
Gracias a la investigación, han surgido nuevas terapias como anticuerpos biespecíficos, tratamientos dirigidos y combinaciones con quimioterapia que están mejorando la respuesta y la progresión de estos pacientes.

En oncología, el cáncer de pulmón lidera los diagnósticos, pero su tratamiento ya no puede entenderse sin analizar las mutaciones genéticas que lo impulsan. Entre ellas, las del gen EGFR son frecuentes, aunque una en particular ha desafiado durante años a los especialistas: la inserción en el EXON 20.
Según la doctora Adelba Torres, hematóloga-oncóloga del Centro de Cáncer del Hospital Auxilio Mutuo, "esta mutación específicamente, esta inserción del EGFR-20 ha mostrado a través del tiempo resistencia a los medicamentos que tenemos disponibles que van en terapia dirigida a mutaciones de EGFR".
Esto quiere decir que: "tratamos al paciente con este diagnóstico y a lo mejor no obtenemos los resultados tan favorables como los tenemos con otros tipos de cáncer de pulmón que son EGFR".
La clave del problema reside en su mecanismo de resistencia. La doctora Torres lo explica comparándola con la mutación EGFR-19, mucho más común y tratable. "La diferencia más grande entre las mutaciones de EGFR es que por ejemplo la EGFR-19 que es una de las que más comúnmente vemos en cáncer de pulmón, es que las terapias dirigidas en contra de la mutación de EGFR cuando es de inserción 20 muestran un mecanismo de resistencia".
Los fármacos convencionales simplemente no logran el mismo efecto. Como consecuencia, "la respuesta al tratamiento no es tan favorable como cuando son EGFR por ejemplo 19 y esto lo que hace es que obviamente la progresión de enfermedad que normalmente la podemos controlar mejor, pues en este tipo de mutación se nos hace más difícil de tratar este diagnóstico y la progresión de la enfermedad es más común".
La experta añadió que "la característica de inserción del número 20 EGFR pues hace que el pronóstico sea un poco más pobre si lo comparamos con los demás".
Sin embargo, el panorama está evolucionando gracias a la investigación, pues la oncóloga señala con optimismo que "a través del tiempo con los estudios clínicos se ha seguido estudiando las características de este diagnóstico con esta característica en específico y se han desarrollado nuevas terapias de tratamiento".
Este avance está modificando el destino de los pacientes, pues "agraciadamente está cambiando la prognosis dado que tenemos agentes modernos, nuevos que combinamos con quimioterapia por ejemplo, tratamientos como anticuerpos biespecíficos y también medicamentos que van más dirigidos en contra de esta de esta característica de tener la inserción de EGFR 20".
Ahora se prioriza la combinación de distintas terapias que se potencian entre sí. "Hoy día el tratamiento de cáncer de pulmón en la mayoría de las veces tenemos opción de dar diferentes tipos de tratamientos, diferentes medicamentos que tienen diferentes mecanismos de acción, muy comúnmente combinamos quimioterapia que siempre hemos usado, usualmente algún tipo de agente que contenga platino, con puede ser inmunoterapia... y todo esto también lo estamos combinando con la terapia dirigida", detalla la doctora.
Esto, ya que la evidencia muestra que "muy frecuentemente estamos combinando estas diferentes drogas inclusive de primeras líneas de tratamiento, lo que nos ha llevado a tener unos mejores resultados, estamos viendo respuestas más profundas y más duraderas cuando combinamos diferentes clases de mecanismos de acción".
Por eso, la oncóloga asegura que "hablar hoy día de cáncer de pulmón sin saber identificar alguna posible mutación, realmente es difícil ya que tenemos muchas opciones de tratamiento para las diferentes mutaciones que se han ido identificando".
La precisión es lo que marca la diferencia: "al atacar directamente estos puntos claves hemos hecho que el paciente con un diagnóstico de cáncer de pulmón avanzado tenga definitivamente una mejor sobrevida, definitivamente el paciente inclusive con enfermedad avanzada tiene una sobrevida hoy día de muchos más años que antes". Y no solo se vive más, sino mejor.
"Ahora mismo los pacientes con este diagnóstico viven más y a través de su proceso de tratamiento definitivamente tienen una mejor calidad de vida".
De hecho, la experta testifica que es "bien común ver pacientes con enfermedad, con cáncer de pulmón avanzado con metástasis distante ya sea en huesos, en hígado, inclusive en cabeza que es bastante común con los adenocarcinomas de pulmón y aún así tienen una excelente calidad de vida", concluyó.