La gripe no solo daña los pulmones, también altera su equilibrio bacteriano, pues al modificar la microbiota respiratoria, abre la puerta a infecciones graves como la neumonía.
Un estudio internacional con participación del Instituto de Salud Carlos III ha revelado que la infección por el virus de la gripe provoca alteraciones significativas en la microbiota pulmonar que predisponen a complicaciones bacterianas secundarias.
La investigación, coordinada desde España por la Universidad CEU San Pablo, utilizó el modelo animal de cerdo por su similitud con los humanos en el desarrollo de la enfermedad gripal.
El cerdo es un modelo de estudio particularmente relevante, no solo por su similitud fisiológica con los humanos, sino porque es considerado un importante reservorio y ´mezclador genético´ de virus gripales con potencial pandémico, como quedó demostrado durante la pandemia de H1N1 en 2009.
Hasta ahora, sin embargo, se sabía poco sobre cómo la gripe afecta directamente al ecosistema bacteriano pulmonar.
La investigación analizó muestras de necropsias de pulmones de cerdos de distintas regiones mediante tecnología de secuenciación de tercera generación de nanoporos. Este enfoque permitió desarrollar un método rápido y práctico para diagnosticar modificaciones en la microbiota respiratoria.
Los resultados, publicados en la revista Frontiers in Cellular and Infection Microbiology, demuestran que la infección gripal aumenta significativamente la presencia de bacterias potencialmente patógenas y la diversidad de géneros bacterianos en comparación con animales sanos.
El equipo investigador utilizó herramientas bioinformáticas avanzadas para comparar la microbiota pulmonar de 53 cerdos infectados y 39 sanos, incluyendo métricas de riqueza y diversidad, así como modelos predictivos de agrupamiento de especies.
Estos hallazgos confirman que la aparición de patógenos oportunistas tras la infección viral complicaría el curso clínico y la recuperación. Como explica Jordi Cano Ochando, científico del Laboratorio de Referencia e Investigación en Inmunología del CNM-ISCIII:
"Este estudio contribuye a explicar las complicaciones asociadas a la infección por gripe, que pueden dar lugar a infecciones y neumonías bacterianas secundarias. Una mejor comprensión de como la infección por gripe debilita el sistema inmunitario y favorece infecciones bacterianas posteriores puede permitir el desarrollo y optimización de los tratamientos".
Javier Arranz-Herrero, primer autor del estudio, añade: "Nuestro trabajo ayuda a comprender la complejidad de la microbiota en la evolución de las infecciones respiratorias asociadas a la gripe. En la actualidad, el diagnóstico microbiológico y el tratamiento de las infecciones se centra en encontrar el virus causante de la infección gripal y en caso de una neumonía bacteriana posterior, la bacteria responsable de la complicación".
Los autores explican que las bacterias causantes de neumonías no solo provienen del exterior, sino que el sistema respiratorio está colonizado por numerosas bacterias que conviven normalmente con nosotros.
Algunas de estas bacterias se aprovechan de la infección gripal para replicarse y complicar el cuadro clínico. El estudio no solo identifica las bacterias oportunistas más comunes en estas infecciones en cerdos, sino que revela que estas no actúan solas: existe una gran diversidad bacteriana acompañante que tradicionalmente no se diagnostica.
El papel de esta diversidad bacteriana aún no se comprende completamente, especialmente en casos donde no se desarrolla una neumonía bacteriana posterior o cuando el tratamiento antibiótico no resuelve completamente el problema.
La metodología desarrollada en este estudio permitirá realizar investigaciones similares en humanos y desarrollar aplicaciones diagnósticas y terapéuticas que anticipen complicaciones asociadas a la gripe y otras enfermedades respiratorias virales.
Este trabajo forma parte de las investigaciones del CRIPT Center for Influenza Research del programa CEIRR, financiado por el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID) de los Estados Unidos.