Cómo identificar recaída en esclerosis múltiple y opciones de tratamiento cuando esteroides no funcionan

El doctor Chinea, director del San Juan M-Center en Puerto Rico, desglosa las claves para distinguir entre un brote real y una pseudo-recaída, y detalla las opciones terapéuticas disponibles.

Katherine Ardila

    Cómo identificar recaída en esclerosis múltiple y opciones de tratamiento cuando esteroides no funcionan

    Para los pacientes con esclerosis múltiple, distinguir entre un síntoma persistente y una recaída genuina es una constante fuente de inquietud. El doctor Chinea, neurólogo y director de la clínica de esclerosis múltiple San Juan M-Center,explica que: "una recaída en esclerosis múltiple es una disfunción neurológica nueva o que es recurrente y que dura al menos 24 horas".

    Lo importante es que no debe confundirse con malestares por otras causas. "Una recaída tiene que estar separada del fenómeno que ocurre cuando hay una infección o hay un aumento de la temperatura", aclara el especialista. 

    En el fondo, se trata de un proceso inflamatorio activo dentro de la enfermedad. "Una recaída se debe a una inflamación y es una parte activa que ocurre en el proceso de esclerosis múltiple", asegura.

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    ¿Cómo identificar una recaída en esclerosis múltiple?: Leves, moderadas o severas

    Las recaídas no son iguales. Algunas pasan sin dejar rastro, mientras otras dejan secuelas. El doctor Chinea lo explica: "hay unas recaídas de las que se recuperan completamente y que no dejan un residual. Pero hay unas recaídas que tienen unos síntomas residuales, quiere decir que no hay una recuperación total".

    Incluso existe un tipo de recaída silente, que el paciente no percibe pero que es visible para los médicos. "Hay otra recaída que no vemos en la clínica, pero cuando hacemos la resonancia magnética vemos que hay nuevas lesiones y sobre todo cuando se inyecta el gadolinio", indica.

    Por ejemplo, "tenemos una  – recaída — que puede afectar un solo sistema. Nosotros tenemos ocho sistemas, por ejemplo el sistema visual donde está el nervio óptico, si se inflama, va a producir neuritis óptica. Pero hay recaídas que afectan más de un sistema, por ejemplo afectan la función motora y dan debilidad, y con eso la función de la coordinación, esta es severa y puede dar un trastorno de balance que se conoce como ataxia". 

    Si bien los síntomas motores y sensitivos son los más reconocidos, hay otros más sutiles. "Más difícil de identificar son las recaídas que ocurren cuando hay una alteración de la función cognitiva, es decir, la función de memoria, la función de expresarse, la capacidad a lo mejor de resolver problemas a esa velocidad que tenemos para procesar diferentes funciones", advierte el neurólogo.

    Para un diagnóstico certero, el doctor menciona nuevamente los criterios claros: "una recaída, son síntomas neurológicos nuevos o empeoramiento de los previos que tienen una duración mínima de 24 horas, que no hay factores infecciosos y que entre la recaída última a esta hayan pasado por lo menos 30 días, de lo contrario sería continuidad de un brote anterior".

    Diagnóstico diferencial: brote real versus pseudo-recaída

    Distinguir entre ambos conceptos es fundamental para evitar tratamientos innecesarios. La clave estaría, según el experto, en la inflamación. "Las pseudo-recaídas son esas observaciones o brotes temporales de síntomas, pero no hay una actividad inflamatoria como ocurre en la recaída", precisa el doctor.

    Por el contrario, "en los brotes verdaderos hay esa actividad, esa inflamación aguda, y potencialmente pueden aparecer nuevas lesiones en el MRI, y esto puede producir un aumento en la carga de la enfermedad".

    Esta distinción es crítica en servicios de urgencia, donde la presión puede llevar a decisiones apresuradas. "El paciente se pone nervioso, va a la sala de emergencia y muchas veces el médico de la sala de emergencia ordena que se le den los corticosteroides sin esperar quizás los resultados del laboratorio, en donde lo más común es a infección de origen", comenta el experto.

    Opciones terapéuticas

    Frente a un brote confirmado, los corticosteroides intravenosos son la primera línea de acción. Para quienes prefieren la vía oral, existe una alternativa, aunque con una salvedad. 

    "Siempre me preguntan si se puede utilizar en vez de intravenoso oral. Sí, se podría usar, pero la dosis de esta prednisona es alta, así que estaríamos utilizando una dosis de 1250 para lograr la justificación intravenosa", explica.

    Si los esteroides no funcionan o están contraindicados, se activa un segundo escalón. "Tenemos la alternativa de utilizar una hormona que es el ACTH o que es similar, Purified Cortrophin Gel (gel purificado de corticotropina), que se puede dar subcutáneo o se puede dar intramuscular", detalla.

    Para los casos más complejos, existe una tercera línea de defensa. "Entonces podemos utilizar lo que se llama plasmapheresis, que es una sección donde sacamos la sangre, limpiamos de esos anticuerpos y vemos que estos pacientes van mejorando", afirma el doctor Chinea.

    La prevención como estrategia central

    Finalmente recalca que el manejo moderno de la esclerosis múltiple va más allá de tratar los brotes; se centra en prevenirlos. Sobre los tratamientos modificadores de la enfermedad, el doctor explica: "estas son las famosas terapias donde no vamos a curar al paciente, pero vamos a controlar la enfermedad".

    La eficacia de estos fármacos se valora en ensayos clínicos donde su capacidad para reducir recaídas es primordial. "Para probar estos medicamentos, lo que nosotros hacemos es estudios clínicos. ¿Y qué hay en esos estudios clínicos? Una de las primeras medidas de eficacia es cómo controla ese medicamento la recaída", señala.

    Este control no es un fin en sí mismo, sino un medio para un objetivo mayor. "Este medicamento, al controlar la recaída, está controlando en parte el progreso de la enfermedad, el progreso de la discapacidad", concluyó. 



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