Cambio abrupto de la guía de los CDC elimina las referencias a la transmisión aérea del COVID-19

Medicina y Salud Pública

    Cambio abrupto de la guía de los CDC elimina las referencias a la transmisión aérea del COVID-19

    Katherine Padilla

    El lunes los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. eliminaron de sus guías las referencias a la transmisión aérea que había publicado el día viernes.

    La actualización en su sitio web afirmaba que el COVID-19 puede permanecer suspendido en el aire y viajar más allá de 6 pies

    , sin embargo, la organización sostiene que la información se publicó erróneamente.


    "Una versión preliminar de los cambios propuestos a estas recomendaciones fue publicada por error en el sitio web oficial de la agencia", dijo el lunes el CDC. "El CDC está actualizando en estos momentos sus recomendaciones sobre la transmisión aérea del SARS-CoV-2 (el virus que causa el COVID-19). Una vez que este proceso se haya completado, el lenguaje de actualización será publicado".

    ¿A qué refería la actualización?

    «Los virus que se transmiten por el aire, incluido el COVID-19, se encuentran entre los más contagiosos y de fácil propagación», dice ahora el sitio.

    La página, actualizada el viernes, todavía dice que la COVID-19 se transmite con mayor frecuencia entre personas que están en contacto cercano entre sí. En la actualización afirma que se sabe que el virus se propaga «a través de gotitas respiratorias o partículas pequeñas, como las de los aerosoles, producidas cuando una persona infectada tose, estornuda, canta, habla o respira».

    Estas partículas pueden causar infección cuando «se inhalan por la nariz, la boca, las vías respiratorias y los pulmones», dice. «Se cree que esta es la principal forma en que se propaga el virus».

    «Existe una creciente evidencia de que las gotas y las partículas en el aire pueden permanecer suspendidas en el aire y ser inhaladas por otros. Y viajar distancias superiores a los dos metros. (Por ejemplo, durante la práctica del coro, en restaurantes o en clases de gimnasia)», decía el viernes la página. «En general, los ambientes interiores sin una buena ventilación aumentan este riesgo».

    Agregaron, además, información nueva en la sección que trata sobre la protección propia y la de los demás; aunque mantiene la información que indica la importancia de la distancia social, el lavado de manos, el uso de mascarillas y la desinfección de superficies añaden que se debe «usar purificadores de aire para ayudar a reducir los gérmenes en el aire en los espacios interiores».

    La actualización también cambió el lenguaje en torno a la transmisión asintomática, pasando de decir «algunas personas sin síntomas pueden propagar el virus» a decir «las personas que están infectadas pero no muestran síntomas pueden transmitir el virus a otras personas».

    La presión de la comunidad científica

    Durante meses, los científicos han observado la probabilidad de transmisión del coronavirus a través de partículas virales en el aire y presionaron a las agencias de salud para que lo reconocieran.

    En abril, un prestigioso panel científico le dijo a la Casa Blanca en una carta que la investigación mostraba que el coronavirus se puede propagar no solo al estornudar o toser, sino también al hablar, o posiblemente incluso simplemente respirar.

    «Si bien la investigación específica [del coronavirus] actual es limitada, los resultados de los estudios disponibles son consistentes con la aerosolización del virus de la respiración normal», según la carta. Esta fue escrita por el Dr. Harvey Fineberg, exdecano de la Escuela de Salud Pública de Harvard y presidente del Comité Permanente de NAS sobre Enfermedades Infecciosas Emergentes y Amenazas a la Salud del Siglo XXI.

    «La investigación actualmente disponible respalda la posibilidad de que [el coronavirus] se propague a través de bioaerosoles generados directamente por la exhalación de los pacientes», decía la carta.

    Y en julio, 239 científicos publicaron una carta en la que instaban a la Organización Mundial de la Salud y otras organizaciones de salud pública a ser más comunicativas acerca de la probabilidad de que las personas pudieran contraer el virus de las gotitas que flotaban en el aire. Lo que corrobora el respaldo científico de esta información que es tan relevante en la comprensión de los sistemas de transmisión del virus.

    Gracias a esta carta la OMS publicó un informe detallado sobre la trasmisión del SARS-CoV-2, en este se presentó la posibilidad de que el virus pudiera transmitirse a través del aire al realizar ciertos procedimientos médicos en espacios interiores abarrotados. No obstante la organización mantiene su posición de que no hay evidencia concreta que compruebe la transmisión aérea.

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