El ataque cerebral se presenta cuando hay una interrupción en el riego sanguíneo al cerebro, lo que provoca que las células cerebrales mueran debido a que no reciben el oxígeno y los nutrientes necesarios.
Entre los factores que aumentan el riesgo de desarrollar un accidente cerebrovascular se destacan la hipertensión, la edad, la diabetes, la inactividad física y la obesidad. De igual modo, una cardiopatía o una fibrilación auricular no controlada son factores que predisponen a la persona a un accidente cerebrovascular.
En cuanto a estadísticas, las personas mayores de 55 años de edad tienen más posibilidades de sufrir un ataque al cerebro y el riesgo aumenta a medida que se envejece. Los hombres, los afroamericanos son los grupos con mayor riesgo de ataque al cerebro. Aproximadamente 6.6 millones de personas que han tenido ataques al cerebro siguen vivas.
Identificar este tipo de ataques es muy importante ya que permitirá reducir los efectos secundarios ocasionados, acudir a tiempo al lugar de emergencias, y lo más importante, salvar la vida de la persona. Las señales de alerta que usted puede identificar son:
Para recordarlo con mayor facilidad la American Stroke Association, ha difundido una sigla que abrevia las principales señales a las que debe estar atento en caso de sospechar de un ataque cerebral, la sigla es F.A.S.T y se desglosa de la siguiente manera: