Este repunte de la AOS durante los fines de semana puede elevar el riesgo de enfermedades cardíacas, depresión, demencia y accidentes relacionados con la fatiga.
Las desveladas, las copas con amigos o dormir de más durante el fin de semana, conductas aparentemente inofensivas, podrían desencadenar lo que los especialistas denominan "apnea social".
Esta condición, recientemente identificada, describe un aumento significativo de la apnea obstructiva del sueño (AOS) durante los fines de semana, directamente vinculado a elecciones relacionadas con el estilo de vida.
La revelación surge de un estudio exhaustivo que analizó datos de más de 70,000 personas que utilizaron un sensor de sueño validado colocado bajo el colchón, además de reportar sus hábitos diarios de forma detallada.
Los resultados del estudio revelaron que la gravedad de la apnea obstructiva del sueño se incrementó en un 18% los sábados en comparación con las noches de mitad de semana.
Este fenómeno, que había permanecido inadvertido para la comunidad médica, fue particularmente pronunciado en hombres, adultos jóvenes y personas que consumieron alcohol durante el fin de semana.
Uno de los hallazgos más relevantes demostró que dormir hasta tarde por más de 45 minutos los fines de semana aumentó el riesgo de experimentar estos episodios en casi un 50%.
La autora principal del estudio explicó esta omisión histórica: "La mayoría de las pruebas del sueño se realizan entre semana, por lo que el repunte de los fines de semana había pasado desapercibido hasta ahora".
La importancia de estos hallazgos trasciende la simple interrupción del descanso. Según los investigadores, estos aumentos periódicos en la gravedad de la AOS durante los fines de semana pueden elevar sustancialmente el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas, depresión, demencia y sufrir accidentes relacionados con la fatiga.
Esta preocupación adquiere mayor relevancia considerando que la apnea obstructiva del sueño ya afecta a aproximadamente 1,000 millones de personas en todo el mundo, según las estimaciones más recientes.
Frente a este escenario, los expertos recomiendan implementar estrategias consistentes para proteger la calidad del sueño. Mantener un horario de sueño regular throughout toda la semana, priorizando entre 7 y 9 horas de descanso cada noche, se presenta como fundamental.
Asimismo, se sugiere evitar el consumo excesivo de alcohol y las desveladas cuando sea posible. Para quienes ya utilizan terapias para la AOS, como dispositivos de presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP), la recomendación es clara: no omitir su uso durante los fines de semana.
Estas medidas no solo mejoran la calidad de vida inmediata sino que constituyen una inversión crucial en la salud cardiovascular y neurológica a largo plazo.