Este reconocimiento plantea un desafío significativo, ya que el asma en Puerto Rico no solo es más prevalente, sino que también es más difícil de controlar con los tratamientos convencionales.
En el marco del Décimo Segundo Congreso Anual de Neumología celebrado en Puerto Rico, la prevalencia y la complejidad del asma en la isla fueron temas importantes. La alta incidencia de esta enfermedad en los boricuas sigue siendo una preocupación de salud pública, especialmente debido a la resistencia observada en algunos pacientes a los tratamientos tradicionales.
Durante el evento, la Revista MSP, conversó con el Dr. Álvaro Aranda, presidente de la Coalición de Asma y Otras Condiciones Respiratorias de Puerto Rico, quien comentó brevemente sobre el panorama actual del asma en la región y algunas particularidades en el tratamiento de esta condición.
Puedes ver la entrevista completa aquí.
El Dr. Aranda destacó que el asma es una enfermedad que puede afectar entre el 13% y el 18% de los adultos en Puerto Rico y al 15% de los niños. "15 de cada 100 niños tiene asma," afirmó. Sin embargo, a pesar de la alta prevalencia, la comunidad médica al día de hoy, se enfrenta a desafíos significativos para identificar los factores de riesgo específicos que contribuyen a la alta incidencia de la enfermedad en la isla.
Aunque el clima es un factor comúnmente mencionado, el experto aclaró que aún no hay una explicación para esta situación, ya que Puerto Rico supera en tasas de asma a otros países caribeños con climas similares. Por otro lado, la genética también puede ser considerada, aunque aún hacen falta investigaciones para una respuesta certera y que tenga evidencias. Los factores de riesgo para desarrollar asma siguen siendo multifactoriales, a causa de la falta de estudios que contengan evidencias de un factor en específico.
Lo que agrava aún más la situación es la resistencia de algunos pacientes puertorriqueños a los tratamientos iniciales estándar para el asma. "el asma nuestro, es diferente al asma de otros lugares o de otros grupos raciales o étnicos." explicó. "Nuestro asma es más severa y eso ya está escrito en la literatura". Este tipo de resistencia es inusual y no está completamente comprendido, lo que resalta la necesidad de investigaciones adicionales para entender las causas subyacentes.
Este reconocimiento en la literatura médica plantea un desafío significativo, ya que el asma en Puerto Rico no solo es más prevalente, sino que también es más difícil de controlar con los tratamientos convencionales.
La resistencia mencionada es que algunos pacientes, hasta ahora específicamente puertorriqueños, son resistentes a los beta-agonistas, que son la terapia inicial estándar para el asma. Esta resistencia sugiere que el asma en Puerto Rico podría tener características únicas que aún no han sido completamente investigadas.
Aunque los inhaladores han sido la base del tratamiento para el asma durante los últimos cincuenta años, la comunidad médica está explorando nuevas opciones debido a la resistencia observada.
El Dr. Aranda destacó la llegada de nuevas terapias biológicas, que están diseñadas para atacar moléculas específicas involucradas en el proceso inflamatorio del asma. Según él, "los biológicos vienen a llenar ese espacio ahora, controlando gran parte de este proceso inflamatorio y que perpetúa este ciclo".
Estos medicamentos biológicos, están revolucionando el tratamiento del asma, especialmente en pacientes que no responden bien a los inhaladores tradicionales ya que lo que hacen es entrar en un tipo de remisión: "eso es lo nuevo. Es que con nuevas terapias podemos llevar a controlar el asma de tal forma que el paciente esté libre de síntomas, de enfermedad y de medicamentos por X tipo de años", explica el experto.
En cuanto al impacto de no tratar el asma de manera efectiva, el Dr. Aranda advirtió sobre las graves consecuencias: "Pacientes que no se trata adecuadamente o se trata de una forma subóptima, tienden a perder función pulmonar a través del tiempo. A veces nos llegan pacientes que parece como si hubieran sido fumadores por 40 años, y dicen, doctor, yo nunca he fumado."
El experto explica que en estos casos, ya "tienen una función pulmonar disminuida, lo que afecta su calidad de vida y lo pone a riesgo de hospitalizarse y de morir antes".
Gracias a este congreso, se dio un espacio para discutir estos desafíos y buscar soluciones innovadoras, con la participación de expertos de renombre internacional. Además, la necesidad de desarrollar políticas públicas efectivas y de continuar investigando las particularidades del asma en Puerto Rico fue un tema recurrente.
El Dr. Aranda concluyó que "solo con conocimiento no llegamos, hay que aplicar el conocimiento y acción". Finalmente, el experto instó a educarse en este tema que es problema de salud pública que nos incumbe a todos, y, por supuesto, a actuar en pro nuestra salud y a prevenir y detectar esta condición para tratarla cuanto antes.
