Ante la actual situación Romero afirmó que ya falleció un profesional sanitario en el mes de marzo, y que para finales de abril 38.000 médicos estaban contagiados siendo el 16% de la población general.
Agencia Latina de Noticias de Medicina y Salud Pública
Que la profesión médica sea declarada de riesgo, esto es lo que solicitó Serafín Romero presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM) al gobierno español y específicamente a los ministros de Sanidad y trabajo.
En las cartas el presidente explicó los alcances de la profesión y el peligro que representa para el personal médico el ejercicio de su función.
“La medicina ha pasado de magia a ciencia y de arte a técnica, las curaciones espectaculares son el fruto de un conjunto de conocimientos sometido a sistema”. Y añade que la relación entre el médico y el paciente “no descansa tanto en la confianza o en la habilidad del médico, si no en su experiencia y capacidad de trabajo”. Una profesionalidad que desarrolla en un medio más tecnificado y especializado, siendo múltiples “los agentes lesivos a los que se enfrenta”.
Recalco, además que “los agentes infecciosos son compañeros habituales del médico en su trabajo, algunos de los cuales acechan en el contagio, con riesgos y gravedad en distintos niveles, pero siempre presentes”. En este punto también hizo referencia a lo que llamo “conductas agresivas” de los pacientes o sus familiares, lo que pone a los médicos en una situación de indefensión personal y les exige mayor calidad y cantidad de prestaciones asistenciales.
El presidente del CGCOM aseguró que la profesión aún no es reconocida como de riesgo como si lo son otras por la simple titularidad “no solo en el desempeño de actividades humanitarias en países deprimidos, en contacto con enfermedades infecciosas y escasez de medios para combatirlas, que incrementan exponencialmente su riesgo”.
Ante la actual situación Romero afirmó que ya falleció un profesional sanitario en el mes de marzo, y que para finales de abril 38.000 médicos estaban contagiados siendo el 16% de la población general.
Frente a todo este panorama, solicitó al gobierno español “la declaración de profesión de riesgo de los médicos”, teniendo en cuenta “la siniestralidad en el sector, la penosidad, peligrosidad y toxicidad de las condiciones de trabajo” y por último la incidencia en los procesos de incapacidad laboral que genera, y los requerimientos exigidos para el desarrollo de su labor sanitaria”.