroquina con el antibiótico azitromicina y fue efectivo en disminuir síntomas y erradicar el virus en cinco días”, explicó el médico, al tiempo que indicó que se trata de una información prometedora, aunque aceptó que son estudios pequeños de observación y no ensayos clínicos controlados. No obstante, resaltó que actualmente en Estados Unidos hay muchos centros donde se están haciendo estudios con el medicamento para ver cómo trabaja, aunque todavía están en proceso.
“La FDA dio una autorización de uso de emergencia para ciertos pacientes que están hospitalizados o que participan en estudios. A esos efectos, nosotros en el Task Force, diseñamos un protocolo de posibles tratamientos, entre ellos incluimos la combinación de hidroxicloroquina con el antibiótico azitromicina para pacientes con manifestaciones de moderadas a severas”, agregó el doctor Guiot, tras estipular que los pacientes que tengan sintomatología leve y que están fuera de hospital, muy probablemente no necesitan tratamiento para recuperarse.
El viernes, al revelar que fue la primera paciente puertorriqueña en recuperarse del COVID-19 en Puerto Rico, la joven Jillianzka Otero Rodríguez comentó que los médicos que la atienden en la unidad de cuidado intensivo del Hospital Universitario en Centro Médico le indicaron que utilizaron hidroxicloroquina.
“Me dieron un tratamiento que es utilizado con los pacientes con malaria que es lo que se ha utilizado en Italia, China y otros países para el coronavirus, según me informaron. Los doctores usaron este tratamiento experimental conmigo. Lo demás fueron medicamentos para tratar el asma. Lo que ahora me toca es fortalecer los pulmones y no depender de oxígeno. Soy la primera paciente que logra vencer el COVID-19 en el hospital”, dijo entonces la joven que aún permanece hospitalizada porque tiene otras complicaciones de salud.
Experiencia anecdótica buena
Aunque no se refirió al caso de la joven Otero Rodríguez, el infectólogo destacó que la experiencia que han tenido con pacientes infectados con COVID-19 en los que se ha utilizado ese tratamiento “anecdóticamente y según la impresión que tenemos entre varios infectólogos” es que ha sido efectivo. “Pero todo esto es observación y anecdótico. Todavía necesitamos más data robusta para poder recomendarlo formalmente como un tratamiento indicado”.
Sin embargo, Guiot enfatizó que estas medicinas también tienen efectos secundarios serios. “La conveniencia del tratamiento en el hospital es que uno puede vigilar muy de cerca si estos surgen. Por ejemplo, en el caso de hidroxicloroquina y de azitromicina se ha descrito que puede haber complicaciones en el ritmo cardiaco”, advirtió el médico, aunque dijo que, hasta ahora, en los pacientes en los que se ha utilizado han tolerado bien la terapia.
Hasta ahora, el tratamiento se les ha dado, según Guiot, a pacientes que presentan cierta deficiencia en oxígeno, con una saturación por debajo de 95%, además de mostrar en una radiografía un patrón de pulmonía. Al igual que a pacientes con síntomas más severos, con una oxigenación en sangre mucho menor, que podrían estar en ventilador y con hallazgo en placa más severos o incluso un síndrome de “distress” respiratorio. “Es un tratamiento que está limitado a cinco días, según el juicio clínico del médico que es el que determina si el paciente se puede beneficiar”, agregó.
Cabe señalar que algunos médicos consultados por El Nuevo Día han advertido sobre los riesgos que conlleva este tratamiento. Sobre todo, muerte súbita por ataque cardiaco y arritmias severas.
“La hidroxicloroquina puede tener un efecto en lo que se conoce como ‘intervalo QT prolongado’ y la persona está a riesgo de unas arritmias o taquicardia ventriculares serias. El uso del antibiótico azitromicina también, entre sus efectos secundarios, tiene la prolongación del intervalo QT y si uno tiene una población de pacientes en riesgo de coronavirus y piensa que se puede tratar con estas dos medicinas, podría potenciar este problema de arritmias cardiacas, particularmente la ventricular, que tiene una mortalidad asociada alta”, explicó el cardiólogo intervencional Eric Carro.
Así también lo advirtió el infectólogo Javier Morales, quien dijo que el paciente puede tener problemas en la conducción eléctrica del corazón. “Los pacientes que están infectados con el coronavirus desarrollan miocarditis, que es una infección del músculo del corazón por el coronavirus. Si este músculo está mal y el sistema de conducción está impedido o lastimado, este paciente puede tener una arritmia y morir”.
La revista Newsweek también publicó que el Centro Hospitalario Universitario de Niza, en Francia, tuvo que detener un tratamiento experimental con hidroxicloroquina en al menos un paciente con coronavirus, después de que se convirtió en un “riesgo mayor” para su salud cardiaca.
No obstante, según dijo el doctor Guiot, en Puerto Rico la respuesta al tratamiento “ha sido buena”, según las conversaciones que ha tenido con los clínicos que lo han utilizado. “Han fallecido algunos que han recibido el tratamiento, pero en esos casos, el cuadro ha sido fulminante porque debutaron con una severidad muy alta (de COVID-19). Pero la mayoría que se ha tratado ha tenido un resultado exitoso hasta ahora y esperamos que siga habiendo data a favor del medicamento”, dijo.
El infectólogo también aclaró que hay otros medicamentos que se están investigando. “Nos estamos concentrando en dos áreas, una es que el virus causa daño en el organismo directamente y otro es que el cuerpo humano, al tratar de defenderse del virus, causa inflamación y eso también les hace daño a los órganos. Por eso la mayoría de los tratamientos que se están estudiando son, o que tienen un efecto antiviral o un efecto antiinflamatorio”, explicó Guiot, tras indicar que a algunos pacientes se les ha administrado esteroides y ciertos medicamentos biológicos como uno que es un mediador de inflamación.