COVID-19: cuatro extraños síntomas poco conocidos

Más de dos años después del inicio de la pandemia, continúan registrándose a diario miles de casos del virus en todo el mundo.

Luisa Ochoa

    COVID-19: cuatro extraños síntomas poco conocidos

    Con el surgimiento de nuevas variantes, los síntomas del COVID-19 también han evolucionado. Inicialmente, por ejemplo, el Servicio Nacional de Salud de Reino Unido (NHS, por sus siglas en inglés), consideró que la fiebre, tos y pérdida o cambio en el sentido del olfato o gusto, eran los principales síntomas que podrían indicar una infección por coronavirus.

    Ahora, la guía del NHS actualizada recientemente sugiere también estar atentos a síntomas que incluyen dolor de garganta, nariz tapada o moqueo y dolor de cabeza. Sin embargo, ¿Qué pasa con algunos de los signos y síntomas más extraños? Desde lesiones en la piel hasta pérdida de audición, los datos emergentes muestran cada vez más que los síntomas pueden ir más allá de lo que se podría esperar de un resfriado o gripe común.

    1. Lesiones en la piel

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    Foto: Shutterstock.

    Los problemas en la piel relacionados con el COVID son frecuentes. De hecho, un estudio de Reino Unido publicado en 2021 encontró que uno de cada cinco pacientes solo presentaba una erupción y ningún otro síntoma.

    El COVID puede afectar la piel de varias maneras. Algunas personas pueden experimentar una erupción maculopapular generalizada (áreas planas o elevadas de piel descolorida), mientras que otras pueden presentar urticaria (áreas elevadas de piel con picazón).

    Mientras que los llamados "dedos Covid", describe lesiones cutáneas rojas, hinchadas o con ampollas en los dedos de los pies. Este síntoma es más usual en adolescentes o adultos jóvenes con síntomas leves o sin síntomas.

    La mayoría de las lesiones cutáneas provocadas por el virus tienden a desaparecer después de unos días o, en algunos casos, algunas semanas, sin necesidad de ningún tratamiento especializado.

    2. Uñas covid

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    Foto: Shutterstock.

    Durante una infección, incluida la de SARS-CoV-2, el cuerpo naturalmente intenta expresar que está bajo una cantidad inusual de estrés. Puede manifestar esto en una variedad de formas extrañas, incluso a través de las uñas. 

    "Las uñas covid" incluye cambios como:

    Líneas de Beau: son hendiduras horizontales que se producen en la base de las uñas, de las manos o de los pies cuando hay una interrupción temporal en el crecimiento de las uñas debido a un estrés físico en el cuerpo.

    Leuconiquia estriada: son las líneas blancas horizontales que aparecen en las uñas, aunque esto puede estar causado por la producción anormal de proteínas en el lecho ungueal. Un patrón de media luna roja que se desarrolla en la base de las uñas (el mecanismo subyacente a este cambio no está claro).

    Los datos sobre cuántas personas experimentan estos problemas en las uñas son limitados, pero se estima que podría ser hasta el 1-2% de los pacientes con COVID. Las uñas covid tienden a aparecer en los días o semanas posteriores a la infección, a medida que crecen las uñas. Aunque al principio puede ser doloroso, en la gran mayoría las uñas tienden a volver a la normalidad en unas pocas semanas.

    Si bien estos cambios pueden ser indicativos de COVID, también pueden ser causados por diferentes cosas. Por ejemplo, las líneas de Beau pueden ser secundarias a la quimioterapia u otra infección.

    3. Caída del cabello

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    Foto: Shutterstock.

    La pérdida de cabello es quizás un síntoma subestimado del coronavirus que generalmente ocurre un mes o más después de la infección aguda.

    En un estudio de casi 6.000 personas que habían tenido COVID, la pérdida de cabello fue el síntoma poscovid más común, reportado por el 48 % de los participantes. Fue especialmente frecuente entre las personas que sufrieron covid grave y en mujeres blancas. Además, se considera que esto se debe a que el cabello "percibe" el estrés en el cuerpo, lo que lleva a una caída excesiva.

    De hecho, la pérdida de cabello también puede ser desencadenada por otros eventos estresantes, como el parto. La buena noticia es que con el tiempo el cabello vuelve a crecer normalmente.

    4. Pérdida de audición y tinnitus (o acúfenos)

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    Foto: Shutterstock.

    Al igual que con otras infecciones virales, como la gripe y el sarampión, se ha descubierto que el COVID afecta las células del oído interno, con pérdida de audición o tinnitus (una sensación constante de zumbido en el oído) a veces después de la infección.

    En un estudio que incluyó a 560 participantes, se registró pérdida de audición en el 3,1 % de los pacientes con COVID, mientras que el tinnitus se produjo en el 4,5 % de los casos.

    En un estudio de 30 personas a las que se les había diagnosticado COVID y 30 que no, ninguna con problemas auditivos preexistentes, los investigadores encontraron que el virus estaba asociada con daños en el oído interno que conducían a problemas auditivos en frecuencias más altas. Si bien para la gran mayoría de los pacientes esto se resuelve por sí solo, se ha informado casos de pérdida auditiva permanente relacionada con el COVID.

    ¿Por qué aparecen estos síntomas?

    La inflamación es el mecanismo de defensa natural del cuerpo contra los patógenos; SARS-CoV-2 en este caso. Implica la producción de "citoquinas" (también llamadas citocinas), proteínas que son importantes para controlar la actividad de las células inmunitarias.

    La producción excesiva de estas proteínas, como parte de la inflamación desencadenada por la infección por covid, puede causar déficits sensoriales, lo que podría explicar por qué algunas personas presentan pérdida auditiva y tinnitus.

    También puede alterar las redes capilares, vasos sanguíneos muy pequeños que suministran sangre a los órganos, incluidos los oídos, la piel y las uñas, aunque los síntomas descritos aquí no son exclusivos de la infección por COVID.

    Es fundamental mencionar la importancia de consultar con el médico o especialista ante la manifestación de síntomas subyacentes o crónicos.

    *Vassilios Vassilou es profesor de medicina cardíaca, Ranu Baral es investigadora invitada (Fundación Acaddémica FY2) y Vasiliki Tsampasian es becaria clínica académica de cardiología SpR y NIHR de la Universidad de East Anglia, Reino Unido.

    Fuente consultada aquí.

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