¿Sabe cómo actuar frente a un ACV? Síntomas de alerta y protocolo para evitar daño neurológico definitivo

La detección inmediata del ACV es decisiva: cada minuto sin atención implica la pérdida de millones de neuronas, por lo que reconocer síntomas y activar el 911 marca la diferencia entre recuperación y discapacidad permanente.

Katherine Ardila

    ¿Sabe cómo actuar frente a un ACV? Síntomas de alerta y protocolo para evitar daño neurológico definitivo

    En el ámbito de las emergencias médicas, pocas situaciones exigen una respuesta tan rápida y coordinada como un accidente cerebrovascular (ACV) o stroke. Cada minuto de demora vendría siendo la pérdida de millones de neuronas, por lo que el manejo inicial es decisivo para el destino del paciente. 

    La doctora Nannette Lugo Amador, especialista en medicina de emergencia, ha explicado para la Revista Medicina y Salud Pública, la secuencia de acciones que debe realizarse desde el primer instante en que se sospecha un evento de este tipo, aclarando que es de vital importancia un sistema de respuesta integrado que involucre a testigos, equipos de emergencia y hospitales.

    Fase crítica prehospitalaria: reconocimiento del evento y estabilización inmediata

    El proceso comienza mucho antes de llegar a un hospital, en el lugar donde la persona despliega los primeros síntomas. 

    Según la doctora Lugo, una respuesta efectiva comienza desde la identificación veloz del cuadro clínico. Para ello, los primeros respondedores, e incluso los familiares, pueden utilizar herramientas validadas que permiten una evaluación rápida en el campo. 

    De hecho, la especialista destacó el uso de escalas específicas en este contexto prehospitalario. "Una vez se reconozca, estos pacientes se tienen que evaluar rápidamente. Se pueden usar distintas herramientas, la más utilizada a nivel hospitalario es la escala de Cincinnati, donde en una forma rápida se identifica que el paciente está teniendo un stroke", explicó la doctora. 

    De manera simultánea a esta evaluación, es necesario iniciar la estabilización básica del paciente, tomando sus signos vitales y atendiendo cualquier compromiso inmediato de la vía aérea, la respiración o la circulación que pueda poner en riesgo su vida durante el traslado.

    Coordinación y logística: Debemos activar el sistema de atención especializada

    El transporte del paciente no es un simple traslado, sino un eslabón en la cadena de supervivencia y recuperación. 

    La doctora Lugo enfatizó que la comunicación temprana con el centro receptor es un paso estratégico que ahorra minutos cruciales. "Mientras ya se está preparando el paciente y se está transportando este paciente se debe entonces avisar a la institución a la cual se va a transportar, para que esta institución también se pueda preparar para recibir el paciente y poder de forma rápida iniciar el manejo y todo el tratamiento del paciente", detalló. 

    Esta notificación permite al equipo hospitalario activar su "código stroke", preparar el equipo de imágenes y tener listo al personal especializado, de modo que la atención sea inmediata al cruzar la puerta de emergencias.

    No obstante, la elección del destino no es arbitraria y debe basarse en la disponibilidad de recursos especializados. 

    "Lo más importante es, dependiendo de dónde esté ubicado el paciente inicialmente, tratar de escoger el centro que esté mejor preparado para recibirlo", aconsejó la experta. 

    Su recomendación es priorizar un centro de stroke comprensivo si está a menos de 30 minutos. En áreas donde no hay acceso rápido a uno de estos centros de alto nivel, la estrategia debe ser llevar al paciente al hospital mejor equipado para el manejo inicial, con el plan de un posible traslado secundario al centro especializado una vez estabilizado.

    Educación comunitaria: ¿Cómo reconocer los síntomas de un stroke? 

    Para que este sistema funcione, es vital que la población general pueda reconocer las señales de alarma. 

    La doctora Lugo enumeró los síntomas cardinales que justifican una llamada inmediata al 911. Estos incluyen "cualquier debilidad o pérdida de fuerza, ya sea en la cara, en extremidades superiores o inferiores, también problemas para hablar donde el paciente tenga dificultad para hablar y otros importantes también, problemas de balance o problemas de vista o visión". 

    Otros síntomas: 

    • Rostro: Debilidad o parálisis en un lado de la cara; una sonrisa se ve dispareja.
    • Brazos: Entumecimiento o debilidad repentina en un brazo; al levantar ambos, uno puede caer.
    • Piernas / Equilibrio: Dificultad para caminar, mareos, pérdida de equilibrio o coordinación.
    • Visión: Problemas repentinos para ver en uno o ambos ojos (visión borrosa, doble, o pérdida).
    • Habla: Confusión repentina, dificultad para hablar o entender frases sencillas, arrastrar las palabras.
    • Dolor de Cabeza: Un dolor de cabeza severo, súbito y sin causa aparente, a menudo descrito como "el peor de su vida"

    La aparición súbita de cualquiera de estos signos, incluso si son transitorios, debe ser considerada una emergencia neurológica.

    "Tiempo es cerebro"

    Lo que sí es importante, es recordar esta premisa: "Tiempo es cerebro y mientras más se espere para dar tratamiento a un stroke, peor va a ser el resultado final que tenga el paciente". 

    Aunque hoy existen tratamientos altamente efectivos, como la trombolisis intravenosa y la trombectomía mecánica, su ventana de aplicación es estrecha y su beneficio disminuye con cada minuto que pasa.

    Por eso, el mensaje final de la especialista fue un llamado a la acción rápida y a la confianza en el sistema de emergencias. Ante la sospecha, no se debe subestimar los síntomas, ni esperar a que "se le pase", ni intentar un traslado en vehículo privado. 

    "Tan pronto un paciente o un familiar identifique que hay un síntoma sugestivo de stroke estos pacientes deben llamar al 911", concluyó la doctora Lugo. Esta decisión activa toda la cadena de atención descrita, desde la evaluación prehospitalaria hasta la intervención especializada en el centro médico, maximizando así las posibilidades de una recuperación con la menor discapacidad posible. 



    Más noticias de Cardiovascular