La infección se presenta en un contexto de bronquiectasias (dilatación anormal de los bronquios) y bronquitis asmática, lo que ha complicado aún más su manejo terapéutico.
El Vaticano informó este martes que el Papa Francisco, de 86 años, sufre una neumonía bilateral que requiere tratamiento farmacológico adicional al que ya recibe para una infección polimicrobiana, lo que ha complicado su cuadro clínico.
El Sumo Pontífice, quien fue ingresado el pasado viernes en el Hospital Policlínico "A. Gemelli" de Roma, continúa bajo observación médica y su estado de salud sigue siendo considerado "complejo".
Según el comunicado emitido por la Santa Sede, el Papa Francisco se sometió a una tomografía computarizada de tórax este martes, la cual reveló la presencia de neumonía bilateral.
Esta condición ha requerido la implementación de un tratamiento farmacológico adicional al que ya recibía para tratar una infección polimicrobiana. La infección se presenta en un contexto de bronquiectasias (dilatación anormal de los bronquios) y bronquitis asmática, lo que ha complicado aún más su manejo terapéutico.
El tratamiento actual incluye terapia antibiótica y cortisona. El pontífice ha expresado su agradecimiento por la cercanía y el apoyo que ha recibido de fieles y colaboradores, y ha pedido que se siga rezando por su recuperación.
La neumonía es una infección que inflama los sacos de aire en uno o ambos pulmones. Estos sacos pueden llenarse de líquido o pus, causando síntomas como tos con flema, fiebre, escalofríos y dificultad para respirar.
Puede ser provocada por bacterias, virus o hongos y su gravedad varía desde casos leves hasta potencialmente mortales.
La neumonía puede afectar a cualquier persona, pero es más peligrosa en bebés y adultos mayores de 65 años o en personas con enfermedades crónicas o sistemas inmunológicos debilitados.
Los síntomas pueden parecerse a los de un resfriado o gripe, pero son más intensos y duraderos. Algunos signos a los que debes prestar atención incluyen:
- Tos con flema.
- Fiebre, escalofríos y sudoración.
- Dolor en el pecho al respirar o toser.
- Fatiga y debilidad.
- Falta de aire.
- Confusión o desorientación en adultos mayores.
- Náuseas, vómitos o diarrea.
Esta enfermedad ocurre cuando ciertos gérmenes vencen las defensas del sistema inmunológico. Puede clasificarse según el lugar donde se adquiere la infección:
- Neumonía adquirida en la comunidad: Es la más común y puede ser causada por bacterias (como Streptococcus pneumoniae), virus (como los de la gripe y COVID-19) u hongos.
- Neumonía adquirida en el hospital: Se contrae durante una hospitalización y suele ser más grave porque las bacterias pueden ser resistentes a los antibióticos.
- Neumonía por aspiración: Ocurre cuando alimentos, líquidos o saliva entran en los pulmones, lo que es más frecuente en personas con problemas para tragar o que han consumido alcohol o drogas en exceso.
En algunos casos, la neumonía puede causar problemas graves, como:
- Bacteriemia: Las bacterias pueden pasar a la sangre y afectar otros órganos.
- Dificultad para respirar: Puede ser necesario usar un respirador en casos graves.
- Derrame pleural: Acumulación de líquido alrededor de los pulmones que puede requerir drenaje.
- Absceso pulmonar: Formación de pus en los pulmones, que a veces necesita tratamiento con cirugía o drenaje.
El comunicado también menciona que los exámenes de laboratorio y las radiografías de tórax realizadas confirman que su cuadro clínico sigue siendo complejo. Esto ha llevado a los médicos a prever una hospitalización más prolongada de lo inicialmente previsto.
Este es el quinto día de hospitalización del Papa Francisco, quien fue ingresado el viernes pasado tras presentar dificultades respiratorias. Desde entonces, su estado de salud ha sido monitoreado de cerca por el equipo médico del Vaticano y del Policlínico Gemelli.
Aunque inicialmente se esperaba que su hospitalización fuera breve, la complejidad de su cuadro clínico ha llevado a los médicos a extender su estancia en el hospital.
En este momento, el Vaticano ha pedido respeto por la privacidad del Papa y ha asegurado que se mantendrá informado a la comunidad católica y al público en general sobre cualquier novedad en su estado de salud.