En un comparativo expuesto por este profesional de la salud, señaló que, en los pacientes que sobreviven al COVID-19, en su mayoría presentan fiebre en el 90% de los casos, y tos en el 66%, aproximadamente.
El doctor Juan José Hurtado, residente de medicina interna de la Universidad de Antioquia relató durante una conferencia virtual los principios terapéuticos con los que se debe tratar un paciente con infección no complicada por coronavirus.
Aunque los síntomas de este nuevo virus en cada persona son diferentes, lo que hace que sea más difícil encontrar la medicina o el tratamiento para contraatacarlo, el doctor Hurtado mencionó un caso en particular, con el fin de explicar el procedimiento llevado a cabo.
“Se trata de un paciente en Estados Unidos, de 35 años, con antecedente de hipertrigliceridemia, quien consultó por cuatro días de tos y fiebre subjetiva, y que, además había llegado de Wuhan, China. En cuanto al examen físico presentó temperatura de 37.2°, un poco de taquicardia, roncus en auscultación y, a nivel de torax un Rx normal. A este paciente se le realizó una PCR de hisopado nasofaríngeo y orofaringeo arrojando un resultado positivo para SARS-CoV-2”, comentó.
Esta persona quedó hospitalizada, pese a que los paraclínicos no mostraron ninguna complicación significativa y, se le dio el tratamiento asintomático con acetaminofén, guaifenesina e ibuprofeno.
En el día cinco, este paciente presentó una saturación de 90% a aire ambiente y se le toma una nueva radiografía de tórax en la que se encuentra una opacidad basal izquierda e inician con tratamiento de vancomicina y cefepime, sin mejoría.
Al siguiente día, la persona persistía con la fiebre y tenía oxígeno suplementario, por lo que procedieron a tratar con un procedimiento compasivo de un tratamiento antiviral experimental, el Remdisivir.
El residente continuó su relato señalando que en el séptimo día se suspenden los antibióticos, debido a que se encontraron varias procalcitoninas negativas y, a su vez, múltiples PCR nasal para MRSA negativas. Posteriormente, el día ocho, el paciente describe una mejoría de la hipoxemia y de los hallazgos radiológicos, dando de alta a la persona en mención.
“Este caso lo traigo para que ustedes mismos se pregunten ¿qué conducta tomaríamos si nos llegara un caso de este tipo, si lo hospitalizaríamos o qué tratamiento le daríamos? Además, para cuestionarnos sobre el uso de los tratamientos compasivos o fuera de la etiqueta para este tipo de patologías”, enfatizó el doctor Hurtado.
En un comparativo expuesto por este profesional de la salud, señaló que, en los pacientes que sobreviven a esta enfermedad, en su mayoría presentan fiebre en el 90% de los casos, y tos en el 66%, aproximadamente.
Estos síntomas predominan hasta el día seis o siete de la enfermedad. Sin embargo, en el día siete comienza la aparición de disnea, tanto en el grupo de los pacientes que sobreviven como en los que no.
Entre tanto, el residente de la Universidad de Antioquia comenta que en días nueve o diez aparecen algunas complicaciones del COVID-19, como son las sepsis y, posteriormente el SRA. En el día 12 los pacientes ingresan a la unidad de cuidados intensivos y, aquellos que tienen un curso clínico más complicado finalmente expiran por lesión cardiaca aguda, lesión renal aguda, infecciones secundarias, falleciendo, más o menos, en el día 19.
“En cuanto a las personas que sobreviven tienen un curso clínico de la enfermedad bastante prolongado. En estos casos el SARS-CoV-2 permanecía hasta el día 20, adicionalmente la fiebre desaparecía durante el día 12 de la enfermedad”, adujo.