Datos reveladores sobre el impacto de la subvariante XE, de COVID-19

En un informe epidemiológico, la OMS expone las características de la subvariante XE, producto de la combinación de la variante Ómicron BA.1 y BA.2

Pedro Felipe Cuellar

    Datos reveladores sobre el impacto de la subvariante XE, de COVID-19

    Dos años después del inicio de la pandemia, estamos conviviendo y circulando cada vez con menos restricciones en salubridad, gracias a la mitigación del virus y la vacunación, muchos países tratan de retomar el flujo que tenía la vida antes que el Covid-19, Sars-CoV-2 y sus múltiples variantes, volvieran a sorprender al mundo entero nuevamente. 



    Pues ahora la OMS vigila una nueva mutación que surge de la combinación de Ómicron BA.1 Y BA. 2, que dio inicio en Reino Unido a finales de marzo de este año y que ya se está presentando en países de Europa, aunque también en India y Brasil



    La Organización Mundial de la Salud (OMS) en su informe de actualización epidemiológica del pasado 29 de marzo la calificó como un resultado de la combinación entre la variante original de Ómicron (BA.1) y el sublinaje BA.2, también conocido como Ómicron silenciosa. Y la denominó como XE.



    Los interrogantes acerca de hasta cuándo o con qué frecuencia el SARS-CoV-2 podría seguir su replicación ya habían sido planteados con el surgimiento de la subvariante BA.2, que si bien generó casos leves de la enfermedad, su velocidad de transmisión causó brotes en casi todo el mundo.



    Y si bien por el momento los primeros informes la describen como silenciosa, altamente contagiosa y con síntomas aún poco claros, lo cierto es que XE se transmitiría 10% más rápido que sus antecesoras y sigue en estudio su velocidad de propagación.



    Los virus, igual que en cualquier organismo, se producen mutaciones aleatorias, es decir, alteraciones del material genético. La mayor parte de estas mutaciones no tendrán ningún efecto, pero otras sí que pueden modificar las características del virus, incluso le pueden aportar ventajas. Por ejemplo, algunas de las mutaciones del coronavirus han facilitado su entrada en las células humanas, haciéndolo más contagioso.



    “En la historia del hombre ha habido al menos seis o siete saltos de especies de coronavirus de animal a hombre hasta ahora y el SARS-CoV-2 es solo el último. 



    En todos los demás casos, lo que sucedió fue que después de una fase aguda, el virus se volvió mucho más leve”, había explicado el profesor Mario Clerici, catedrático de Inmunología de la Universidad Estatal de Milán y director científico de la Fundación Don Gnocchi, en oportunidad del brote que BA.2 causó en Europa. Y amplió: “Y todos estos coronavirus, excepto el MERS que, sin embargo, es otra historia, siempre han vivido con nosotros y nos dan síntomas que son resfriados muy leves, muy leves. 



    Entonces, si nos basamos en lo que sucedió con todos los demás coronavirus, es bastante lógico suponer, esperar, que también sucederá lo mismo con este”.



    1. ¿Es una variante más contagiosa?



    La OMS clasificó a la variante XE como de “alta preocupación” puesto que nace de la combinación de dos cepas muy contagiosas, como son Ómicron (BA.1) y Ómicron silencioso (BA.2). El estudio afirma que XE es un 10% más transmisible que la variante BA.2, que ya contaba con un 75% de poder de infección respecto a la Ómicron original. Sin embargo, aún siguen activas las investigaciones para determinar si se trata de la variante más contagiosa. Por el momento, se mantiene dentro del rango de lo que ya se sabía de la variante Ómicron.



    2. ¿Provoca los mismos síntomas?



    Las primeras estimaciones del estudio de la OMS no indican que la nueva variante tenga síntomas diferentes a los generados por las cepas ya conocidas del SARS-CoV-2, ni tampoco que los cuadros que provoca revistan mayor gravedad.

    De allí es que los especialistas coinciden en que la manera en que se manifiesta la infección en el organismo continuará siendo con fiebre, fatiga, secreción nasal, dolor de garganta y de cabeza.



    3. ¿Protegen las vacunas existentes?



    Los expertos en virología y genómica no creen que la XE sea más grave o resistente a las vacunas que otros tipos de Ómicron. El profesor François Balloux, genetista del University College de Londres, afirmó que es probable que la variante siga un camino similar al del linaje AY.4.2 Delta. En sus redes sociales, el profesor Balloux afirmó: “La XE no es una variante preocupante”.



    Las vacunas brindaron una buena protección contra enfermedades graves y muerte por las variantes anteriores, pero los expertos resaltan que se sabe que se necesita una tercera dosis de vacuna para brindar el mismo nivel de protección contra Ómicron.



    4. ¿Cuál es la diferencia entre una variante y una subvariante?



    La doctora Angela Rasmussen, viróloga de la Universidad de Saskatchewan, en Canadá, afirmó que “no hay razón para ponerse nervioso”. Remarcó que XE es uno de los muchos recombinantes de Ómicron BA.1 y BA.2. “Como tal, por mucho que tenga éxito, seguirá siendo un sublinaje de Ómicron”. Delta contaba con más de 200 sublinajes de este tipo antes de ser desplazado por Ómicron.



    También señaló que “XE no es una letra griega que designe una nueva variante de interés. Es solo una recombinación de Ómicron, la quinta identificada, después de XA, XB, XC y XD”. Al igual que ocurre con otros tipos de variantes, la mayoría se extingue con relativa rapidez. Este recombinante en particular, XE, ha mostrado una tasa de crecimiento variable y aún no podemos confirmar si tiene una verdadera ventaja de crecimiento”.



    5. Las variantes “mixtas” son comunes.



    A medida que los virus mutan con el tiempo, es probable que se produzcan variantes recombinantes.



    “Ya sucedió algunas veces y, por lo general, la forma en que sucede es que cuando circulan dos variantes y alguien se infecta con ambas al mismo tiempo, luego el virus se combina con las características de ambas variantes”. Carlos Malvestutto es MD, especialista en enfermedades infecciosas del Centro Médico Wexner de la Universidad Estatal de Ohio, y en una reciente entrevista confirmó que, hasta el momento, no hay indicios de que la variante XE sea mejor para escapar de la inmunidad obtenida por una infección o vacunación previa.



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