El vapor del cigarrillo electrónico aumenta la producción de químicos inflamatorios y desactiva las células protectoras, que mantienen los espacios libres de partículas potencialmente dañinas.
Agencia Sinc
El vapor del cigarrillo electrónico aumenta la producción de químicos inflamatorios y desactiva las células protectoras, que mantienen los espacios libres de partículas potencialmente dañinas. Estos son los resultados de un estudio experimental, publicado en la revista Thorax.
Un equipo de investigadores de Reino Unido y EE UU ha medido el impacto de los cigarrillos electrónicos en la salud. Según su trabajo, publicado en la revista Thorax, el vapor de este dispositivo afecta a la actividad de los macrófagos alveolares –célula con actividad fagocitaria– que engullen y eliminan las partículas de polvo, bacterias y alérgenos que han eludido las otras defensas mecánicas del tracto respiratorio.
Los hallazgos inducen a los investigadores a sugerir que, aunque se necesitan más estudios para comprender mejor los efectos a largo plazo, los cigarrillos electrónicos pueden ser más dañinos de lo que se pensaba, ya que algunos de los perjuicios observados en su investigación fueron similares a los de los fumadores regulares y personas con enfermedad pulmonar crónica (EPOC).
"Es importante destacar que la exposición de los macrófagos al vapor condensado del cigarrillo electrónico indujo muchos de los cambios celulares y funcionales en la función del macrófago alveolar, que son los mismos que se observan en fumadores de cigarrillos y pacientes con EPOC", aseguran los autores.
El cigarrillo electrónico es cada vez más popular, pero la mayor parte de las investigaciones actuales sobre sus efectos se han centrado en la composición química del líquido del cigarrillo antes de que se vacíe.
La exposición al condensado aumentó la muerte celular e impulsó la producción de radicales libres de oxígeno
Aumento de la muerte celular
Los resultados mostraron que el condensado era significativamente más nocivo para las células que el líquido del cigarrillo electrónico y que estos efectos empeoraron a medida que aumentaba la ‘dosis’.
Después de un día de exposición, el número total de células viables expuestas al uso de la simulación del cigarrillo electrónico se redujo significativamente en comparación con las células no tratadas, y el vapor que contiene nicotina extremó dicho efecto.
La exposición al condensado aumentó la muerte celular e impulsó la producción de radicales libres de oxígeno. Asimismo, aumentó la producción de sustancias químicas inflamatorias, siendo mayor cuando el condensado contenía nicotina.
Los investigadores concluyen que el proceso del cigarrillo electrónico en sí mismo puede dañar las células vitales del sistema inmunitario, al menos en condiciones de laboratorio.