La fibrilación atrial es una arritmia, es decir, un ritmo anormal del corazón que puede hacer que este bombee de forma menos eficaz. En condiciones normales, mientras el impulso eléctrico se mueve el corazón, este se contraen una fracción de segundo antes que los ventrículos para que la sangre que contienen se vacíe en los ventrículos antes de que estos se contraigan.
La fibrilación atrial es una arritmia, es decir, un ritmo anormal del corazón que puede hacer que este bombee de forma menos eficaz. En condiciones normales, mientras el impulso eléctrico se mueve el corazón, este se contraen una fracción de segundo antes que los ventrículos para que la sangre que contienen se vacíe en los ventrículos antes de que estos se contraigan.
En exclusiva para la revista Medicina y Salud Pública el doctor Gilberto Rivera, quien es cardiólogo y ex presidente de la Sociedad Puertorriqueña de Cardiología, nos habla sobre fibrilación atrial y otras condiciones cardíacas.
“Estamos hablando de un disturbio en el ritmo del corazón, este ritmo está determinado como una estructura que nosotros tenemos que es un marcapasos natural, que se llama el nodo sinusal, y este marcapasos natural no responde a nuestro cerebro, aunque el corazón sea independiente a nuestro cerebro, este órgano, el corazón, responde a las necesidades de nuestro cuerpo. Por esto, es capaz de acelerarse apropiadamente cuando uno se ejercita, por ejemplo, o cuando uno tiene una circunstancia de estrés físico y también el corazón se puede colocar más lento cuando el cuerpo está en descanso” explica el Dr. Rivera.
A veces, la fibrilación atrial puede producir las siguientes complicaciones:
· Accidentes cerebrovasculares
· Insuficiencia cardíaca
El doctor Gilberto Rivera explica “la fibrilación atrial puede traer una presentación muy variada y puede llegar a ser muy peligrosa porque puede comprometer la capacidad de bombeo del corazón, si el corazón normalmente está latiendo entre 60 o 100 latidos por minuto de una forma sincronizada y regular en la que los atrios contraen primero y ayudan a llenar los ventrículos, que son las cavidades de bombeo; luego eso, los ventrículos se contraen y llevan esa sangre a nuestra circulación, tanto pulmonar como sistémica, que va a todo nuestra cuerpo. Si esa sincronización y ese ritmo adecuado de pierde, se pierde la capacidad de bombeo y esto hace que pacientes con fibrilación atrial tengan frecuencia de 140 o 150 por minuto y eso quita la capacidad que el corazón se llene de sangre por la rapidez donde se puede poner en riesgo la vida del paciente. Una de las complicaciones más temidas es que el paciente desarrolle coágulos dentro del corazón ya que puede viajar hasta el cerebro y producir un infarto cerebral” finaliza.
La enfermedad de fibrilación atrial se considera epidemia por la Organización Mundial de la Salud y cuya principal complicación, al no ser tratada a tiempo, es la embolia cerebral, esta enfermedad la padecen más de 400 mil personas en la población.
El cardiólogo Rivera cuenta que “estamos viendo a través de los años un aumento significativo en los casos de fibrilación atrial y ya se estima que sólo en los Estados Unidos, en personas menos de 65 años cerca de un 2% de la población tiene fibrilación atrial y personas mayores de 65 años se estima que haya un 9% de la población de esas edad y se estima que una cuarta parte de la población en general sufre de fibrilación atrial que es un 25% , estamos hablando de algo muy serio.”
Algunas personas con fibrilación atrial no tienen síntomas y no saben sobre su enfermedad hasta que se descubre durante una exploración física. Aquellas personas que padecen fibrilación atrial pueden experimentar los siguientes signos y síntomas:
· Palpitaciones que son sensaciones de un latido acelerado, incómodo e irregular
· Debilidad
· Menor capacidad para hacer ejercicio
· Fatiga
· Aturdimiento
· Mareos
· Dificultad para respirar
· Dolor en el pecho
El doctor rivera advierte “en cuestión de síntomas, una persona puede tener fibrilación atrial y no sentir nada y el diagnóstico se puede dar cuando el doctor hace un chequeo médico, los otros síntomas vienen de manera de sensaciones, lo que quiere decir cuando siento que el corazón palpita de manera irregular, estos síntomas pueden ser intermitentes, puede ocurrir mareo, náuseas, pérdida de conocimiento”.
Algunos factores pueden aumentar el riesgo de desarrollar fibrilación atrial, como:
· Edad
· Enfermedades cardíacas
· Presión arterial alta
· Otras afecciones crónicas
· Consumir alcohol
· Obesidad
· Antecedentes familiares
El cardiólogo comenta “ las personas con mayor riesgo son los pacientes con obesidad pues ellos pierden la capacidad de oxigenación, las personas que pasan por infecciones, cirugías mayores, problemas de tiroides, personas con enfermedades coronarias y los fumadores también pueden presentar estas arritmias” explica.
El tratamiento para la fibrilación atrial más adecuado para el paciente dependerá cuánto tiempo hace que tiene fibrilación, cuán molestos son los síntomas y la causa de fondo de esta fibrilación atrial.
El doctor explica “lo primero que se intenta es controlar la arritmia o el control de la frecuencia cardiaca y el segundo tratamiento más importante es los anticoagulantes. Para el control de la arritmia hay medicamentos que se conocen como antiarrítmicos y el especialista decidirá cuál es el mejor para el paciente, los anticoagulantes servirán por si coágulos se forman en el cerebro y poder prevenirlos, hay que comenzar este tratamiento tan pronto se identifica el problema ya que si se forma un coágulo ya estamos tarde para tratarlo” finaliza.