La leptospirosis continúa siendo una enfermedad infecciosa zoonótica de complicado diagnóstico.
La leptospirosis (LS) se considera la enfermedad zoonótica más común a nivel global y continúa siendo una afección poco reconocida y subdiagnosticada.
Los Centros para el Control de Enfermedades y Prevención (CDC) estiman 100 a 150 casos de LS cada año en los Estados Unidos, con alrededor del 50% de esos casos ocurridos en Puerto Rico.
En el País se registran específicamente alrededor de 15 a 100 casos sospechosos de LS entre el periodo del 2000 al 2009, con 59 casos y 1 muerte reportada en 2010. Médicos en entrevistas previas con la Revista de Medicina y Salud Pública (MSP) han reiterado que la enfermedad en la isla
está subestimada debido a la falta de pruebas diagnósticas generalizadas, programas de vigilancia ambiental para monitorear la incidencia de casos en animales y serovariedades circulantes reales, entre otros factores.
La afección toma una vez más notoriedad en Puerto Rico a raíz de un caso reportado de un hombre de 43 años con antecedentes médicos de esquizofrenia que se presentó en una institución hospitalaria del País, después de experimentar una semana de fiebre intermitente, mialgia, y debilidad general.
Se indica en el reporte que el paciente había sido hallado en un área pantanosa, lugar donde habitan roedores. Entre los síntomas más notables se indicó que el hombre presentó ictericia difusa y leve sensibilidad abdominal.
Entre los laboratorios realizados, se notaron parámetros asociados a una infección bacteriana y una tomografía computarizada abdominopélvica reveló acumulación de grasa peripancreática, lo que levantó la sospecha para un diagnóstico de pancreatitis, relatan los autores.
Una vez que el paciente fue trasladado a la unidad de cuidados intensivos, desarrolló varios episodios de hematemesis, que conducen a inestabilidad hemodinámica y problemas respiratorios graves. Debido a la insuficiencia respiratoria, se realizó una intubación endotraqueal.
Al paciente se le diagnosticó a base de sus síntomas con LS y se inició con antibióticos parenterales de amplio espectro. A pesar de las 72 horas de tratamiento antibiótico, el estado clínico del paciente se deterioró y requirió altas dosis de norepinefrina y vasopresina.
No obstante, debido a la progresión clínica del paciente, los médicos decidieron iniciar una terapia continua de reemplazo renal (CRRT) por hemodiálisis, que se utiliza en pacientes críticamente enfermos con lesión renal aguda (LRA).
En 24 horas de iniciar la CRRT, el estado clínico del paciente mejoró dramáticamente, incluyendo su función respiratoria, y pudo ser extubado. Días después se confirmó mediante prueba el diagnóstico de LS y además, la función renal mejoró y fue dado de alta 12 días después.
Cuando un paciente con LS enfrenta complicaciones agudas de su función renal, se le denomina como el síndrome de Weil (leptospirosis ictérica) que incluye síntomas como ictericia y en general, azoemia, anemia, alteración de la conciencia y fiebre continua. Según literatura, conlleva una tasa de mortalidad del 10%.
Por lo tanto, es fundamental que los médicos reconozcan la enfermedad a tiempo, y que nuevas modalidades de tratamiento pudieran beneficiar a estos pacientes que presentan el mismo cuadro clínico como el detallado en la publicación.
Además, sostienen que se ha demostrado que el inicio temprano de la CRRT puede reducir en gran medida la mortalidad asociada con enfermedad de Weil.
Una reciente revisión sistemática de 80 estudios de 34 países sobre morbilidad y mortalidad de la LS reveló que la incidencia y mortalidad global es de alrededor de 1,03 millones de casos y 58.900 muertes cada año.
Casi la mitad de las muertes reportadas fueron varones adultos de 20 a 49 años.
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