Anticoagulantes y riesgo de sangrado en pacientes con fibrilación auricular

Entre el 3 y el 5 por ciento de las personas mayores de 65 años sufren de fibrilación auricular.

Yolimarian Torres Yolimarian Torres

    Anticoagulantes y riesgo de sangrado en pacientes con fibrilación auricular

    La medicina define la fibrilación auricular, como la arritmia más frecuente en la población adulta; y es que según los datos de Framingham Heart Study la prevalencia se ha triplicado en los últimos 50 años, y la tendencia es que continúe el crecimiento. 

    En Estados Unidos, las estadísticas indican que esta condición la padecen más de dos millones de personas sufren de fibrilación auricular (también conocida como AFib o AF), datos publicados por la American Heart Association. Cada año se diagnostican más de 300.000 nuevos casos de fibrilación auricular

    Esta condición es la más común del latido cardíaco irregular, que afecta tanto a hombres como a mujeres y muestra una prevalencia creciente con la edad. Entre el 3 y el 5 por ciento de las personas mayores de 65 años sufren de fibrilación auricular.

    Las guías internacionales de fibrilación auricular recomiendan la anticoagulación para pacientes con alto riesgo de tromboembolismo sistémico, este es el tratamiento más estudiado para la fibrilación auricular.

    No obstante, se conocieron los resultados de los estudios GARFIELD-AF y GLORIA-AF, los cuales indicarían una disociación con la práctica clínica, ya que se estima que 30% de los pacientes con alto riesgo isquémico no recibe tratamiento, por otro lado, 20% a 25% de los pacientes de bajo riesgo reciben tratamiento con anticoagulantes. Asimismo, alrededor de 40% de los pacientes tratados con antagonistas de la vitamina K no está en el rango terapéutico. 

    Es importante mencionar que los resultados mencionados anteriormente, causan un impacto importante en los pacientes, debido al riesgo que implica tener Fibrilación Auricular

    Por ello, es relevante, según los objetivos de los médicos especialistas referidos en dichas investigaciones, que los puntajes de riesgo, como CHA2DS2-VASc, los cuales son herramientas clara que sirven para que los galenos puedan tomar decisiones sobre el mejor tratamiento con sus pacientes. 

    Esto no es más que una herramienta, sencilla, pero poderosa, que considera solo datos clínicos, para calcular el riesgo de tromboembolismo sistémico e ictus en pacientes con fibrilación auricular, se recomienda terapia anticoagulante para hombres con una puntación CHA2DS2-VASc de dos o más y de tres o más para mujeres.

    Riesgo de sangrado

    Este diagnóstico tiene varios riesgos, entre ellos el sangrado y para esto existen algunas metodologías para evaluar el riesgo de sangrado de un paciente con fibrilación auricular, incluso algunas escalas clínicas como HAS-BLED. 

    Este mecanismo evalúa el riesgo de sangrado mayor a un año, considerando factores como hipertensión arterial sistémica, enfermedad renal y hepática y edad, entre otros.

    En este sentido, el estudio GARFIELD-AF muestra que cuando la puntuación HAS-BLED aumenta, disminuye el porcentaje de pacientes que reciben terapia con anticoagulantes. Asimismo, otro resultado es que el médico es el principal motivo por el que un paciente con riesgo isquémico moderado a alto no recibe tratamiento con anticoagulantes.

    Por esa razón, es importante indicar que una puntuación que indique un alto riesgo de hemorragia no debe interpretarse como una contraindicación para la anticoagulación. 

    Los investigadores recordaron que los beneficios del tratamiento con anticoagulantes superan el riesgo de hemorragia, que si bien es preocupante, es relativamente poco frecuente. 

    Por ello, enfatizan en que los médicos deben identificar los factores de riesgo modificables, como la hipertensión arterial no controlada y tratarlos. Además, se debe hacer un seguimiento más frecuente de los pacientes para monitorear el uso seguro de los anticoagulantes.

    Anticoagulantes orales y comorbilidades

    Los estudios RE-LY, ROCKET-AF, ARISTOTLE y ENGAGE AF-TIMI demostraron la no inferioridad de los anticoagulantes orales directos comparados a los antagonistas de la vitamina K para la prevención de la trombosis sistémica en fibrilación auricular no valvular y una reducción significativa del riesgo de sangrado intracraneal.

    Otros factores importantes son las características farmacocinéticas del fármaco, dónde se metaboliza y elimina y la disponibilidad de antídotos. Los antagonistas de la vitamina K se recomiendan para pacientes con prótesis de válvula mecánica o para aquellos con estenosis mitral de moderada a grave.

    Hay estudios en andamiento sobre el uso de anticoagulantes directos para estos pacientes. Por último, los agentes antiplaquetarios, como clopidogrel, no tienen un papel en la prevención del ictus, la recomendación de uso es para pacientes con fibrilación auricular y un síndrome coronario agudo.

    En resumen, los especialistas deben considerar la literatura médica disponible para tomar acción en función del cuidado de los pacientes, partiendo de la patología base y otras asociadas. 

    Fuente consultada aquí


    Licenciada en Comunicación Social egresada de la Universidad de Los Andes, Táchira, Venezuela. Locutora Certificada por la Universidad Central de Venezuela. Redactora de Medicina y Salud Pública.

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