Científicos estadounidenses trabajan en un implante diseñado para inyectar fármacos, que sea de larga duración, para prevenir y tratar la infección por VIH. La inyección se realizaría anualmente y podría usarse en otras infecciones que requieran medicación diaria
Falta poco para que las personas con VIH puedan recibir el tratamiento necesario para controlar el virus que causa el sida a través de un parche.
Un nuevo estudio publicado en Nature Communications muestra una alternativa a las pastillas. Investigadores de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill (EE.UU.) llevan años trabajando en un estudio en animales para optimizar un implante diseñado para inyectar fármacos, que pueda combinarse, y que sea de acción prolongada, con el fin no solo de tratar la infección por VIH, sino también de prevenirla.
"No existe una tecnología aprobada o comercializada por la FDA (autoridades sanitarias de EE.UU.) para la prevención del VIH de forma prolongada; hemos sido los primeros en utilizar este método de administración con múltiples medicamentos antirretrovirales",
señala Rahima Benhabbour, primera autora del estudio, en la publicación de ABC.
"Disponer de un tratamiento preventivo para el VIH basado en una inyección una o dos veces al año tendría un impacto increíble para los pacientes", agregó.
En su opinión, "esta tecnología no solo es prometedora para el VIH, sino para cualquier tipo de infección que requiera una medicación diaria. Estamos hablando de una inyección segura, extraíble y duradera".
Los fármacos antirretrovirales se usan, en combinación, tanto en la prevención como en el tratamiento del VIH. El problema es que es un tratamiento para toda la vida y casi siempre debe tomarse todos los días.
Además, en algunos países del África subsahariana, donde la prevalencia del VIH es más alta, la accesibilidad a estos medicamentos puede ser difícil aparte de que hay mucho estigma asociado con el virus.
"Debido a que una de las mayores dificultades asociadas con la prevención del VIH es la falta de adherencia al tratamiento farmacológico, queríamos crear un sistema de administración de medicamentos que esencialmente resolviera este problema",
afirmó el autor principal J. Victor Garcia.
El implante inyectable se compone de tres elementos: un disolvente orgánico, un polímero y el medicamento o medicamentos que deben administrarse. La formulación da como resultado un líquido similar a la miel que se convierte en sólido cuando se inyecta debajo de la piel. La propia combinación determina durante qué período de tiempo los medicamentos se liberarán en el sistema sanguíneo.
En este estudio, se probaron seis medicamentos antirretrovirales, y todos mantuvieron sus propiedades físicas y químicas dentro de la formulación y al momento de su liberación. Los seis también fueron liberados del implante a niveles efectivos durante un período de tiempo sostenido que varía de un mes a un año.
El implante de drogas inyectables creado por el equipo de investigación de UNC es el primero en abordar varios inconvenientes del método actual de suministro de drogas de acción prolongada para el VIH, es decir, la capacidad de eliminarlo y eliminar rápidamente la presencia de drogas residuales en el sistema.
Este es el primer implante inyectable para el VIH que se puede extraer a la semana o a después de meses de la inyección. Si no es necesario extraer el implante, se biodegrada en ácidos láctico y glicólico, que ya se encuentran en el cuerpo y se absorben fácilmente.
Los investigadores planean continuar desarrollando y mejorando este sistema de administración de múltiples medicamentos, observando sus efectos en modelos relevantes in vivo y eventualmente en humanos.
No es este el primer implante diseñado para administrar fármacos contra el VIH. En la pasada la Conferencia Internacional sobre el SIDA, celebrada en Ciudad de México, Merck & Co. presentó un pequeño estudio de Profilaxis Pre Exposición (PrEP) que incluyó solo a 12 personas con un implante de liberación lenta de un medicamento antirretroviral experimental diseñado para ser duradero en el cuerpo y prevenir la infección.
La combinación proporciona un ‘escudo’ contra el VIH durante 1 año o más, mucho más tiempo que cualquier antirretroviral ahora en el mercado.
El dispositivo, que se encuentra en los primeros pasos de investigación, libera en el organismo de forma progresiva la molécula 'MK-8591', un potente nuevo inhibidor que aún se está testando.
En este ensayo doble ciego controlado con placebo de fase 1, los investigadores evaluaron la eficacia de colocar a pacientes 12 semanas un implante con este compuesto o un placebo. Según sus hallazgos, 'MK-8591' fue bien tolerado y suministró un nivel requerido para prevenir la infección durante al menos un año.