Ya existe un tratamiento exitoso de terapia genética para otro trastorno ocular raro. En 2016, el mismo equipo en Oxford demostró que una sola inyección podría mejorar la visión de los pacientes con coroideremia
Una mujer británica se ha convertido en la primera persona del mundo en recibir terapia genética para tratar de combatir uno de los tipos más comunes de ceguera. Los cirujanos inyectaron un gen sintético en la parte posterior del ojo de Janet Osborne para evitar que mueran más células. Es el primer tratamiento enfocado en la causa genética subyacente de la degeneración macular relacionada con la edad (DMAE), el tipo de ceguera más común en Occidente.
Me resulta difícil reconocer caras con el ojo izquierdo porque mi visión es cada vez más borrosa. Si el tratamiento pudiera evitar que mi visión empeorara eso sería maravilloso", dijo Janet a la BBC.El profesor de oftalmología de la Universidad de Oxford Robert MacLaren fue el encargado de realizar la operación en el Oxford Eye Hospital.
Un tratamiento genético administrado desde el principio para preservar la visión en pacientes que de otra manera perderían la vista sería un gran avance en la oftalmología y es ciertamente algo que espero ver en un futuro cercano", dijo.Jane Osborne, de 80 años, y otros nueve pacientes con DMAE son los primeros participantes de este ensayo clínico.
Todavía soy capaz de disfrutar de la jardinería con mi marido Nick, que cultiva muchos vegetales. Si puedo seguir pelando y cortando verduras y manteniendo mi nivel actual de independencia eso sería absolutamente maravilloso", dice Janet.Ya existe un tratamiento exitoso de terapia genética para otro trastorno ocular raro. En 2016, el mismo equipo en Oxford demostró que una sola inyección podría mejorar la visión de los pacientes con coroideremia, que de lo contrario se habrían quedado ciegos. [adsforwp id="48428"] Y, el año pasado, los médicos del Moorfields Eye Hospital en Londres restauraron la vista de dos pacientes con DMAE implantando un parche de células madre sobre el área dañada en la parte posterior del ojo.Se espera que la terapia con células madre pueda ayudar a muchas personas que ya han perdido la vista. Pero el ensayo de Oxford es diferente porque pretende abordar la causa genética subyacente de la DMAE y podría ser eficaz para detener la enfermedad antes de que las personas se queden ciegas.