Esta enfermedad tiene un origen multicéntrico del cáncer oral en lugar de una única célula anómala.
El cáncer de lengua es una de las neoplasias malignas más frecuentes de cabeza y cuello. El 90 % de estas neoplasias son carcinomas de células escamosas (SCCA), y el resto son neoplasias malignas menores de glándulas salivales y otros tumores poco frecuentes. La lengua, junto con el labio y el suelo de la boca, representan los subsitios más afectados dentro de la cavidad oral.
Para describir a profundidad este tipo de cáncer y mejorar su detección, el Dr. Mario González y el Dr. Antonio Riera March, del Departamento de Otorrinolaringología, Cirugía de Cabeza y Cuello de la Escuela de Medicina de la Universidad de Puerto Rico, abordaron los principales aspectos fisiopatológicos e histopatológicos involucrados.
Tomografía computarizada y análisis de biopsia son claves para el diagnóstico
El diagnóstico de este cáncer debe hacerse por imagen, ya que es necesario caracterizar, estadificar la enfermedad y evaluar la relación del tumor con las estructuras circundantes. También se evalúan radiológicamente los ganglios linfáticos del cuello, porque es frecuente la diseminación locorregional del tumor a través de los linfáticos, concretamente hacia las cadenas submandibular y yugulodigástrica.
Pese a los avances en el diagnóstico y el tratamiento del cáncer oral en las últimas décadas, el pronóstico a largo plazo de los pacientes con carcinomas de células escamosas de la lengua en estadio avanzado suele ser negativo, con tasas de supervivencia a 5 años del 50 %.
Factores de riesgo reportados en la literatura médica
Los dos factores de riesgo independientes más importantes para el desarrollo del SCCA de lengua son: el tabaquismo excesivo y el consumo de alcohol. El humo del cigarrillo contiene carcinógenos conocidos principalmente como nitrosaminas, e hidrocarburos policíclicos. El alcohol se metaboliza en acetaldehído, que afecta a la reparación del ADN.
Otros factores de riesgo importantes para el desarrollo del cáncer de lengua son el consumo de betel, la exposición a radiaciones, los estados inmunodeprimidos, la higiene bucal deficiente y los factores genéticos.
También se sabe que la infección por el Virus del Papiloma Humano (VPH) desempeña un papel determinante en el cáncer de lengua. Más recientemente, el carcinoma de la base de la lengua relacionado con el VPH se ha asociado con una mejor respuesta al tratamiento y una mayor supervivencia en comparación con su homólogo VPH negativo.
Principales alternativas de tratamiento
El tratamiento se adapta a cada paciente y, en general, consiste principalmente en cirugía, aunque la quimiorradiación también desempeña un papel importante en determinados pacientes.
El tratamiento del carcinoma lingual es fundamentalmente quirúrgico, aunque la radioterapia también desempeña un papel importante, sobre todo en la enfermedad avanzada, en los candidatos poco propicios a la cirugía, en la enfermedad irresecable y, lo que es más importante, como coadyuvante de la cirugía en algunos casos.
A menos que exista una contraindicación clara para la cirugía o que el tumor sea irresecable, debe ofrecerse la cirugía como tratamiento primario del carcinoma escamocelular de lengua. El objetivo del tratamiento es la curación completa, minimizando las secuelas terapéuticas y preservando la funcionalidad.
En general, el carcinoma de lengua en estadios iniciales (T1 o T2) puede tratarse con éxito con una terapia de modalidad única, es decir, cirugía o radioterapia. Sin embargo, si se tienen en cuenta la morbilidad a largo plazo del tratamiento, el coste y otros factores, se recomienda de entrada la cirugía.
Terapias para pacientes con cáncer de lengua en estadios avanzados
Por otro lado, los pacientes con enfermedad avanzada (T3 o T4) presentan una respuesta deficiente al tratamiento de modalidad única. Dos ensayos clínicos independientes descubrieron que la quimiorradiación adyuvante postoperatoria ofrecía una mejor supervivencia en comparación con el tratamiento de modalidad única en estos pacientes.
Por lo tanto, si es factible, la cirugía y la quimiorradiación posoperatoria serían el plan de tratamiento óptimo para un paciente con enfermedad avanzada.
Las intervenciones quirúrgicas van desde la simple escisión local amplia y el cierre primario en tumores pequeños hasta resecciones compuestas de la lengua/piso de boca/mandíbula en tumores avanzados con necesidad de colgajos locorregionales o reconstrucción con colgajo libre microvascular. Independientemente de la extensión de la cirugía requerida, deben seguirse varios principios fundamentales de la cirugía oncológica para obtener los mejores resultados oncológicos.
En cuanto al carcinoma de células escamosas de la base de la lengua relacionado con el VPH, el algoritmo de tratamiento ha cambiado completamente en las últimas décadas.
La cirugía robótica transoral tiene un papel principalmente en la enfermedad en estadio temprano, mientras que los tumores avanzados en esta región suelen tratarse con radioterapia primaria y quimioterapia, dada su excelente respuesta. Esta observación, aunque opuesta a la de su homólogo VPH negativo, está bien documentada y respaldada en la bibliografía, y ha dado lugar a investigaciones que estudian la desintensificación del tratamiento para este subgrupo específico de pacientes VPH positivos.
Sistema de estadificación de tumores
El Comité Conjunto Estadounidense sobre el Cáncer utiliza el sistema TNM para la estadificación de los tumores de la región de cabeza y cuello según la localización. Recientemente, se ha actualizado para incorporar el impacto pronóstico de la presencia de extensión extraganglionar. En consecuencia, la extensión extraganglionar clínicamente evidente eleva el estadio N de un tumor a N3b.
El estadio T se clasifica de la siguiente manera:
T0: sin prueba de tumor primario
Tis: Carcinoma in situ
T1: Tumor de 2 cm o menos con una profundidad de invasión (DOI) menor o igual a 5 mm
T2: Tumor de 2 cm o menos con DOI superior a 5 mm O tumor de más de 2 cm pero inferior o igual a 4 cm
T3: Tumor de más de 2 cm pero menor o igual a 4 cm con DOI de más de 10 mm O tumor de más de 4 cm con DOI menor o igual a 10 mm
T4a: Tumor de más de 4 cm con DOI de más de 10 mm O invade sólo estructuras adyacentes (piel de la cara, seno maxilar, hueso cortical del maxilar o la mandíbula)
T4b: El tumor invade el espacio masticatorio, las placas pterigoides, la base del cráneo y/o envuelve la arteria carótida interna.
El estadio N o estadio ganglionar clínico se clasifica de la siguiente manera:
N0: No hay metástasis en los ganglios regionales.
N1: Metástasis en un único ganglio linfático ipsilateral de 3 cm o menos en su mayor dimensión - extensión extranodal (ENE) negativa.
N2a: Metástasis en un solo ganglio linfático ipsilateral de más de 3 cm pero no mayor de 6 cm en su mayor dimensión, ENE negativa
N2b: Metástasis en múltiples ganglios linfáticos ipsilaterales, ninguno mayor de 6 cm en su mayor dimensión, ENE negativa
N2c: Metástasis en ganglio(s) linfático(s) bilateral(es) o contralateral(es), ninguno mayor de 6 cm en su mayor dimensión, ENE negativa
N3a: Metástasis en cualquier ganglio linfático de más de 6 cm en su mayor dimensión, ENE negativa
N3b: Metástasis en un ganglio linfático con ENE positiva clínicamente manifiesta
El estadio M se clasifica de la siguiente manera
MX: No se puede evaluar la metástasis a distancia
M0: Sin metástasis a distancia
M1: Metástasis a distancia
Un estudio reciente que utilizó la base de datos de vigilancia, epidemiología y resultados finales (SEER) analizó la incidencia y la supervivencia del carcinoma de células escamosas de la lengua oral. Informan que, aunque la incidencia está aumentando tanto para el SCCA de la lengua oral como para el carcinoma de células escamosas de la orofaringe, la supervivencia también ha mejorado significativamente.
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